¿Te preguntas para qué estás aquí? ¿Te cuestionas qué sentido tiene lo que estás haciendo? ¿Dudas de quién eres realmente? ¿Parece que no sabes lo que te gusta o no y lo que deseas y no deseas hacer? ¿Desconoces qué camino has de tomar en tu vida? Te doy la bienvenida a la crisis existencial que, contra lo que pueda parecer, es una gran oportunidad para hallar tu camino. Desde el Coaching te acompaño.
Hace varios meses, le comentaba a una persona que llevaba varios días en los que, al despertarme, sentía un miedo profundo, punzante, el cual casi no podía describir.
“Miedo existencial”, me respondió, sin más. La felicité por su agudeza, aunque su recomendación (“haz yoga, que puede venirte muy bien”) no resonó para nada conmigo en ese momento.
Lo que no ha dejado de repicar en mi cabecita, en mi alma y en mi corazón es esa denominación precisa y concreta de miedo existencial.
“Crisis existencial es el momento en la vida en el que empiezas a replantearte, a hacerte preguntas trascendentales del tipo: ¿para qué estoy aquí y qué sentido tiene lo que hago?”, dice la coach Yolanda Martínez en su canal de You Tube.
“Esta crisis marca el momento en el que tu alma se pone en contacto con el punto más inconsciente y te impulsa a salir de tu zona de confort”, dice la coach; “sentirte triste sin causa conocida, apática, desmotivada, desganada o aislarte del mundo, del resto de la gente, son señales de esa crisis existencial”.
El inconsciente guarda las causas
Las causas de la crisis existencial suelen ser muy profundas, por estar arraigadas en el inconsciente. De la mano de Yolanda Martínez las vemos:
- Comprensión del alcance de la mortalidad. Cuando se produce el fallecimiento de un ser querido, suelen despertarse diversas incógnitas acerca de la muerte. “No estás acostumbrado a oír hablar de ella, tampoco de la magnitud que representa en tu vida”; “Tal desconocimiento te lleva a verla desde el miedo, a preguntarte qué pasa contigo cuando trasciendes”.
- Sentirte solo o aislado del mundo. Basta con que te sientas una persona rara, distinta del resto, para que te preguntes quién eres tú, “contigo mismo y con los demás, cuál es tu función en el mundo o qué es aquello de valor que has de entregar”.
- Falta de propósito. Es posible que te cuestiones para qué estás aquí o qué sentido tiene tu vida en este momento.
- Insatisfacción con tus logros. La crisis existencial también puede desencadenarla el hecho de que no estés satisfecha con lo que has logrado en tu vida; “ves que tu vida es un cúmulo de metas sin sentido”.
- Desmotivación. Aquello que antes te motivaba, te ilusionaba, ahora para ti no tiene ningún valor.
- Sin límites propios. Cuando tomas consciencia de tus límites, te percatas de que te has pasado la vida entregándote a los demás sin tenerte en cuenta; “sin darte aquello que deseabas, sin priorizar las experiencias que siempre habías deseado vivir”; “o quizás te las has negado, enterrándolas en tu inconsciente”.
- Hay una falta de valía y comprensión hacia ti misma.
- Sensación de extrañeza contigo. Como si algo dentro de ti hubiera cambiado y no supieras hacia dónde ir o qué hacer. “Hay una gran confusión interna que te lleva a la desorientación”.
“Todo esto te provoca un agotamiento mental y emocional, al querer reubicar ese revuelo interior”, dice Yolanda Martínez; “lo cual puede llevarte a tener miedo al futuro, por no saber qué camino escoger”.
Cómo salir del atolladero
Se dice que una crisis es un cambio profundo en una situación o proceso, lo cual tiene consecuencias importantes.
Este salir del área de confort (que no es tal, como ya sabes) te procura unos beneficios que, tarde o temprano, te acompañan y ayudan en tu vida. Por ejemplo, conectar contigo y saber hacia dónde has de ir.
No obstante, lo primero es lo primero: ¿cómo puedes salir de tu crisis existencial? Yolanda Martínez nos propone algunas soluciones:
- Escúchate y respeta tus emociones. “Permítete sentir aquello que estés experimentando, por ejemplo, la tristeza; no lo niegues, pues esta negación sólo prolongará tu sufrimiento y agonía”.
- Priorízate. Respeta lo que desees hacer en todo momento. “Si ahora no te apetece algo o estar con alguien porque no te encaja, permítete estar contigo o también buscar aquellas personas que te reconforten, con las que te sientas bien”.
- A solas. Encuentra momentos en los que estar contigo misma, a solas, no huyas de ti; “así lograrás conectar con lo más profundo, con tus sentimientos, con lo que se remueve en tu interior”; “Es un buen momento para poner orden en todo lo que se está generando en ti”.
- La meditación es una herramienta que te permitirá poner orden. “Si no lo has hecho nunca, céntrate en tu respiración (inhalación-exhalación) para calmar tu mente y tus emociones”; “de esta manera podrás escuchar tu voz interior, que es la que ha despertado tu crisis existencial”.
- Lo que más te guste. Haz aquello que te apasione y disfrútalo; “te inspirará para saber cuál es tu camino y hacia dónde has de dirigirte”; “si no lo encuentras, puedes volver al punto anterior, a la meditación”.
- Conócete. Acompáñate día a día de lectura para tu autoconocimiento, para transformarte y renacer”.
- Alguien que te guíe. Encuentra a un profesional que te acompañe, más allá de tu mente, para que puedas conectar con lo trascendental dentro de ti y así ver la causa profunda que ha despertado tu cambio existencial.
Si has llegado hasta aquí, te cuento algo más sobre mi crisis existencial: día a día doy pasos pequeños, aunque certeros, mediante los que voy desenredando una gran madeja en mi interior.
Es cierto que, siendo coach, cuento con diversas herramientas para facilitar mi proceso, aunque la crisis está en mí y soy yo la que desea salir de ella.
Por eso he decidido contar con el acompañamiento de una profesional que me ayude a poner, negro sobre blanco, hacia dónde voy y para qué.
Te iré compartiendo mi proceso, por si te puede dar alguna pista. Yo estaré encantada de saber cómo te va a ti, si es que tu meta es salir de tu crisis existencial.
Y recuerda que, como suelo decir, tomar consciencia de que estás en crisis es tener resuelta el 80% de la situación.
¡Feliz Salida de tu Crisis Existencial! ¡Feliz Coaching!
