Los síntomas consistentes en una necesidad de orinar durante la noche o la urgencia en la micción en su forma inicial o leve surgen a partir de los 50 años.
Los años pasan para todos. Y según pasan estos años y se alcanza una edad comienzan a surgir problemas en el organismo que hacen la vida un poco más complicada de lo normal. Por ello, es recomendable que cada persona asuma unos buenos hábitos de vida, lo más saludables posibles para minimizar daños y problemas que pueden empezar a salir con el envejecimiento.
Los problemas asociados a la edad suelen nacer en los hombres, sobre todo, a partir de los 50 años. Al llegar a esta edad el cuerpo suele experimentar un cambio más drástico y empezar a dar algunas señales de que no se es tan joven como lo éramos anteriormente, por lo que hay que empezar a cuidarse un poco más y esforzarse en mantener una vida saludable.
En este sentido, los problemas más frecuentes que suelen tener los hombres al cumplir los 50 años suelen estar asociados con una presión arterial alta, la obesidad, el colesterol e, incluso, algunos hombres pueden empezar a sentir problemas degenerativos osteoarticulares como son la artrosis o la artritis.
Por ello, hacerse un chequeo es importante en los hombres que cumplen 50 años. Es una forma de prevenir problemas y detectar lo antes posibles cualquier anomalía, estando siempre supervisado por nuestro médico de confianza. Al respecto, es frecuente también que a los 50 años empiezan a surgir en algunos hombres problemas con el funcionamiento de las vías urinarias.
En concreto, según diferentes estudios, a partir de los 50 años más de la mitad de los hombres presentan molestias relacionadas con el funcionamiento de las vías urinarias que afectan sustancialmente a su calidad de vida. Llegados a este momento, lo mejor es acudir directamente al médico para que nos dé su visión profesional y nos ponga el tratamiento adecuado para las molestias que suelen generarse con los problemas de las vías urinarias.
Entre las molestias encontramos las relacionadas con los problemas de micción, la sensación de urgencia urinaria, chorro débil e intermitente o la necesidad de levantarse durante la noche para orinar. La prevalencia de estas molestias en hombres de 50 años es aproximadamente del 50% y alcanza el 80% en varones de 70 años o más.
Para afrontar estos problemas, tal y como se puede ver en este enlace, el complemento alimenticio Proxamol® ayuda a mejorar y contribuir al funcionamiento normal de las vías urinarias en el hombre y aliviar dichas molestias, Este es un complemento de una alta seguridad y pocos efectos secundarios.
Según explican desde la compañía desarrolladora de esta solución para hombres, “la dosis recomendada es de una cápsula al día, que contiene 320 miligramos de extracto estandarizado del fruto de Serenoa repens, un extracto ampliamente estudiado, que ha demostrado su eficacia frente a las molestias relacionadas con la orina y un perfil de seguridad con escasos efectos secundarios”.
En lo que se refiere al éxito de este complemento alimenticio, un estudio realizado a 190 consumidores demostró que funcionó en 9 de cada 10 hombres tras la toma de una cápsula al día durante 30 días.
Otros problemas a partir de los 50 años
Para los especialistas, la prioridad en el caso de los hombres al cumplir los 50 años está en tener una especial fijación en los temas relacionados con la próstata y el colon. De hecho, con respecto a la primera es recomendable hacerse una revisión anual, ya que el crecimiento de la próstata (benigno o tumoral) es algo común y, por tanto, no debe haber vergüenza a la hora de someterse a una exploración.
Además y como se ha mencionado un poco más arriba, la toma de tensión y el análisis de sangre informarán del colesterol, triglicéridos, transaminasas, glucosa y urea también son prácticas que deben hacerse de forma habitual durante la cincuentena. Para evitar riesgos y lograr detectar cualquier anomalía a tiempo, los médicos aconsejan a todos los mayores de 50 años hacerse un chequeo de salud, al menos anual, ya que las patologías más frecuentes pueden ser detectadas en fases precoces.
Cuando se localiza el problema en un tiempo de evolución adecuado, el número de casos en los que la enfermedad es controlable, tratables y muchas veces curables es muy alto.
