Más que abuelos

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¿Ya eres abuela? ¿Eres joven para tener nietos? ¿O esto de ser abuelo te ha pillado ya muy mayor? Sea cual sea tu situación, tu realidad, hay que tener en cuenta la actitud, pues ¿qué ocurre cuando los hijos comparten la responsabilidad del cuidado de los niños con los abuelos? ¿Dónde está el límite (de tiempo, de responsabilidad, de autoridad)? ¿Quieres ejercer de abuela o es algo que te ha venido impuesto? ¿Te ocupas de tus nietos por echar un cable a tu hija, que trabaja mucho?

Sean cuales sean las motivaciones y las situaciones, desde el Coaching os invito a deteneos un momento y dejaos sentir; y os pregunto: ¿qué es para ti lo primero: ser abuelo, padre, pareja? Quizá cuentes todavía con responsabilidades laborales, o quizá ya te hayas jubilado y tengas todo el tiempo del mundo; no obstante, ¿de quién es ese tiempo? ¿a qué te apetecería dedicarlo?

 

Círculos concéntricos

Si os asaltan las dudas, os invito a tener en cuenta una herramienta llamada de los círculos concéntricos. En el primero, justo en el centro, estás representado tú; el siguiente anillo corresponde a la persona o personas más allegadas a ti, sean familiares, pareja o amigos. Sigue dibujando círculos, ampliando su diámetro y, según se vayan alejando del tuyo, significará que representan a otras personas con quienes mantienes un tipo de relación más distante.

Esta herramienta permite visualizar nuestro propio concepto de individualidad, de modo que si una misma está bien, quienes nos rodean también lo estarán. En suma, si eres de esas personas que desea ayudar, estupendo; sin embargo, es importante que esperes a que soliciten tu apoyo, de forma que si te sugieren un “podrías quedarte con los niños” les ayudes a concretar su petición, por ejemplo, preguntando: “¿Me pides que cuide a mis nietos?

En este punto no está de más que valores si estás dispuesto a cumplir con ese cometido, ya que en el caso de no estar convencido peligraría la ley de los círculos (si tú no estás bien, los que te rodean es posible que tampoco) Como adulto tienes tus derechos y responsabilidades y la primera se centra en cuidarte y disfrutar del mayor bienestar que sea posible.

Es por esto que la sinceridad es clave en estas “negociaciones” familiares en las que ha de existir el respeto de los hijos hacia los padres, quienes ya como abuelos desean disfrutar de sus nietos… o no; es cuestión de elección personal. Aquí, como en tantas cosas, es posible el entrenamiento: desde el principio y como abuela habla con tus hijos y diles hasta dónde deseas llegar, dónde estaría tu límite sin abandonar tu libertad de acción, tu propia actividad, sola y/o con pareja.

El hecho de la concreción, de que formulen su petición, es relevante pues así a tus hijos, que ahora son también padres, les será más fácil respetar tu espacio, tu tiempo y tu individualidad.

A lo largo de años has educado a tus hijos, siendo tu responsabilidad hasta que han llegado a ser mayores. Actualmente y como adultos son responsables de la educación de sus vástagos. Como abuelo dichas credenciales te confieren el privilegio de disfrutar de tus nietos, aunque sin la responsabilidad de educarlos; en todo caso, servir de continuidad a la labor de sus padres, tus hijos.

Los niños, por su parte, son capaces de distinguir las diversas formas de cariño, sabiendo que la “permisividad” de sus abuelos se queda con ellos en su casa. Los padres han de contemplar la posibilidad de dicha flexibilidad educativa, pues ellos mismos son la prueba de su sabiduría como educadores, décadas atrás. Así que abuelos cuidadores, sí (si así lo eliges) pero a tu tiempo, a tu ritmo, a tu estilo. Te lo has ganado.

Feliz Coaching.

 

2 COMENTARIOS

  1. Una buena fórmula para valorar la relación de uno mismo con los demás. Gestionar el propio tiempo es un derecho que los años cumplidos no hacen sino consolidar, y más aún en el caso de la mujer. Durante años, su papel estuvo supeditado al de proveedora de atención y cuidados de los miembros de la familia. Pero, por fortuna, las cosas han cambiado y hoy no se pone en duda la importancia del autocuidado no solo en el plano físico sino, más importante aún, en el plano emocional. Y el artículo lo subraya muy bien.

  2. Una buena fórmula para valorar la relación con los demás y con uno mismo. El gestionar el propio tiempo es un derecho que los años cumplidos no hacen sino consolidar, y más aún en el caso de la mujer. Durante años, su papel ha estado supeditado al de proveedora de atención y cuidado de los miembros de la familia. Pero, por fortuna, las cosas han cambiado y hoy no se pone en duda la importancia del autocuidado no solo en el plano físico sino, más importante aún, en el plano emocional. Y el artículo subraya muy bien esta cuestión.

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