Alimentando una soledad sincera

el río

 

 

Esa gente que pasa a vuestra espalda
pasa desapercibida.
Entre el río,
el tejado de una casa como puente
sonrisas bien descalzas
a la orilla de un rincón tan vivo.

Las aguas
casi siempre bajan heladas
en los inviernos,
en los que la parte de madera
se convierte en su único bosque.

Me gusta tu sonrisa Luis.

Sigue siendo sincera.
Ya sabes…
la amistad alarga y recrea.

Después del invierno
siempre espera la primavera.

Palpo bien las hojas secas,
son el cuerpo de los vivos
alimentando una soledad sincera.

 

losangelesnosmirandurmiendo.blogspot.com.es

 

  • Artista polifacético dedicado a la poesía desde que era niño y a la pintura. Él mismo recuerda “aquel diario con llave de tapa roja que escribía y guardaba cada noche en una caja de vinos, a la edad de 6 años. Me enamoré sin querer de aquel papel en blanco y más cuando lo llenaba con mis pensamientos. Ver aparecer las palabras con la tinta de un bolígrafo: era emocionante. Luego, como en todas las vidas, empezaron a pasarme cosas. La tristeza y la alegría empezaron a salir de mí a cada momento como guiadas por un río invisible, y no podía parar. Y del poco a poco, al hoy”.

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