El golf es uno de los deportes más practicados a medida que vamos cumpliendo años. Se puede iniciar a cualquier edad, no requiere un esfuerzo excesivo y es un deporte de bajo impacto. Además, permite dar paseos al aire libre y nos mantiene en contacto con otras personas con las que compartimos una afición. Esto no quiere decir que sea un deporte recomendable para cualquier persona y a cualquier edad y que no cause lesiones, ya que el golf es causa directa de algunas lesiones de espalda.
La mayoría de las lesiones se producen por fallos en la mecánica a la hora de ejecutar el swing, aunque en ocasiones se pueden deber a accidentes con el carrito o los palos. El swing es un movimiento complejo en el que se utiliza todo el cuerpo y que al repetirse con frecuencia ejerce tensión en los músculos y sobre todo en las vértebras lumbares.
Durante el golpe, gran parte del giro se realiza con las dorsales y la zona lumbar es la que sujeta el cuerpo mientras tanto, y es aquí donde suelen producirse la mayoría de las lesiones, aunque también pueden darse en las cervicales o las dorsales.
Medidas para minimizar riesgos jugando al golf
Para poder disfrutar del golf y minimizar el riesgo de lesiones podemos adoptar una serie de medidas:
1.- Prestar atención a la postura, sobre todo a medida que cumplimos años. Existen algunas recomendaciones para adaptar la postura a una determinada edad como, por ejemplo, situar los pies un poco más abiertos que la anchura de los hombros para tener más estabilidad o adaptar el swing.
2.- Hacer estiramientos y calentar antes de empezar a jugar, como debería hacerse antes de cualquier práctica deportiva.
3.– En el golf, además, es importante realizar algunos entrenamientos que refuercen la musculatura de la espalda, sobre todo la musculatura axial lumbar posterior. También se deben trabajar los músculos del abdomen.
4.- Utilizar ropa y calzado cómodo y elegir palos adecuados a nuestra edad y fuerza.
Si se tienen problemas de espalda estos nos pueden dificultar jugar al golf. Es posible no sentir dolor con el swing y, sin embargo, tener dificultades para caminar de un hoyo a otro. Esto puede ser debido a una estenosis de canal lumbar, una patología que no es infrecuente a partir de los 60 años.
En ocasiones el golf puede estar contraindicado como en los casos en que la persona presente una inestabilidad mecánica (espondilolistesis) de sus últimos discos lumbares. Tras una cirugía de columna, también, es necesario dejar de jugar durante seis meses desde la operación.
El golf tiene muchas ventajas si podemos practicarlo a edades avanzadas, pero como en todo tipo de deporte es necesario que nuestro cuerpo esté preparado para ello.
Ignasi Catalá.
Neurocirujano y subdirector del Instituto Clavel.
