Traga agua mi sed como río,
púrpura distancia
entre nubes de algodón,
coz a corazón abierto.
Desnudo en voz alta
se aleja para siempre,
ahora es la niebla quien habla.
Me senté para sentir.
Sol presente, arena y nadie,
agua de mar acariciándome
tumbado hacia arriba
después soñando…
En paz susurrándome al oído
una canción que tiempo atrás lloré
y que ahora me hace estar vivo.
Dulce recuerdo.
Dulce y frío.
Ahora sé que la sed
no se marcha sin querer.
Beberé del agua de tu río
cuando te encuentre.
Déjate ver.
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