Claves para cuidar tu microbiota tras los excesos

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Tras los excesos alimenticios cometidos durante las fiestas, llega el momento de volver a los hábitos más saludables para nuestra salud, aquellos que nos ayudan a cuidar la microbiota.

La ingesta de ultraprocesados, la disrupción de los ciclos circadianos para acudir a las infinitas celebraciones en estos días o la disminución de la actividad deportiva hacen que, una vez terminadas las fiestas, nuestro cuerpo y, más concretamente, nuestra microbiota sufran las consecuencias.

Nuestra microbiota es responsable de sintetizar nutrientes, equilibrar la respuesta de nuestro sistema inmune y de mantener fisiológicamente saludable nuestro epitelio intestinal, pero para poder realizar todas estas funciones debe tener una proporción de bacterias que estén en equilibrio entre ellas, es decir, en eubiosis. De lo contrario se produce lo que se conoce como disbiosis, causante de múltiples patologías tales como hinchazón y distensión abdominal, flatulencias, alteraciones del tránsito intestinal (diarrea o estreñimiento), dolor abdominal, aparición de alergias e intolerancias alimenticias, dolores de cabeza, cansancio, etc.

alimentación

Pero esta situación puede revertirse. Los expertos de Nutribiótica, nos dan estas recomendaciones:

  • Alimentación prebiótica y antiinflamatoria. Lo que comemos incide directamente en la composición de nuestra microbiota. Así, lo ideal es optar por una dieta que prime los alimentos reales, es decir aquellos más propios de mercados que de supermercados: frutas, verduras y hortalizasde temporada y proximidad, legumbres, pescados y algunos alimentos fermentados.
  • Retomar la actividad deportiva.  Andar entre 10.000 y 15.000 pasos al día y hacer ejercicios de fuerza varias veces por semana podría ser un buen comienzo y una excelente ayuda para recuperar la eubiosis.
  • Descanso adecuado. Se debería dormir al menos 7 horas, evitar el exceso de uso de pantallas sobre todo por la noche, e intentar fijar unos horarios tanto para irse a la cama como para despertarse.
  • Controlar el estrés. El eje intestino-cerebro tiene un papel fundamental en nuestro bienestar y, por eso, aprender a gestionar el estrés y las malas situaciones es fundamental para mantener nuestra microbiota.
  • Apoyarse en la microbioterapia. Los probióticos son microorganismos vivos que, administrados en la cantidad adecuada, ejercen un efecto beneficioso para la salud de quien los recibe. Para que un probiótico sea eficaz, debe cumplir algunas características básicas, que validan su eficacia y su seguridad de uso: ser de origen humano, ser de IV Generación y tener una combinación de cepas específicas que variarán en base a la patología que se desee tratar, por lo que siempre deben ser pautados por un profesional de la salud.

 

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