¿Sientes estrés en tu puesto de trabajo? ¿Cómo es la relación con tus compañeros y con tu jefa? ¿Conoces a tu equipo? ¿Crees que desempeñas adecuadamente la función de líder? ¿Qué haces si alguien de tu grupo muestra síntomas de burnout? ¿Te sientes “en llamas” aunque tu trabajo te apasione? Desde el Coaching te acompaño en el proceso de apagar el fuego.
Hace más de dos años desde que el denominado “burnout” o síndrome del trabajador quemado alcanzó el estatus de enfermedad profesional, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es más, se ha hecho extensible al síndrome de desgaste emocional, el cual, a su vez, se asocia al estrés crónico en el puesto laboral.
El estudio Global Health Service Monitor, de la consultora Ipsos, revela que en 2023 el estrés sigue siendo uno de los problemas de salud más relevantes a los que se enfrenta la población mundial.
Así lo asegura, al menos, el 30% los encuestados (el 33% en el caso de los participantes españoles del estudio): “se resalta el impacto que el estrés está teniendo en la vida cotidiana de las personas, donde la mitad de la población española (52%) afirma haber experimentado periodos de estrés en el último año, durante los que no pudieron hacer frente a la situación”.
En el informe de Ipsos se recoge que “el 40% se ha sentido deprimido hasta el punto de experimentar tristeza y desesperanza y que el 33% se ha ausentado del trabajo en los últimos doce meses debido a episodios de estrés”.
Son los menores de 35 años los que más preocupación muestran por este padecimiento (36%), que va bajando a medida que se va incrementando la edad de la persona encuestada.
De este modo, la preocupación por el estrés es relevante para el 33% de los adultos entre 25 y 49 años y para el 30% entre los mayores de 50 años, sin que existan diferencias significativas de género.
Por países y a nivel europeo, Suiza (39%), Suecia (38%), Polonia (37%) y Francia (36%) son los países que declaran una mayor preocupación por el estrés, mientras el Reino Unido (15%) e Irlanda (18%), los que menos.
En el puesto de trabajo
“Un perfil dado a quemarse es, curiosamente, el de una persona entregada a su trabajo, alguien a quien le apasiona lo que hace”, dice Henar Vega, psicóloga experta en Transformación de Organizaciones; “ese trabajador motivado y entregado está en riesgo de burnout, pues, tal y como se dice en nuestro sector, ‘lo que te enciende es lo que te quema’”.
Para esta experta, autora de Trabajar en llamas, “cuando hay un elemento que arde es muy posible que el sistema lo haga también, pues los equipos no dejan de ser sistemas y lo que le ocurra a uno de sus integrantes terminará por afectar al resto”.
“Hasta la generación Millenial, la prioridad era el trabajo y convertirse en una persona de provecho”, dice Vega, que considera que todo esto está cambiando; “la relación laboral no se percibe ahora como de poder, sino más bien como un intercambio de fuerzas en equilibrio, donde tú tienes que aportarme a mí y yo a ti”.
Estas nuevas generaciones han cambiado el lema “vivir para trabajar” por otro formalmente más saludable: “trabajar para vivir”.
Vega propone una atención consciente por parte del líder, CEO o director: “esta labor atencional por parte del jefe o responsable es una de sus responsabilidades más importantes, pues le permitirá darse cuenta de los cambios que puedan darse en algunos o todas las personas que forman parte de su equipo”.
Apagar fuegos y estrés
En Coaching preferimos decir ocuparse a preocuparse; no obstante, en el estudio referido de Ipsos, la salud mental preocupa al 44% de la población. Este porcentaje se ha incrementado en siete puntos porcentuales con respecto a 2022 e incluso ha desbancado al cáncer en cuanto a inquietud y en términos globales.
En España, el desasosiego ante los problemas de salud mental se ha incrementado en 45 puntos porcentuales desde 2020, cuando tan sólo era del 16%, frente al 61% actualmente. Ganan, en esto de la pre-ocupación por la salud mental, los suecos (67%), quienes ya sufrían quebraderos de cabeza por el tema incluso antes de la pandemia.
El síndrome de desgaste emocional, asociado al estrés crónico en el trabajo, puede ser una llamada de atención a las organizaciones; “no significa que traslademos la responsabilidad únicamente a las compañías, sino que hemos de ser capaces de alcanzar ese equilibrio entre ambas partes”, dice Henar Vega.
“En las organizaciones se ha de contemplar un cambio de enfoque, de manera que se coloque a las personas, no sólo a los clientes, en el centro”, dice la experta en Transformación de Organizaciones.
¿Cómo dar solución a este malestar individual, de equipos y de líderes? Desde el Coaching, y de la mano de la psicóloga Henar Vega, te damos las siguientes pistas:
- Visión global. Si alguien de tu equipo experimenta el síndrome de burnout o de desgaste emocional, tu visión ha de ir más allá de ese elemento en concreto, para entender el contexto del sistema y comprender qué es lo que está pasando en el entorno laboral.
- Comprensión integral. La complicación puede deberse a una cuestión individual (puntual, incluso), replicable o también que, aunque se haya mostrado para el caso de un trabajador, existan otros miembros del sistema o equipo que también estén transitando por ella. Como responsable tu mirada ha de ser integral, sistémica.
- Espacio de expresión. Dice Henar Vega que el director o jefe de equipo ha de ser capaz de crear un espacio en el que las personas puedan expresar lo que sienten; “se ha de hablar poco y escuchar mucho, en lugar de intentar solucionar todo para que no pase nada”.
- Ser co-creadores. El líder de equipos puede ofrecerse como coayudante o cocreador de esa solución al malestar de ese momento.
- La persona en el centro. “Este mundo tecnológico en el que llega a ponerse en duda el trabajo de las personas requiere de una nueva habilidad, como es prestar atención a esos puntos emocionales de los miembros del equipo”, dice Henar Vega; “de esta manera se aportará un mayor valor allí donde las máquinas, de momento, no llegan”.
- Acotar pasiones. Encontrar tu Ikigai, tu propósito de vida, suele estar relacionado con aquello que te apasiona, con lo que más te motiva hacer. En este sentido, “no hay nada que llene más que un trabajo por vocación y con entrega, aunque requiere una acotación”, dice la psicóloga Vega; “que esa labor y esa pasión no te hagan olvidarte de ti mismo”.
- Mide y comunica. Si eres una persona que trabaja en equipo, aprende a conocerte y, antes de quemarte, comunícate con tus compañeros y con tu jefe. Ten en cuenta que trabajar “en llamas” puede provocar tu desmotivación por lo que antes fue tu pasión.
Si has llegado hasta aquí, te dejo una frase de la escritora estadounidense Anne Lamott: “Casi todas las cosas volverán a funcionar si las desenchufas por unos minutos, incluso tú”.
Así que, si algo va mal en tu día a día, haz como en el chiste: sal y vuelve a entrar.
¡Felices Apagafuegos! ¡Feliz Coaching!
