Palabras en movimiento

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Suele decirse que las personas procedentes de países latinos nos hacemos entender mejor y es porque, al hablar, acompañamos nuestro relato con movimientos y gesticulaciones más o menos intensas. Ahora la ciencia revela que “el partido del lenguaje se juega en el cuerpo entero y no sólo en el estadio del cerebro”. Desde el Coaching te acerco a esta apasionante relación entre las palabras y tu cuerpo, ¿me acompañas?

 

Al leer o copiar palabras como aplaudir, escribir, saludar, martillear o recortar, en tu cerebro se activan determinadas zonas relacionadas con el movimiento de las manos.

Lo mismo si dices correr, saltar, andar o caer, que también promueven la aceleración de su área cerebral correspondiente; “Somos bichos mucho más lingüísticos de lo que imaginamos”, dice Adolfo García, director del Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de San Andrés, en California (Estados Unidos); “Cuando una palabra describe el movimiento de un área de tu organismo, dicha parte se mueve de modo distinto, ya que el lenguaje reverbera a lo largo de tu cuerpo”.

En Neurociencia ya se conoce este efecto, por el que el cerebro simula las acciones que describe el relato que alguien nos cuenta o que leemos, de manera que nuestra comprensión es mayor. “Al comprender el lenguaje se reactivan las experiencias corporales pertinentes”; dice el neurocientífico; “Hace más de siglo y medio que se estudia la relación entre el cerebro y el lenguaje, aunque tan sólo hace unas décadas se ha descrito el enorme potencial de este último como vehículo de comunicación”.

Y es que, tal y como dice este experto, que ha participado recientemente en un encuentro TED (Technology, Entertainment and Design), a su vez una plataforma americana (Estados Unidos y Canadá) de difusión gratuita de contenidos online, “el partido del lenguaje no se juega sólo en el estadio del cerebro, sino en el cuerpo entero”.

“En el día a día te mueves, en parte, en función de las palabras que te rodean”, dice García, que se pregunta: ¿podría ser que la forma de mover el cuerpo impacte en el lenguaje?

 

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Comprensión global

Cuenta este experto, en una de sus charlas TED más recientes, una prueba que realizaron con niños y niñas de edades comprendidas entre los 8 y los 10 años, consistente en hacerles escuchar distintas historias, evaluando posteriormente su comprensión mediante preguntas diversas.

Cómo se movían los personajes de la historia, dónde sucedían las cosas y cuándo ocurrían eran los temas sobre los que versaban las cuestiones. Posteriormente y durante 90 minutos los participantes jugaban con una consola de videojuegos de inmersión corporal completa.

“La actividad lúdica se caracterizaba porque los jugadores ponían todo el cuerpo al servicio del videojuego, es decir, tenían que saltar, patear, correr o esquivar”, dice Adolfo García, que explica que la prueba duró nueve días.

Tras la experiencia con el videojuego, los niños y niñas volvían a escuchar otras historias y, de nuevo, se les preguntaba acerca de cómo se movían los personajes.

“La conclusión fue que, tras poner el cuerpo al servicio de las acciones que requerían los videojuegos, los participantes comprendían mejor los movimientos de los personajes”, dice García; “Su comprensión de otros aspectos de las historias era el mismo que antes, aunque ahora entendían mejor las acciones”.

Esto ha llevado a los expertos a preguntarse si es posible replantearse la forma en la que se enseña el lenguaje: “el aprendizaje de las palabras se potencia si lo acompañas de movimientos congruentes, como el gesto de aplaudir cuando aprendes tal palabra”; “sea en el idioma que sea, es posible darle cabida al cuerpo en la enseñanza del lenguaje”.

 

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Predecir algunas enfermedades

Movimiento y lenguaje, palabras y acciones que llevan a pensar que, parafraseando la sentencia del filósofo griego Diógenes, el movimiento, más que andando, se demuestra hablando; “si existe un lenguaje tan íntimo entre los circuitos cerebrales que te permiten mover el cuerpo y esas palabras que describen el movimiento, ¿podemos valernos de estas últimas para saber si los circuitos están funcionando bien?”, dice Adolfo García.

Este neurocientífico describe que más de 9 millones de personas en el mundo padecen enfermedades que afectan al movimiento, “la más prevalente es la de Parkinson, dolencia degenerativa hoy por hoy incurable”; “por tanto, lo mejor es encontrar huellas, indicios o pistas que permitan detectar la enfermedad en etapas tempranas”.

Resulta que los pacientes de Parkinson tienen dificultades específicas “para comprender, producir y asociar verbos que describen movimientos del cuerpo, las cuales surgen en fases muy tempranas de la enfermedad”, dice García.

El principal beneficio que se deriva de la observación lingüística es la posibilidad de discriminar entre las distintas variantes de la enfermedad de Parkinson, con un grado de precisión superior al de otras pruebas consideradas hasta ahora de mayor rango médico.

Además, se trata de ensayos no invasivos, de bajo coste y sin riesgo alguno para los pacientes.

“De repente, se nos revela una nueva función del lenguaje, el cual no vale exclusivamente para comunicarse, sino que es también un vehículo para establecer si ciertos sistemas cerebrales están funcionando adecuadamente”, dice el neurocientífico Adolfo García.

Si has llegado hasta aquí, te dejo con una última frase de este experto en Neurociencia sobre el tema: “en la experiencia cotidiana comprobamos cómo el lenguaje, el cerebro y el cuerpo están siempre integrados, combinados, coexisten, conviven y se relacionan; están entrelazados”.

¡Felices Palabras en Movimiento! ¡Feliz Coaching!

 

 

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