Emociones necesarias y legítimas

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¿Te permites sentir lo que sientes en cada momento? ¿Eres de los que prefiere no hablar con nadie cuando te encuentras triste? ¿Quizá te molestan las personas que expresan alegría con muchas alharacas? ¿Qué haces cuando te disgustas? ¿Ycuando tienes miedo? ¿Sabes ser consciente de tus emociones?

Imagina una tarde de otoño en un parque infantil. Un niño de unos cinco años acude llorando a su madre porque otros le han pegado. Ella le recrimina que ha de saberse defender y que, si no es así, no volverán a jugar al parque. Su hijo
sigue llorando, así que la madre lo coge de la mano y se lo lleva.

Quien cuenta la escena es Miriam Ortiz de Zárate, socia del Centro de Estudios del Coaching (CEC) y coach experta en Desarrollo Emocional. “El niño se siente posiblemente humillado y busca cobijo y apoyo en la persona más
importante para él, su madre”; “Sin embargo, recibe un mensaje claro y contundente: esto no lo quiero, no traigas vulnerabilidad, no la puedes mostrar, no puedes llorar, has de defenderte; de hecho, si no sabes defenderte no podrás venir a jugar al parque”.

El niño, por su parte, aprende una dura lección: “Mi madre no quiere que me muestre frágil, he de esconder la tristeza, las lágrimas; ella quiere que me defienda”.

Puede que los otros niños sean más grandes y el protagonista de esta historia no se sienta con fuerza suficiente para plantarles cara; puede que tampoco le
apetezca contraatacar con golpes… “Pero es lo que mi madre me está pidiendo”, piensa el niño agredido; “Voy a ocultar esta parte de mí, voy a evitar sentir”.

“En Coaching trabajamos desde un paradigma distinto”, dice Miriam Ortiz de Zárate; “pues todas las emociones son necesarias y legítimas, son parte de nuestra biología y todas y cada una tienen su función, sirven para algo”.

Dice la socia y directora de CEC que cuando bloqueamos las emociones “estamos anulando o evitando un montón de posibilidades de acción”.

Validar lo que sentimos

“Hay días en los que pensamos que no estamos bien y nos preguntamos qué nos pasa y esto es porque el cuerpo es sabio y nos trae a primer plano lo que necesita”, dice Ana Asensio, psicóloga experta en Neurociencia y autora de
Vidas en Positivo. Para esta experta en las conexiones que se establecen entre nuestro cerebro y nuestro corazón, “es cierto que la tristeza no es una emoción muy social, ni
divertida; si vemos a alguien triste, solemos intentar animarlo, en lugar de respetar su estado de melancolía que, por cierto, todos necesitamos en algún momento”.

Esta psicóloga compara esta escena con otra similar, pero con una emoción distinta: “Cuando alguien nos dice que está contento y nos alegramos, no intentamos solucionar nada, ¿verdad?, pues lo mismo con la tristeza, miedo o
ira”.

Y es que en muchas ocasiones lo único que necesitamos es reconocer, dar legitimidad a esa emoción, la que sea. “Validar no quiere decir asumir la acción”, dice Asensio, que pone un ejemplo acorde a su tesis: “Como en el caso
de que alguien iracundo nos agreda”.

“En un proceso de Coaching escuchamos al coachee, legitimando al 100% lo que nos trae”, dice Miriam Ortiz de Zárate, de CEC; “Su mundo interpretativo, su mundo emocional, sus necesidades, le dejamos expresarse completamente; recogemos, sostenemos y, a partir de ese lugar en el que el cliente se siente legitimado, sostenido y respaldado, podemos desplegar un proceso reflexivo
mediante preguntas tales como ¿qué alternativas tengo?, ¿Cómo puedo manejar esta situación? y ¿Qué opciones se me presentan?”.

Volviendo a la historia del pequeño en el parque, en tales momentos “requería ser cobijado, escuchado, comprendido y ayudado para explorar las posibilidades y opciones, a través de recursos y soluciones que él hubiera llevado a la práctica acompañado de su adulto de referencia”, dice la socia directora de CEC.

Desde el Coaching te propongo una reflexión: en un caso como el que Miriam Ortiz de Zárate nos proponía en su serie “Lecciones de Coaching en cinco minutos”, ¿cuál habría sido tu reacción primera? ¿Te ha ocurrido alguna vez? ¿Estás satisfecho con la forma en que procediste?, ¿Qué te ha aportado este relato de la directora de CEC? ¿Crees importante hacer legítimas las emociones? Y las preguntas poderosas de rigor… ante el reto de validar tus emociones, ¿qué te impide conseguirlo? ¿Cómo lo vas a lograr? ¿Cuándo?

¡Feliz Validación de Emociones! ¡Feliz Coaching!

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