En estas primeras semanas en las que te planteas tus objetivos para el año que empieza, ¿sabes si tales retos conectan con el plan de tu alma? Éste se te irá revelando en cada una de tus experiencias dolorosas, momentos en los que el alma podrá conectar con tu propósito de vida o Ikigai. Desde el Coaching, te acompaño en este proceso espiritual.
Hace tiempo, durante una celebración, un familiar me comentaba el miedo que sentía cada vez que tenía que subir a un avión, lo cual era frecuente, debido a su trabajo.
Le pregunté si había seguido algún tipo de terapia o acompañamiento para conseguir superarlo, a lo que me respondió que había pasado por las salas de psicólogos, coaches y se había sometido a sesiones de hipnosis y regresiones.
Fue precisamente durante una de estas últimas cuando descubrió lo que consideraba el origen de su fobia: “¿cómo no iba a tener pánico a volar, si fue en un accidente de avión donde perdimos la vida mi bebé y yo?
“El alma se encarna, existencia tras existencia, con un propósito bien definido, planificado”, dice la coach Yolanda Martínez; “sin embargo, al tomar la forma corporal, no somos conscientes de ese propósito, ni tampoco de las misiones que debemos cumplir para alcanzarlo”.
“Al morir y pasar al plano espiritual, el alma recoge todas las experiencias de esa vida, haciendo un recorrido desde el nacimiento hasta el momento en el que se trasciende”, dice esta experta; “Así es como el espíritu ve cuáles son las lecciones que se han cumplido y cuáles han quedado pendientes; estas últimas quedarán guardadas hasta que nuestra alma decida encarnarse de nuevo, para así poderlas desarrollar”.
Espacios entre vidas
Es en esos espacios entre vidas cuando se produce el encuentro con nuestros guías, maestros y espíritus familiares, con quienes nuestra alma planifica cuáles serán los aprendizajes a lo largo de esa nueva existencia que encarnaremos.
“El gran plan del alma es la base del recorrido de todas y cada una de tus existencias”, dice Yolanda Martínez; “además, espiritualmente cuentas con unos dones y talentos únicos, los cuales has de poner al servicio de ti mismo y de los demás”.
Ese plan incluye diversas misiones, es decir, lo que haces a lo largo de cada existencia, y un propósito que es tu para qué te has encarnado esta vez. Son las primeras las que te llevan a cumplir tu propósito de vida.
“Tu plan del alma se va revelando en cada una de tus experiencias dolorosas”, dice Yolanda Martínez; “es en tales momentos cuando tu espíritu tiene la posibilidad de conectar con ese propósito y puede llevar a cabo esos dones y talentos”.
Cómo conectar con tu propósito
“Recuerda que todo lo que te sucede en la vida tiene un para qué”, dice la coach Yolanda Martínez; “una razón de ser que, en esos momentos dolorosos de tu existencia, te ha servido para despertar todo el potencial que hay en ti, desarrollando ese plan que habías contemplado durante el espacio de reposo previo a una nueva encarnación”.
Para facilitar la conexión con tu propósito, Yolanda Martínez propone un ejercicio práctico:
- Prepara dos folios, un bolígrafo y un marcador o rotulador del color que desees.
- En una de las hojas, traza una línea vertical para separar dos columnas. En la de la izquierda, que puedes titular como “experiencias personales”, escribe todos los eventos que fueron dolorosos o traumáticos para ti. Empieza por las experiencias de tu infancia, las que recuerdes, para ir avanzando a lo largo de tu vida, hasta hoy.
- La columna de la derecha, que puedes nombrar como “experiencias de estudios y laborales”, enumerará aquellas situaciones de tu etapa de actividad intelectual que hayan sido duras para ti, o que no hayas superado.
- Lee ambas columnas, de principio a fin. Antes o después, descubrirás que existe un nexo de unión entre las experiencias de ambos lados. Utiliza el marcador para darte cuenta de una forma más gráfica de tal nexo, “que te proporcionará la clave de cuál es el propósito de tu existencia”, dice Yolanda Martínez; “ahí encontrarás también los dones y talentos surgidos tras esas experiencias dolorosas”.
- En la segunda hoja, anota esos talentos y dones que te han permitido dar solución a esas etapas; “son puntos que te servirán de referencia para desarrollar tu propósito”, dice Yolanda Martínez.
Si has llegado hasta aquí, vuelvo de nuevo a la escena con mi familiar. Tras su respuesta, reconozco que tardé unos minutos en responder, pues me dejó sin palabras.
Así que, tras lo que consideré una pausa valorativa, decidí dejar que continuara hablando. Sin embargo, esa persona se cerró. Bajó la mirada, echó un trago a su copa y con una sonrisa de compromiso, saludó a otro familiar que en ese momento se acercaba a nuestra mesa.
La experiencia me ha servido para saber que, si me ocurriera hoy una revelación como aquélla, cogería lápiz y papel y revisaría, una vez más, mi práctica sobre cómo conectar con mi propósito.
“Mediante el ejercicio descubrirás que todos esos momentos críticos en tu existencia han tenido una misión”, dice Yolanda Martínez; “ omo es la de despertar todo ese potencial de dones y talentos que hay en ti”.
Y tú, ¿te atreves a descubrir cuál es el gran plan de tu alma?
¡Felices Pesquisas Espirituales! ¡Feliz Coaching!
