Si te sientes solo, ¿qué vas a hacer?

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¿Conoces la diferencia entre estar y sentirte solo? Lo primero suele ser por elección propia. Lo segundo, motivado por la pérdida o muerte de alguien o de
algo, te puede llevar a la melancolía, emoción que, a su vez, puede afectar a tu bienestar físico, mental, psicológico y espiritual. Desde el Coaching te
acompaño en la identificación de tu proceso de soledad

 

Hace ya un mes largo que trascendió una de mis personas favoritas. Edad y enfermedad jugaron una partida de desgaste durante años que, finalmente, terminó con su vida en este plano.

Aunque al irse se liberó de un cuerpo que casi era su prisión y, a pesar de que yo también sintiera que desaparecía una especie de presión que sentía en mi plexo solar desde hacía años, se me ha quedado un pesar. La soledad ha aparecido. Y lo ha hecho no como un estado, como algo elegido por mí. Porque es una soledad sentida, de duelo.

“Cada uno tiene un camino por el que puede llegar a la soledad”, dice Andrés Losada, catedrático de Psicología de la UAM (Universidad Autónoma de Madrid); “En cualquier caso, agrupa muchos factores y, generalmente, proviene de atrás, es decir, se puede sentir solo desde muy joven y arrastrar este sentimiento hasta la vejez”.

Según este experto, los factores de riesgo y los protectores de la soledad se dan en tres etapas en la vida de las personas: infancia y adolescencia, madurez y vejez.

Losada ha participado recientemente en la presentación del proyecto “Hablemos de soledad no deseada”, del Colegio de Psicología de Madrid, del que es coordinador Técnico.

Entre los factores que están en el origen de muchas soledades está “vivir solo, atravesar un momento vital como la pérdida de un ser querido, la migración, la discapacidad (el 23% de las personas con discapacidad se sienten solas con frecuencia), problemas de salud, una baja renta económica o escasas relaciones sociales”, dice Losada.

Existen también los denominados factores precipitantes de la soledad, tales como el abuso, el acoso escolar, la adicción a los dispositivos electrónicos durante la infancia y la adolescencia, un divorcio, la maternidad, la falta de relaciones intergeneracionales, el cuidado de un familiar enfermo en la edad madura e incluso la brecha digital en la vejez.

personas solas

Treinta millones de personas solas

“Es fundamental situar la soledad no deseada en el marco sociocultural definido por nuestra sociedad”, dice Andrés Losada; “orientada a valores individualistas, relacionados con el consumo y la productividad”, dice este catedrático de Psicología Clínica.

En la Unión Europea, 30 millones de personas dicen sentirse solas con frecuencia. En España son casi 5 millones quienes la sufren.

“Es un factor de riesgo para la salud mental, empeorando trastornos como la depresión o la ansiedad”, dice Losada; “También para la salud física, propiciando la aparición de enfermedades cardiovasculares y en el ámbito social tiene un elevado coste en el sistema de salud, pues al agravar patologías incrementa las bajas laborales, lo que tiene como consecuencia la disminución de la producción”.

“La soledad no deseada constituye una urgencia social que tiene un impacto global, siendo España uno de los dos países del mundo en los que se espera un mayor crecimiento de su tasa, de modo que para 2050 se prevé que se duplique”, dice el coordinador Técnico del mencionado proyecto.

“El objetivo es ofrecer, a lo largo del año, jornadas, mesas redondas, debates y otras actividades con el fin de arrojar luz sobre esta epidemia conductual que va en aumento”, dice Andrés Losada.

 

¿Qué vas a hacer?

Seas joven, maduro o más mayor, si sientes la soledad como pesar o melancolía quizá haya llegado el momento de confrontar esa emoción. Posiblemente ya conozcas dónde está el evento que la ha provocado, aunque quizá no tengas claro cuál es su origen. Desde el Coaching, te invito a una reflexión a propósito de tu soledad.

  • ¿Qué sientes? Puede ser vergüenza y culpa. “Las dos emociones que se apoderan de nosotros ante la idea de quedarnos solos son la vergüenza (“soy defectuoso”) y la culpa (“he hecho algo mal”), dice Silvia Congost, psicóloga experta en Autoestima, en su libro “A solas”. “Por eso nos conectan con ese profundo rechazo a la soledad y las dos tienen el mismo poder sobre nosotros”.
  • El miedo. Dice esta experta que “mientras el amor y la conexión sigan siendo algunas de las necesidades más importantes para nosotros, seguiremos conectando con el miedo a su pérdida”. Es decir, amor y conexión han de ser deseos, en lugar de considerarse como necesidades.
  • ¿Cómo te tratas? Cuando se da una situación en la que te quedas solo, es posible que creas que es tu responsabilidad. Sin embargo, los factores son múltiples, así que te propongo que te preguntes si existe autojuicio y que seas consciente de cómo te hablas, de lo que te dices.
  • Soledad en Red. En el informe “De marca random a marca crush, cómo enamorar a la GenZ”, presentado recientemente por la consultora Kantar, se considera que dicha generación (que agrupa a los nacidos entre 1995 y 2010) desea que se conecte emocionalmente con ellos; “se sienten solos por estar tantas horas ante las pantallas”.
  • La pérdida. La soledad puede desencadenarse en forma de duelo por haber perdido a alguien o algo; “una vez aceptada la realidad de la soledad, tomando conciencia de que no queda otra opción que seguir adelante, el cerebro trata de buscar nuevas opciones y otros caminos”
  • La arruga en el corazón. “La arruga en el corazón nos recuerda que estamos solos y también que necesitamos a los demás”, dice Silvia Congost; “la trampa reside en que no nos damos cuenta de que formamos parte de un todo y es esta consciencia la que nos lleva a la plenitud”.
  • Conectar contigo. Quedarte un rato en silencio, cerrar los ojos y sentir tu respiración, sentir cómo tu vida está conectada con la de los demás y ser consciente y agradecer. Son algunas de las tareas que la experta en Autoestima Silvia Congost te recomienda para confrontar tu soledad no deseada.

Si has llegado hasta aquí, te dejo una idea con la que resueno especialmente, la cual me sigue ayudando cada vez que siento esa soledad (esté o no esté sola).

Es de Silvia Congost, en su libro A solas: “cuando dejas de luchar, de esforzarte y de angustiarte para llegar a más, todo fluye”; “Te permites ser uno con la vida que habita en ti y que habita en todo”; “Cuando iluminas el espacio en el que habita tu ser, comprendes que la soledad es buena y necesaria, pues es la única forma que tienes de regresar a ti”.

¡Feliz Comprensión de tu Soledad! ¡Feliz Coaching!

 

 

 

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