Hoy día si disfrutamos de Internet en casa solemos tener todos los servicios contratados con la misma compañía: fijo, Internet, línea móvil, incluso canales de televisión. Disfrutamos packs completos con un coste cerrado y mensual. Sin embargo, hay excepciones por las que o no tenemos contratados todos estos servicios o bien nos interesa tenerlos contratados de forma independiente.
Respecto a la telefonía móvil, hace años, sobre todo al principio de usar este servicio, era mucho más frecuente elegir el uso de tarifas prepago frente a los contratos: teníamos pocas compañías entre las que elegir y las tarifas eran menos competitivas, desconocíamos cuánto utilizaríamos el móvil y éramos más precavidos en el gasto, los contratos tenían tarifas más elevadas y permanencias asociadas que hacían más atractivo una tarifa prepago que podíamos controlar cada mes según nuestro presupuesto,… pero esta situación ha cambiado y la opción de las tarifas de contrato se han impuesto en nuestro día a día.
Pese a que sólo 2 de cada 10 personas prefieren las ventajas del prepago ¿Te has planteado si para ti sería una buena opción pasarte a este tipo de tarifa?
Una de las ventajas de uso de una tarifa prepago es el control del gasto que haces. Esta cuestión es muy útil si no estás pasado por un buen momento financiero, bien porque se han reducido tus ingresos o bien porque éstos están siendo inestables cada mes. Si pasas tu tarifa móvil a una tarifa prepago dejas de tener un gasto mensual fijo que atender, ya que si un mes vas un poco más ajustado puedes cambiar de tarifa o bien no renovarla si no vas a utilizar el móvil, ya que no tienes permanencia.
Y no hay que estar pasando por un bache económico para realizar este cambio. Nos hemos acomodado a pagar una cuota mensual con los contratos, ya sea sólo de móvil ya sea con otros servicios añadidos como internet en casa, y realmente no nos hemos parado a pensar si consumimos la tarifa que hemos contratado. Por ello, éste puede ser un buen momento para analizar nuestro consumo en los diferentes servicios que tenemos contratados y valorar si lo que pagamos es acorde al uso que damos. Realizar una serie de ajustes de este tipo puede suponer un ahorro anual considerable que podemos emplear para imprevistos o bien para darnos algún capricho.
En otra situación en la que nos planteamos el contratar una tarifa de prepago es cuando tenemos niños en la familia y decidimos comprarles un teléfono móvil. Dependiendo de su edad debemos tener en cuenta cuáles serán sus necesidades y el uso qué queremos que ellos puedan darle, por lo que la tarifa prepago, puede ser la solución que nos aporte mayor control. Para elegir la tarifa tendremos que tener en cuenta la edad de los niños: las necesidades de un niño de 9 a 13 años, que sólo queremos que pueda contactar con nosotros u otros familiares, nos harán elegir una tarifa de sólo llamadas. En cambio, más adelante podemos plantearnos que puedan tener también tarifas con datos de navegación de forma más limitada para que puedan jugar online o usar WhatsApp u otro servicio de mensajería a través de datos para hablar con sus amigos.
Al igual que con los niños, si valoramos el uso que le van a dar nuestros mayores también la opción de prepago puede ser una buena elección. Muchos de nuestros mayores suelen hablar por teléfono con la tradicional línea de casa, ya que no suelen utilizar otros servicios como internet. Sin embargo, cuando salen a pasear o hacer algún recado, siempre estamos más tranquilos si ante cualquier imprevisto podemos tenerlos localizados. Igualmente, si nuestro familiar se encuentra en una residencia, el poder facilitarle el contacto en cualquier momento con nosotros, otros familiares o amigos, hará su estancia más agradable.
Éstos son sólo unos ejemplos de por qué el uso de una tarifa prepago puede ser una buena elección. Existen muchos más y seguro que si analizamos sus ventajas y las comparamos con nuestras necesidades, puede que sea también la mejor opción para nosotros.
