Enfermedades neuroquirúrgicas más comunes a partir de los 50 años

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ENFERMO MAYOR DE 50

El término “enfermedades neuroquirúrgicas” hace referencias a trastornos que afectan el sistema nervioso (que incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos) y que pueden necesitar tratamiento mediante una operación.

 

En las personas que tienen 50 años o más, las enfermedades más frecuentes cuyo tratamiento puede requerir una intervención neuroquirúrgica, incluyen el ictus o accidente cerebrovascular, que es una de las afecciones más comunes de sistema nervioso, y ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro, lo que hace que las células cerebrales mueran debido a la falta de oxígeno y nutrientes.

Hay dos tipos principales de accidentes cerebrovasculares: isquémicos (causados por un coágulo de sangre que bloquea el flujo sanguíneo en el cerebro) y hemorrágicos (causados por un vaso sanguíneo en el cerebro que se rompe o derrama sangre). El accidente cerebrovascular, el aneurisma y las malformaciones arteriovenosas (MAV) son enfermedades cerebrovasculares comunes que requieren intervención neuroquirúrgica. Las personas mayores tienen un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y otros problemas del riego sanguíneo cerebral debido a los cambios relacionados con la edad en los vasos sanguíneos.

Los tumores cerebrales son masas de células anormales en el cerebro. Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores cerebrales pueden causar una variedad de síntomas dependiendo de su ubicación y tamaño, como dolores de cabeza, convulsiones, cambios en la personalidad, problemas de lenguajes y/o debilidad en un lado del cuerpo. Aunque los tumores cerebrales pueden ocurrir a cualquier edad, el riesgo aumenta con la edad. Los meningiomas, glioblastomas y tumores cerebrales metastásicos (que se originan por cáncer en otra parte del cuerpo) son algunos tipos comunes de tumores cerebrales en adultos mayores. La extirpación del tumor es una parte fundamental en el tratamiento de los tumores del sistema nervioso.

 

cerebro

 

La enfermedad degenerativa de la columna vertebral afecta las vértebras, los ligamentos y los discos espinales, que actúan como “amortiguadores” entre las vértebras. Con la edad, estos discos pueden degradarse o romperse, lo que provoca dolor, debilidad o entumecimiento. A medida que las personas envejecemos, el desgaste de la columna vertebral puede provocar afecciones como enfermedad degenerativa del disco y la estenosis espinal, que es un estrechamiento de los espacios dentro de la columna vertebral, causando presión sobre los nervios que viajan a través de la columna vertebral. Es más comúnmente causada por cambios de desgaste en la columna vertebral relacionados con la osteoartritis. Tanto la enfermedad degenerativa discal como la estenosis del canal espinal pueden causar dolor, entumecimiento o incluso debilidad de brazos o piernas, que a menudo empeora con el tiempo. Estas situaciones pueden requerir intervención neuroquirúrgica.

La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo del sistema nervioso, que afecta el movimiento y otras funciones. Se caracteriza por temblores, rigidez y dificultad con el equilibrio, la coordinación y la marcha. Otro trastorno del movimiento, el temblor esencial es una enfermedad que en bastantes casos es hereditaria, pero que empeora y se hace más incapacitante con la edad. Los temblores dificultan o pueden llegar a impedir algunas actividades tan básicas como la higiene o la alimentación. Si bien el tratamiento primario en ambas enfermedades es la medicación, cuando los fármacos pierden eficacia en el transcurso de la enfermedad, la cirugía de estimulación cerebral profunda o el tratamiento mediante ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU, por sus siglas en inglés) son una importante opción terapéutica que considerar en los pacientes afectados.

La hidrocefalia del adulto o hidrocefalia normotensiva (de presión normal) se caracteriza por la acumulación de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos del cerebro, causando dificultades para caminar, incontinencia urinaria, y pérdida de memoria que puede evolucionar a demencia. Ocurre con mayor frecuencia en personas mayores de 60 años, y a menudo se puede corregir con intervención quirúrgica relativamente sencilla para drenar el exceso de líquido. Es por este motivo una de las pocas causas de demencia con un tratamiento eficaz en la actualidad.

La neuralgia del trigémino es una enfermedad que cursa con dolor crónico que afecta el nervio trigémino, que lleva la sensación de la cara al cerebro. A menudo se describe como un dolor facial repentino, grave y que puede volverse más frecuente con la edad. Cuando los medicamentos no son efectivos, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos. La descompresión microvascular es un tratamiento quirúrgico para esta afección.

Finalmente, hay que recordar que el sistema nervioso también incluye los nervios periféricos, que conducen la sensación y las órdenes del movimiento desde el sistema nervioso central al resto del organismo. Las neuropatías periféricas consisten en lesiones de los nervios periféricos que a menudo causan debilidad, entumecimiento y dolor, generalmente en las manos y los pies. También puede afectar otras áreas de su cuerpo. Si bien el tratamiento a menudo implica controlar la causa subyacente (como, por ejemplo, la diabetes u otras enfermedades sistémicas) en algunos casos causados por el atrapamiento de un nervio por un ligamento engrosado por el uso y la edad, la descompresión quirúrgica de los nervios afectados puede ayudar a controlar los síntomas

Es importante tener en cuenta que no todos los trastornos neurológicos requieren intervención quirúrgica. Muchos se pueden controlar con una combinación de medicamentos, fisioterapia y cambios en el estilo de vida. También es cierto, por otra parte, que el tratamiento neuroquirúrgico puede ser la mejor opción cuando los tratamientos conservadores no controlan los síntomas. Si se requiere cirugía, el procedimiento específico dependerá de la enfermedad, su gravedad, la salud general del paciente y otros factores. Siempre consulte con un profesional de la salud para conocer las opciones de tratamiento más adecuadas.

 

 

doctor 

Jordi Rumiá

Neurocirujano consultor del Instituto Clavel

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