Intentando que los pacientes con demencias puedan tener la mejor calidad de vida, en sus propios entornos y evitar así el sentimiento de soledad o la desorientación, la empresa Felizvita apuesta por la atención domiciliaria como alternativa más beneficiosa para ellas.
El director general de la firma, Guillermo Molina, que desde muy joven vivió en su familia la dependencia de sus abuelos, asegura que “cuando nos enfrentamos a la necesidad de tratar la dependencia de un miembro de nuestra familia, sea una persona mayor, una persona con discapacidad o cualquier dependencia temporal provocada por una enfermedad o accidente, nos encontramos con la gran dificultad de cómo atenderles y al mismo tiempo mantener nuestras ocupaciones profesionales y personales. En esos casos, contar con un servicio integral de calidad que se preocupe de encontrar al asistente adecuado para cada necesidad, que venga a cuidarlo a casa y además le trate con cariño y profesionalidad, realmente nos cambia la vida, a ellos y a nosotros».
Molina reconoce que la personalización, la empatía, el trato familiar, cariñoso y cercano con los pacientes es la clave para ofrecer el mejor cuidado, el que los usuarios necesitan. «La persona que va a cuidar a nuestro padre, a nuestro abuelo, ha de tener una implicación emocional en lo que hace. Si va a dedicar su vida a cuidar a los demás tiene que tener vocación de servicio a las personas», añade.
En la misma línea, asegura que es necesario dotar del prestigio que merece a este colectivo de profesionales que «no están valorados como realmente les corresponde», a pesar de que cada vez son más necesarios en la sociedad «y desempeñan un papel de gran importancia en materia sociosanitaria», concluye.
Un gran alivio la atención sanitaria para los miles de personas mayores en estado delicado que por suerte tienen a estos grandes profesionales.