¿Eres próspero? ¿Sabes cómo lograrlo o mantenerlo? Algunos pensamientos pueden alejarnos de la prosperidad, esa capacidad de crear la vida que queremos y tal cual la deseamos; lo que parece una quimera es, en realidad, un ejercicio de confianza, fluidez y entrenamiento con constancia, sustituyendo algunas creencias que nos frenan por pensamientos que nos guíen.
“Abundancia y prosperidad” es el mantra que comparto desde hace meses, cuando por fin integré ambos conceptos en mi día a día. Se es abundante en el momento en que se tiene confianza en la vida, al sentir que una está en el lugar perfecto, aunque no tenga nada.
Con abundancia es más fácil ser próspera, ya que esa conexión de que “todo fluye” nos permite materializar aquello que deseemos y como lo queramos; es pensar en modo: “la vida me sostiene, no me dejará desamparada”.
“Es confiar en lo que deseo y en que la vida me lo da”, dice Sami Osorio, fundadora de Escuela de Libertad Cuántica; “Se trata de normalizar lo que quiero”.
Boicoteadores de prosperidad
Es cierto que posiblemente no baste con repetir e incluso integrar los conceptos anteriores, pues solemos tener pensamientos que, de alguna manera, llegan a boicotear nuestra prosperidad.
Desde el Coaching te invito a identificar cuáles son esas creencias, de la mano de Vanessa, terapeuta y tutora en ELC, en una mini clase magistral titulada Los cinco pensamientos más comunes que limitan la prosperidad:
- “Cuanto más doy, menos tengo”. “Se trata de una idea muy material, limitante y que no tiene en cuenta la energía que somos, la que se crea y que está en movimiento constante”; “Cuando limitas esa energía y te la quedas, no permites que la abundancia llegue a tu vida, por lo que el miedo a dar se transmite al temor a recibir”.
“En cambio, cuanto más amor das y a más gente quieres, más personas te quieren a ti, ya que, si te abres a dar, también te abrirás a recibir, quedando constante este movimiento de energía”, dice Vanessa, quien propone sustituir el aforismo primero por: “cuanto más doy, más recibo”.
- “Van a abusar de mí”. “Es un pensamiento inconsciente que nos lleva a creer que seremos tontos si damos mucho”; “Sin embargo, limita mucho a la hora de entregarse al mundo, de poder dar lo que hayamos venido a ofrecer, de conectar con la abundancia o con nuestra misión: Precisamente cuando conectas con esa misión, con lo que te gusta, con esa entrega desde el corazón, es cuando te das cuenta de todo lo que recibes pues, por unos instantes, conectas con el Universo, con tu propósito, con la alegría y todo ello te recarga de energía”, dice Vanessa.
- “Tengo que esforzarme para ganar dinero”. “Parece que seguimos la ley del esfuerzo y sacrificio, a pesar de que el dinero llegará a nosotros de la manera más simple, sin esforzarnos”, dice la terapeuta de ELC; “Esto sucede cuando lo que hacemos en la vida nos apasiona y lo realizamos desde el corazón, con entrega y abundancia. Entonces cuando se libera el esfuerzo y conectamos con esa parte de nosotros que está encantada de compartir sus dones con el resto del mundo”; “Es como si abriéramos una puerta y el dinero, la abundancia, llegara a nosotros, aunque sea un céntimo, es también abundancia; hemos de cogerlo y agradecerlo”.
- “El dinero es sucio”. Tal creencia se asocia al pensamiento de que, si alguien tiene dinero, será porque ha hecho algo malo; sin embargo, Vanessa propone: “conecta con la belleza y la energía del dinero, con la energía del merecimiento”; “Es neutra, por lo que tan sólo depende de ti hacer lo que desees hacer, tomártela como quieras, pues el dinero no es más que una herramienta de conexión con la prosperidad”.
- “Necesito tener ahorros”. “Es éste un pensamiento de escasez, ya que en la abundancia tienes lo que necesitas en el momento presente, por lo que con esta creencia lo que estás diciéndole al Universo es que ahorras porque algo malo va a pasar”.
“Elige cuál o cuáles de estos pensamientos resuenan más contigo”, dice Vanessa, que nos propone escribirlos “para hacerlos conscientes y poder transformarlos”.
Además, nos invita a preguntarnos en qué momentos se nos han presentado tales ideas pues así, cuando vuelvan a aparecer, seremos conscientes de que es posible cambiarlos.
Cómo ser prósperos
Hace algunas semanas, Sami Osorio, fundadora de ELC, proponía “vibrar en la frecuencia de las personas que tienen riqueza”, entendiendo como tal un concepto que fuera más allá de tener dinero.
Lo dijo en una entrevista realizada por la coach de Vida María Mikhailova en la que avanzó algunas pistas para obtener la prosperidad, sobre las que ahora te propongo una reflexión:
- Claridad espiritual o escuchar a tu corazón, para conocer lo que deseas.
- Darte cuenta de cómo hacerlo o ir hacia donde tu alma quiera.
- Invertir en ti. “Dar para recibir, aunque a veces no se da desde el lugar adecuado”, dice Sami Osorio; “La gente abundante genera su propia riqueza y da a los demás; de ahí que la generosidad sea clave”.
- Entrenamiento mental, alimentación saludable, descanso y, enlazando con la propuesta de Vanessa, cambiar la forma de pensar: “Modifico mi pensamiento cada vez que me llegue uno distorsionado”.
- Estar en propósito. Es un “non stop”, desde que te levantes hasta que te acuestes; “incluso dormidos también estamos en propósito”, dice la coach Sami Osorio.
Así que ahora, receta en mano, te propongo un entrenamiento desde la confianza y el optimismo. ¡Ah, y recuerda!: “Abundancia y prosperidad”.
¡Feliz y Constante Prosperidad! ¡Feliz Coaching!
