El túnel de los ecos

Se detienen la luz y la sombra,
cambian de nombre la estación,
el túnel de los ecos,
las alas de las aves.

Vuelan en silencio junto al aire
las palabras atravesando el corazón.

Llenan de colores
la tarde que se apaga.
Las nubes junto al mar
como un espejo.
Las estrellas
en la arena reflejadas,
el horizonte a tu espalda.

Sus olas,
el susurro lento
de la vida al pasar.
Pensar en ser eterno
en ese preciso instante,,
cerrar los ojos
para poderte mirar
cuando la noche esté delante,
ser tu luz en la oscuridad.

Mueven las ramas
las hojas en blanco.
El licor de la imaginación
muestra sus puertas,
lleno el papel por el camino.
Me detengo junto al río
y me elevo
abriendo con sus llaves los candados,
dejando ver su humo transparente,
junto al agua,
y sin estar dormido.

Un cuadro aún no pintado
dentro de la mente.
Como arco iris
delante de unos ojos cerrados. 

Arden los sueños
por detrás del cristal.
Las ventanas están abiertas,
puedo fundirme con el lino.
Las formas de los cuerpos
desaparecen en segundos
dejando la misma huella
que el vino en vaso
en un mantel de papel.

Pero quedo por delante,
y por las mismas grietas
aparecen mismos sueños al final,
y sin saber muy bien por qué.

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