«Quiero tener mis arrugas con toda la dignidad»

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Charo

Así de clara es Charo Reina cuando le preguntamos por el paso del tiempo. Recuerda que la vida siempre enseña y que no tiene miedo a envejecer. En medio de su últimos trabajos, tras finalizar el rodaje del corto Trabajo a tiempo parcial, mientras prepara un monólogo de humor, y está inmersa en un nuevo trabajo musical, la artista Charo Reina ha recibido el Premio Sénior del Año, mostrándose encantada de representar a un grupo de población activa, ilusionada y con cada vez más peso en nuestra sociedad. Este galardón nos ha permitido hablar con una mujer madura, orgullosa de las marcas que va dejando la vida en ella y con ese brillo en los ojos que dice que sigue queriendo aprovechar todas las oportunidades para ser feliz.

 

 

¿Cómo recibiste la noticia de este premio?

Pues la verdad, me impacté. Lo digo en serio. Porque, claro, yo soy sénior, tengo edad para serlo, ya tengo  62 años. Estoy encantada con este premio, de veras. Me emocioné muchísimo y me llena de ilusión porque, sobre todo, me hizo recordar muchas cosas,  muchos momentos de mi vida. Mucha lucha, mucha entrega.

 

Es también lo que reconoce este premio, la madurez. Entendiendo que madurar no es solo cumplir años.

Claro, porque como mi madre me decía: “Hija Chari, ¿tú cuándo vas a sentar la cabeza?” Y yo, si ahora viviera, le diría:  “Mamá, ya, ya lo he hecho”.

 

Madurar es también comprobar que la vida no es fácil.

No, no lo es. Y sobre todo cuando te das cuenta de que, como te he dicho, yo tengo ahora 62 años. La primera vez que me subí a un escenario, profesionalmente porque en los escenarios he andado siempre por motivos familiares,  pero la primera vez que yo me subo a un escenario para interpretar  no había cumplido 15 años. O sea que imagínate tú los años que llevo encima de un escenario, dando vueltas por el mundo, haciendo giras. Los años que llevo levantándome muchas mañanas sin saber bien dónde estaba, por eso me emocioné tanto con este Premio Senda, porque creo que es en reconocimiento a eso, a tanta lucha, tanta entrega, tanta pasión, tanto trabajo y… a tanto dejar a mis hijos.

Charo Reina
Charo Reina recogiendo el Premio Sénior del Año 2022.

¿Es eso lo más difícil de esta profesión, conciliar familia y trabajo?

Sí, lo peor ha sido no estar con mis hijos. Fíjate. Yo no he visto salirle los dientes a mis hijos. Me acuerdo que cuando le salía un diente, mi madre me llamaba y me decía “escucha”. Y con la cucharilla le daba al niño en la encía y sonaba “clin, clin, clin”. Yo le preguntaba qué era eso y me dijo: “Es el primer diente de tu hijo Arturo”. Todos esos recuerdos vinieron a mi mente cuando me comunicaron que me habían concedido este premio.

 

Pero Charo, recordar no siempre es malo. También recuerdas lo bonito que te ha sucedido.

A veces no es malo, no, es precioso, claro, recordar cosas bonitas unas veces, otras no. Pero la vida es así. Yo siempre digo que de las cosas bonitas te nutres y de las cosas malas aprendes y de las cosas menos buena, porque si estás aprendiendo siempre tiene algo de bueno. Además yo soy una persona muy positiva, con mucha energía y lo malo lo convierto en bueno.

 

¿Pensando también de forma positiva en el futuro?

Siempre mirando hacia adelante. La verdad es que no paro. Acabo de terminar una película, un corto también, preparando un monólogo e inmersa también en la música.

 

«De las cosas bonitas te nutres y de las cosas malas aprendes»

 

El corto Votamos fue nominado a los Goya, y se centra en la salud mental. ¿Es importante hablar sobre estos temas?
Ese corto fue dirigido y escrito por Santiago Requejo. Lo rodamos justo antes de que empezara todo este tema del confinamiento. A raíz de esto en los últimos años han surgido muchos problemas de salud mental. Y yo estoy padeciendo estos problemas.  Tengo una enfermedad mental de la que estoy saliendo a raíz de la de la pandemia, con ayuda, por supuesto. Aconsejo a todo el mundo que ante el primer síntoma acudan a los profesionales Cuando te duele una pierna te vas al traumatólogo. Cuando te duele el alma hay que ir a que te la curen. Votamos se centra sobre todo en la poca empatía y en la poca afinidad que tenemos con los enfermos mentales. El que un enfermo diagnosticado con una enfermedad mental vaya a vivir a tu bloque de vecinos, si no lo sabes no pasa nada, pero si te enteras de repente: “vamos a votarlo”. Estuvimos nominados a los Goya, y tenemos ahora mismo más de 70 premios, no solamente en España, sino en Colombia, en Canadá, en Nueva Zelanda, en Italia, en Argentina. Y el otro día también me entregaron en el Festival Internacional de Cine de Toledo, el premio a la mejor actriz por ese corto.

 

¿Totalmente recuperada entonces de esos problemas?

Me diagnosticaron agorafobia, miedo a salir a la calle, miedo a enfrentarme. Pero, como te decía, con la ayuda de los profesionales a los que, insisto, siempre hay que acudir, puede decir hoy que de esto se sale. Yo estoy ahora divinamente. He podido rodar, ya he podido ir al teatro.  Mi tía Loli dice que tal y como me ve, para ella estoy en el mejor momento de mi vida. Y es verdad.

 

Lo cierto es que ese brillo en los ojos sigue estando ahí.  ¿Sin miedo a envejecer?

Estoy en paz conmigo misma. Y no me da miedo envejecer. Quiero tener mis arrugas con toda la dignidad con la que mis padres me han enseñado a enfrentar la vida.

 

El último corto, ¿también se centra en un tema social?

El corto  que acabo de rodar, Trabajo a tiempo parcial, es un tema también que trata un tema muy interesante. Habla sobre la mujer, sobre las trabas que encuentra para conseguir un trabajo cuando llega a cierta edad.  En la historia, como los asuntos sociales  no le encuentran una salida, ella decide tomar la salida por su propia mano y hace una serie de cosas. Nos ha dirigido Belén Anguas, una directora de cine fantástica y lo acabo de terminar  en Navarra. Estoy encantada porque no paro. Además, estoy con un disco y estudiando también un monólogo, si Dios quiere, para la temporada que viene.

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“Cuando te duele una pierna te vas al traumatólogo. Cuando te duele el alma hay que ir a que te la curen”

 

Ya que hablas de monólogos, ¿hasta qué punto el humor es importante en tu vida?

Es imprescindible. Antes te decía que de las cosas malas yo suelo sacar cosas buenas. Mediante el humor puedes llegar a dar mensajes muy, muy, muy importantes. Por eso, muchas veces me da un poco de coraje, como se dice en mi tierra, que los grandes premios de teatro siempre son para actores y obras dramáticas. Y la comedia es imprescindible en el teatro. La comedia es básica. Y este monólogo que estoy preparando, que se llama Lo que esconden las risas, también trata de una mujer que tiene más de 60 años y que ha pasado el confinamiento encerrada con su marido, su hijo y su suegra. Y dentro de todo lo que te ríes, de vez en cuando el corazón te hace “clac”.

 

Y, el disco, ¿en qué punto se encuentra?

Pues ya he grabado varios temas. Es un disco  que tendrá versiones y canciones nuevas, alternando.  Sobre todo habrá baladas. En pleno confinamiento cayó en mis manos un tema de un chaval, músico, gallego, jovencísimo, con una fuerza enorme en la  letra, una maravilla… que ya veréis. Y habrá más cosas de gente joven muy válida, porque creo que a la gente joven hay que darle siempre más.

 

 

 

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