Grijalbo ha publicado El cuaderno de las recetas perdidas, de Jacky Durán, una lectura más que recomendable.
La lectura es uno de las aficiones más especiales que yo creo que existen, ya que a través de los libros uno es capaz de vivir experiencias únicas. Hoy recomiendo un libro muy especial en el que las recetas de cocina pasan a un segundo plano, quedando como argumento principal la relación entre un padre y un hijo: sobre la mesa un plato repleto de alimentos tan únicos como es el amor de un padre a un hijo. El libro desvela secretos familiares, recetas escondidas y pasiones que se heredan de los progenitores. Son muchas las ocasiones en las que no hacemos preguntas sobre distintos temas a nuestros padres y cuando ya no están con nosotros, nos arrepentimos de no haberlo hecho.
El periodista y crítico culinario, Jacky Durand nos presenta en su primera novela a Henry, un experto cocinero que no utiliza ningún recetario ni manual de cocina para elaborar sus sabrosos y delicados platos, una enfermedad le impide seguir adelante y será su hijo Julien quien siga adelante a pesar que Henry nunca quiso que su hijo siguiera sus pasos. Julien recuerda que existía un cuaderno con tapas de plástico en las que su madre escribió alguna de esas recetas que llevaba a cabo su padre, era el libro de los secretos culinarios de Henry y ahora que él ha tomado el relevo, necesita encontrar ese cuaderno y está dispuesto a todo para conseguir encontrarlo.
La obra está narrada por el propio protagonista Julien, que capítulo tras capítulo va haciendo memoria de la vida que ha llevado junto a su padre dirigiéndose a él como sí le estuviera oyendo: recuerdos, anhelos, vivencias compartidas, sueños e ilusiones frustradas. Toda una vida de encuentros y desencuentros entre padre e hijo, el misterioso abandono de su madre…
Un libro que entre 03 se desencadena una trama familiar. Es un libro sencillo de leer que resulta entretenido y engancha desde el principio.
