Ante la celebración del Día Mundial de las Personas Mayores, el 1 de octubre, las personas mayores vuelven a alzar su voz lanzando sus reivindicaciones más urgentes, entre las que se encuentra tener un mayor protagonismo en nuestra sociedad.
La Confederación Española de Organizaciones de Mayores, CEOMA, recuerda que “las personas mayores son protagonistas de la sociedad”, y por eso deben ser parte activa en todas las acciones que se adopten. Actualmente, representan alrededor de 901 millones de personas mayores de 60 años y más en todo el mundo, el 12% de la población global.
Ante esta realidad numérica la Confederación lanza las siguientes reivindicaciones:
- Un protocolo de alerta especial para las personas mayores en relación con las emergencias y catástrofes climáticas. En concreto, piden que se cree un sistema operativo de alerta temprana accesible a todasl as personas mayores vulnerables, que emita información en tiempo real ante el incremento del nivel de riesgo de los eventos climáticos externos.
- Respetar «dónde quieren vivir y cómo«, así como «qué tipo de servicios quieren recibir». Es necesario mejorar la calidad de vida de las personas mayores: vivan donde vivan, estén donde estén, en centros o en su propio domicilio, contando con la mejor atención de un equipo interdisciplinar que les preste una atención integrada y centrada en la persona conl os cuidados adecuados a las necesidades, siendo estos dignos y humanizados.
- Alfabetización digital, con la incorporación de Apps intuitivas, sencillas, accesibles y pensadas para una población diversa. Es necesario que se garantice los derechos digitales de las personas mayores; con acceso a una tecnología para todos, sin discriminación, poniendo especial interésen los colectivos más vulnerables y facilitando su participación en el desarrollo de estos. Las que las personas mayores de las zonas rurales han de disponer de los mismos servicios que en la ciudad.
- Mayor protagonismo de la mujer mayor, considerándolas personas activas y agentes de cambio al que contribuyen. Urge concienciar y avanzar en las políticas con perspectiva de edad y de género que den respuesta a las necesidades de la mujer mayor favoreciendo su empoderamiento e inclusión participativa en las políticas públicas sin excepción.
- La solidaridad con las personas mayores se aprende, se enseña y se expresa. Una sociedad solidaria genera círculos virtuosos que contribuyen a que la solidaridad se convierta en una actitud común. Vivimos en una sociedad intergeneracional y hay que potenciar los lazos y relaciones entre personas jóvenes y mayores formando sociedades inclusivas para todos.
- Vivienda y entornos amigables con las personas mayores, que requieren un cambio de actitud, superar estereotipos y decisión política para afrontar nuevos caminos.
- Tranquilidad económica, resultado del esfuerzo de cada uno, combinado con el esfuerzo de la sociedad. Las instituciones han de velar para que nadie se deslice por la pendiente de la inseguridad económica o la pobreza.
- Soledad no deseada y buen trato, que requiere un cambio cultural de las nuevas generaciones, así como la educación en derechos, valores y humanización en las relaciones. Para paliar y prevenir la soledad no deseada de las personas mayores hay que integrar las estrategias y políticas de todas las administraciones públicas sobre la soledad en una única, eliminando la fragmentación y la generación de compartimentos estancos,en términos de equidad.
