Los mayores con potencia muscular viven más años

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Las personas mayores que son “fit” porque tienen una potencia muscular alta viven más años de media que los que tienen una potencia muscular baja, independientemente de su Índice de Masa Corporal (IMC), de su circunferencia de cintura o de su porcentaje de grasa, así como de otras condiciones como la hipertensión, el tabaquismo o la inactividad física. Así lo ha demostrado el estudio multicéntrico EXERNET, impulsado por investigadores del CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES) del Grupo GENUD Toledo (Universidad de Castilla-La Mancha – UCLM), dirigidos por Ignacio Ara.

Los ‘fat but fit’ (popularmente conocidos como ‘fofisanos’), es decir, personas
adultas con ligera obesidad pero que están en forma, tienen mejor pronóstico que
las personas que están delgadas, pero no están en forma. En la investigación que
acaba de publicarse en la revista British Journal of Sports Medicine, Ignacio Ara
explica que “si tienes suficiente potencia muscular (fit) no es tan relevante si eres
obeso o no; lo realmente importante en personas mayores para predecir la
mortalidad es la potencia muscular”.

La forma física es uno de los más importantes predictores de mortalidad entre
adultos y su relevancia es tal que las personas con obesidad o enfermedad
metabólica que presentan una adecuada aptitud cardiorrespiratoria presentan un
menor riesgo de mortalidad, en comparación con personas sin obesidad, pero con
bajo fondo físico, lo que se conoce como paradoja de los ‘fofisanos’. Sin embargo,
los investigadores del CIBERFES han indagado si se cumple en mayores cuando se
analiza la potencia muscular.

De las 2.563 personas entre 65 y 91 años participantes en el estudio EXERNET, que
ha realizado un seguimiento de la mortalidad durante nueve años, aquellas que
contaban con un nivel adecuado de potencia muscular registraron una reducción
de la mortalidad por todas las causas al finalizar ese periodo, independientemente
de la obesidad (evaluada según el IMC, el porcentaje de grasa o la circunferencia de la cintura), mientras que ser de constitución delgada era un factor de supervivencia solo cuando iba acompañado de niveles adecuados de potencia muscular.

Sin embargo, la obesidad según el índice de grasa (un marcador diferente al
porcentaje de grasa) mitigó los beneficios de supervivencia proporcionados por los
niveles adecuados de potencia muscular en los adultos mayores. Evaluar otros marcadores de adiposidad y la potencia muscular, clave Estos hallazgos abren nuevas vías para la práctica clínica en un futuro y según explica el investigador del CIBERFES y primer firmante, Julián Alcázar, “si es posible, la evaluación del índice de grasa debe preferirse a otros marcadores de adiposidad, ya que es más apropiado para cuantificar la cantidad de grasa corporal y fue el único marcador de obesidad que mitigó los beneficios de supervivencia de la potencia muscular”.

Sin embargo, en el binomio gordura y aptitud física, se debe otorgar la mayor
importancia al componente físico en términos de prevención de la mortalidad
entre las personas mayores. Por lo tanto, los investigadores concluyen que es
urgente evaluar siempre los casos de potencia muscular baja en la práctica clínica
diaria, dada su asociación con los factores de riesgo entre este colectivo.

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