El Eneagrama potencia tu bienestar

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autoconocimiento

¿Te conoces bien? ¿Distingues cuáles son los rasgos principales de tu personalidad? ¿Sabes que a través del Eneagrama puedes comprender tu propia vida? ¿Deseas corregir las gafas con las que te miras? Desde el Coaching te invito a averiguar algo más sobre esta herramienta de autoconocimiento

 

Son nueve los arquetipos que componen la estructura del Eneagrama, herramienta orientada a entender y mejorar las relaciones, tanto con nosotros mismos y nuestro pasado, como con los demás.

“Cada eneatipo funciona como un observador diferente de la realidad, por lo que todos son válidos y cada uno aporta”, dice Patricia Colina, psicóloga experta en Neurociencia y en Psicología Positiva; “El eneagrama puede activar nuestro bienestar, nuestros talentos, permitiéndonos aprender a vivir, pues a veces nos limitamos a la supervivencia”.

Colina ha participado recientemente en el congreso virtual sobre el eneagrama, organizado a su vez por la coach Diana Zicer. Otra de las ponentes en dicho encuentro ha sido Virginia Gawel, psicóloga Transpersonal experta en procesos terapéuticos basados en el eneagrama.

“Es una herramienta que hay que mirar sin prejuicios, dado que los arquetipos reflejan una manera de ser y de sentir, nuestros talentos”; “las personas nacemos con una propensión de entre los nueve principales y existe una combinación que nos es propia”; “conocer esta última es como tener un manual de instrucciones”, dice Gawel.

cambiar las gafas

Cambiarse las gafas

Esta psicóloga Transpersonal considera que “cada arquetipo tiene sus propios rasgos y hace las cosas de una manera distinta”; “Se puede decir que elegimos la vida en función de esas matrices procedentes de esa mirada eneagramática”.

Virginia Gawel atribuye al eneagrama la función de “corregir las gafas desde las que mirarse, comprendiendo la base del amor que recibimos en la infancia”; “Se puede decir que una va comprendiendo la propia vida y el funcionamiento de los demás”.

Para esta experta, “cuando un paciente aprende a autoobservarse, trae a consulta esa observación propia, en lugar de la anécdota, lo cual es determinante en la Psicología Transpersonal”.

“Estudiar Eneagrama implica ver partes de ti que definitivamente no querías ver, que vas a negar de primeras y que, cuando las aceptas y te integras, creces, te acercas a una versión de ti que es más real y menos personaje”, dice Raquel Rus, coach experta en Eneagrama.

“Ofrece también la posibilidad de meterte en el mundo de otras personas, por lo que llegas a comprender el mundo de tus padres, pareja, amigos o jefe y todo cambia, al ver las cosas de distinta manera”, dice Rus; “Te vuelves más flexible, más abierta y con más ganas de comprender”.

patrones

Los nueve patrones

Dice Raquel Rus que el eneagrama “es un mapa del ser humano, pero no es el territorio, es decir, no nos cuenta cada historia personal y única, si bien nos da pistas increíblemente precisas para podernos acercar a ellas desde la curiosidad y el respeto”.

“El eneagrama es un acelerador de procesos”, dice la psicóloga Patricia Colina; “Permite el autoconocimiento, el cual lleva implícito un precio”; “Trabaja desde el lenguaje, nos presta palabras, hace un resumen, una descripción que nos permite darnos cuenta qué nos falta por desarrollar, qué deseamos potenciar o dónde situar el foco”.

Los eneatipos son los tipos de personalidad que describe el eneagrama, si bien se tienen en cuenta las denominadas triadas (del instinto, que se opone al presente, de la emoción, cuya atención se sitúa en el pasado y de la mente, que desea adelantarse al futuro), compuestas cada una por tres eneatipos distintos.

arquetipos

Desde el Coaching te propongo descubrir con cuáles de los siguientes rasgos te identificas. Según la experta Raquel Rus, lo importante es partir de lo que no eres, es decir, descartar aquello con lo que no te identificas, para ir descubriendo lo que queda.

  • Reformador. Desea cambiar el mundo en general, las cosas y a las personas, desde los valores morales. Se define como racional y lógico, a pesar de ser pasional e instintivo. Su miedo se instala en la posibilidad de cometer errores, ya que es un perfeccionista. Le cuesta relajarse y aceptar lo que hay.
  • Ayudador. Está ahí para los demás (a veces, demasiado), pues ve las necesidades de los otros con mucha claridad, aunque oculte las propias. Teme alejar a las personas de su entorno al mostrarse egoísta (abandono). Si es el otro quien pone tal límite, lo interpreta como un rechazo.
  • Triunfador. Busca el reconocimiento por lo que hace y por su buena apariencia. Es eficiente, competitivo y sabe adaptarse, aunque su miedo se corresponde con la intimidad, por lo que se coloca una máscara de persona fría y distante.
  • Individualista. Es el romántico del eneagrama, por lo que tiende a amplificar sus estados emocionales. Desea ser reconocido como único y original, es hipersensible y requiere intimar. Si se siente herido, se retira, esperando que el otro vaya en su busca; de lo contrario, siente que no es importante ni amado. Es muy creativo a la hora de procesar su pasado.
  • Investigador. Prefiere racionalizar sus emociones, evitando así conectar con ellas, pues para él esto es signo de pérdida de control. Busca información, que es lo que le da la sensación de seguridad. Requiere momentos para estar solo y, aunque pueda parecer que es una persona fría y desapegada, lo cierto es que es hipersensible. Evita dar información acerca de su pasado y de su estado de ánimo.
  • Leal. Su búsqueda se centra en la seguridad, por lo que está pendiente de lo que pueda pasar, para estar preparado. Es tenaz, disciplinado y leal pero, al esperar lo mismo de los demás, suele llevarse muchas decepciones. Es previsor, precavido y dubitativo. Puede ser habitual en él un estado ansioso.
  • Entusiasta. Requiere sentir que es libre de hacer lo que desee. Quiere probarlo todo, especialmente la primera vez. Es extrovertido, parlanchín y alegre. Goza de gran rapidez mental y no desea parar, pues eso supondría confrontar el silencio, algo para lo que no se siente preparado.
  • Desafiador. Poderoso, autosuficiente y valiente. Así es como desea mostrarse ante los demás. Puede pecar de prepotencia y de sincericidio en el momento de comunicar algo a otra persona. Le gustan los retos, las confrontaciones y aprecia la honestidad. Trabaja para lograr sus metas y es protector con los suyos.
  • Pacificador. La evitación del conflicto, tanto interno como externo, es su máxima. Es sencillo, amistoso y amable y huye de todo posible conflicto o enfrentamiento. Puede tener, al mismo tiempo, una actitud pasiva-agresiva, debido a que, aunque su consciente no lo desee, su inconsciente tiene claras sus prioridades. Su temor recae en la intensidad emocional.

“No has venido para tener, ni para hacer, estás aquí para ser”, dice Raquel Rus; “Para poder llegar ahí, primero has de saber lo que no eres y es eso lo que te dice el eneagrama”.

¡Felices Eneatipos y Triadas! ¡Feliz Coaching!

 

 

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