La relación entre abuelos y nietos es una tipo de vínculo muy especial ya que son dos generaciones coincidentes en el tiempo, unidas por las raíces familiares y separadas por una generación.

Es una relación donde se juntan los dos extremos del ciclo de la vida y  resulta muy beneficiosa y enriquecedora para ambos. Unos aportan la experiencia, sabiduría y afecto y los otros aportan la frescura, el amor y la necesidad e inquietud por aprender. Una mezcla perfecta.

Hoy en día, por los cambios sociales, los abuelos están presentes de una manera muy activa en la crianza de sus nietos lo que abre grandes debates entre la sociedad.

Desde el punto de vista psicológico esta relación simbiótica tiene amplios beneficios para ambos: abuelos y por supuesto nietos.

Principales beneficios para los menores.

• Aprenden sobre la vida, sobre las experiencias y conocen sus propias raíces de una forma experiencial inolvidable.
• Escuchar historias de sus antepasados en primera persona es un privilegio que todo niño debería experimentar.
• Son atendidos con la dedicación, el cariño y la paciencia que solo sus abuelos saben y pueden darles y que quizá no hayan podido darles a sus propios hijos pero que sí puedan aportarlas a sus nietos.
• El cuidado y la ternura que despierta en sí misma la relación abuelos/nietos cuando se ve desde fuera es un reflejo de la calidez que dentro de ella pueda haber.
• Los recuerdos que graban en la tierna infancia con sus abuelos les acompañarán de por vida e incluso podrán formar parte de las historias que cuenten a sus nietos cuando llegue el momento y esto debe ser todo un placer para los sentidos.
• Sentirse atendidos, escuchados y queridos por sus abuelos son experiencias que a parte de ser positivas en su desarrollo vincular posterior son recuerdos que marcan positivamente a sus cerebros emocionales de por vida.

Principales beneficios para los mayores.

• La mejor compañía que nuestros mayores puedan tener es la cercanía de sus nietos. Todo un privilegio para los sentidos y los sentimientos.
• Enseñar y trasmitir no solo el conocimiento de la experiencia personal sino la trasmisión de historias, emociones y épocas pasadas es muy beneficiosa.
• Convivir con la energía y frescura de un niño revitaliza, activa y tonifica cuerpo y mente.
• Mejoran la flexibilidad corporal al estar mas activos físicamente.
• Tienen rutinas, planifican actividades y las disfrutan con los más pequeños.
• Crean historias nuevas lo que les hace estar y sentir más vivos.
• A nivel cognitivo las capacidades de memoria, atención, motivación, lenguaje, percepción etc son entrenadas de forma frecuente e intensa y por ende mejoradas lo que repercute en una menor probabilidad de incidencia de enfermedades neurodegenerativas.
• Sentimientos de utilidad ya que sienten que ayudan a sus hijos con la logística diaria y comparten con sus nietos rutinas.
• Sentirse queridos, atendidos, escuchados, necesitados es muy positivo ya que disminuye la incidencia de trastornos del estado de ánimo asociados a las carencias o disminución de dichos sentimientos.
• No nos olvidemos de que los abuelos que acompañan a sus nietos más mayores suelen estar más al día en lo que respecta a tecnología por lo que están más actualizados en este sentido y sus nietos orgullosos de esto.

Amaya Terrón. Psicóloga.

https://www.psicologiaamayaterron.com/