¿Qué es lo que crees de ti? ¿Conoces el origen de esas creencias? ¿Repites el mismo patrón de tu infancia? ¿Eres de las personas que vinculan sus acciones a algo previo que tenga que ocurrir? ¿Sabías que tus creencias condicionan tu forma de vida? ¿Te atreves a cuestionarlas?
Cuando era pequeña, uno de mis adultos de referencia me dijo que si me escondía y callaba ante otras personas terminaría por ser invisible.
Supongo que mi extraordinaria timidez de aquellos años le preocupaba, por lo que decidió tomar acción motivándome, a su manera, para que yo modificara mi conducta.
El caso es que, durante mucho tiempo y cada vez que llegaban adultos a mi casa, yo seguía escondiéndome, aunque con la espada de Damocles de mi posible conversión a la invisibilidad.
“El sistema de creencias empieza a crearse en la infancia y, aunque no es estático, puede tardar en modularse toda una vida”, dice Julia Almagro, experta en arquetipos astrológicos.
“En la familia de origen se van creando esos sistemas a través de los padres, las relaciones familiares y el centro escolar, conformando nuestra visión del mundo”, dice Almagro, que destaca que “no solemos cuestionar nada de todo esto, dándole aún una mayor fuerza”.
Verdades incuestionables
Tanto si son conscientes como si pertenecen al inconsciente, tus creencias son pensamientos arraigados, interiorizados y que constituyen verdades incuestionables, que “pueden dominar tu evolución vital”, dice Julia Almagro.
Estas creencias pueden ser condicionales; por ejemplo, cuando piensas que, si algo pasa, ocurrirá otra cosa en consecuencia, aunque ambos hechos no estén relacionados; “no se pueden supeditar dos metas en la vida”, dice Almagro.
Otras creencias son sociales; “están incrustadas en el grupo y, por tanto, nos parecen incuestionables”.
Por último, tus creencias pueden ser de identidad, es decir, hablan de quién eres; “te pones un corsé y te olvidas de todo lo que puedes llegar a ser”, dice Julia Almagro.
“Nos hemos creído nuestras propias películas”, dice Mamen Abad, consultora integral de imagen para mujeres; “cuando dices es que tengo tripa, bien ¿a quién le importa?; eres sólo tú la que se ve esa enorme tripa”.
“Si verdaderamente deseas solucionarlo, la responsable eres tú: abandona el victimismo y sé la capitana, toma las riendas de tu vida a todos los niveles”, dice Abad.
Cómo salir del patrón de creencias
“Es importante empezar a cuestionarte si lo que crees de ti es o no cierto, pues lo que crees es lo que creas”, dice Julia Almagro; “si te das cuenta de que tu mentalidad va en contra de tus sueños, puedes transformar ese sistema de creencias”.
Desde el Coaching y de la mano de esta experta en arquetipos, te propongo un decálogo para identificar tu patrón de creencias:
- Cómo procesas la realidad. No sólo influyen las creencias sino también cómo las interpretas. Por ejemplo, si crees que caes mal y te presentan a otra persona cuya actitud es de seriedad, piensas entonces que, como caes mal a todo el mundo según tu creencia, la seriedad del otro se debe a eso, a que caes mal a los demás.
- Si refuerzas tus creencias. Tus experiencias desagradables las utilizas para reforzar tus propias creencias.
- Cómo ves el mundo. La visión que tienes de tu entorno está basada en tus propias creencias. Por ejemplo, hay personas que consideran que el mundo es peligroso, con situaciones que las ponen en riesgo.
- Interpretas a los demás. Las actitudes de los demás las utilizas para reforzar aquello en lo que crees, poniendo intención desde tu punto de vista. Por ejemplo, cuando alguien te dice por qué no te ha llamado para ir juntos a un evento y, automáticamente, interpretas que se trata de excusas, pues su intención era la de no contar contigo.
- Recuerda que tus creencias determinan tu comportamiento, tus acciones, decisiones y, por tanto, tu camino vital.
- Eneagrama, Carta Natal, Registros Akáshicos, Numerología y arquetipos son algunas de las disciplinas que pueden ayudarte a comprender cómo filtras el mundo.
- Los arquetipos con los que te identificas revelan tus puntos de vista y sesgos. Te propongo ArkeCoaching, el sistema creado por Diga Coaching (digacoaching.com) para explorar con qué personajes te identificas.
Si has llegado hasta aquí, te cuento un poco más acerca de mis primeras creencias. Lo de la invisibilidad pasó pronto, aunque en mí quedó la creencia de que mi timidez era un escollo, algo que me evitaría ser vista.
Algunos años después, he descubierto que lo que creía que era timidez era, en realidad, una sensibilidad muy acusada.
Ser hipersensible se ha convertido en una habilidad con la que refuerzo, día a día, mi desempeño como coach, acompañando a aquellas personas que deciden contar conmigo.
Y tú, ¿deseas conocerte a través de los arquetipos?
¡Felices Creencias! ¡Feliz Coaching!
