50 años de tradición gastronómica en La Cañada

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50 son los años que cumple ahora La Cañada, los años que llevan trabajando para mantener su tradición gastronómica y por ofrecer a sus clientes una oferta cuidada y de calidad.

La Cañada, que fue fundada en 1970 por Agustín Verdasco, continúa apostando por la cocina tradicional española. Y lo hace a través de platos que se elaboran con productos de gran calidad y que mantienen las recetas de siempre.

Cómo bien cuenta Marco Verdasco “el secreto de estos 50 años ha sido la constancia en el trabajo, la dedicación en el servicio al cliente para que se sienta como en casa y la atención a los proveedores para mantener la alta calidad de siempre”. De este modo resume su modo de hacer y de entender la gastronomía.

La Cañada tiene una amplia oferta gastronómica, destacando en sus entrantes la ensaladilla wamba, las croquetas de cocido, y las alcachofas en flor.

Para los más carnívoros le recomendamos, el cordero y cochinillo asados, el cachopo asturiano con jamón ibérico y queso manchego, o el chuletón de vaca vieja.

Y para los que les guste más el pescado, la merluza, en cualquiera de sus formas, el tartar de atún sobre crema de aguacate o los chipirones de Huelva encebollados les sorprenderán.

No podemos olvidar el Cocido Madrileño servido en dos vuelcos, cocinados en un puchero de barro individual a fuego lento con carbón de encina, tal y como marca la tradición en la familia. Este plato trae el secreto de la receta que comenzó en 1870 en La Bola, bien conocido por todos.

Para completar la carta y destinados a los más golosos están los postres caseros, como la tarta de queso que pondrán el broche de oro perfecto a una comida elaborada para dar lo mejor, con excelente servicio y la experiencia y el buen hacer de estos 50 años.

La bodega, cuidadosamente seleccionada, alberga con las principales DO del país, siendo el vino de la casa una selección de las reconocidas Bodegas Martínez Lacuesta de Rioja.

La Cañada está situada a pocos kilómetros de Madrid, rodeada de naturaleza y alejada del ruido de la ciudad, en el municipio de Boadilla del Monte al oeste de la capital.

El restaurante cuenta con una larga barra que desemboca en una sala principal luminosa, con amplios ventanales a la sierra de Madrid. Dispone también de salones privados, decorados en colores neutros y materiales nobles, que les da ese toque acogedor y clásico que te hace sentir como en casa.

Además, con el buen tiempo se puede disfrutar de una terraza y jardín muy amplios donde poder estar en plena naturaleza y respirar aire puro. Gracias a sus amplias instalaciones, se ha convertido estos años en el lugar perfecto para celebraciones familiares, bodas y eventos… y por su cercanía a la Ciudad Financiera del Santander, también el espacio perfecto para los almuerzos de negocios.

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