Los extremos se tocan

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dualidad

Luz o sombra, escasez o abundancia, estabilidad o cambio, enfrentar o afrontar, dentro o fuera, amor u odio son los polos opuestos del mismo concepto, lo que los hace idénticos en naturaleza, aunque diferentes en grado. De ahí que, lejos del maniqueísmo del ‘todo o nada’ lo que te propongo, desde el Coaching, es vivir en armonía.

 

Hace algún tiempo, hablaba con una de mis personas favoritas acerca de la conducta de otra. Se trata de alguien con quien tengo dificultad para relacionarme, debido a lo que yo interpreto en ella como una tendencia a la manipulación y al control total de situaciones y personas.

Según le comentaba mis impresiones a mi interlocutor, de repente salió a escena mi queridísimo Pepito Grillo, la voz de mi conciencia e intuición, que dejó caer la siguiente pregunta: ¿estás tan lejos de esas conductas?

“Todo es doble, tiene dos polos, su par de opuestos”, dice la coach Yolanda Martínez en su canal de You Tube; “semejantes y antagónicos son lo mismo, pues, aunque diferentes en grado, son idénticos en naturaleza”.

Yolanda Martínez esgrime el principio de la Polaridad, una de las siete leyes universales recogidas en Le Kybalion, libro que, a su vez, reúne los principios del Hermetismo.

“Esta ley de la Polaridad se refiere a que todo lo que existe en el Universo es dual”, dice esta experta; “en él existen fuerzas distintas y opuestas que, en realidad, son lo mismo, aunque con grados diferentes de vibración”.

armonía

Encuentra tu armonía

“En el universo todo es relativo, ya que depende del punto de vista desde el que lo mires”, dice Yolanda Martínez; “vives la realidad tal y como la percibes, al igual que los demás, pues todos tenemos una verdad amparada en el pensamiento, la mente y el nivel de consciencia de cada uno”.

No obstante, la oposición entre ambos polos es lo que, a su vez, los atrae, ya que “jamás podrían existir el uno sin el otro, pues sin poder comparar no se puede saber dónde estás”.

Por ejemplo, si el lado negativo es la carencia económica y el positivo la abundancia económica, “si te encuentras en el primer extremo y deseas ir al otro, lo primero es cambiar tus pensamientos”, propone Yolanda Martínez; Para ello has de observar cuáles son tus creencias con respecto a la abundancia”.

En este caso concreto, situarte en la posición de carencia hace que tus pensamientos no estén alineados con la abundancia, “en tu mente hay creencias que te posicionan en su opuesto”.

Dice esta experta que “al trabajar tus creencias y modificar tus pensamientos por otros más positivos cambias la vibración, acercándote cada vez más a la frecuencia vibratoria de la abundancia”.

De esta manera se logra alcanzar el punto medio, donde reside la unidad entre ambos conceptos opuestos: carencia y abundancia. “Encontrar ese camino, en el punto medio entre ambos valores, es lo que te lleva a estar en equilibrio”, dice Yolanda Martinez; “Es el punto de armonía que permite encontrar la unidad en todo lo que existe”.

equilibrio

Así que, si deseas cambiar de extremo y alcanzar el equilibrio, te propongo seguir los siguientes pasos:

  • Identificación. Del valor en el que deseas medir tu escala. Valentía-cobardía, amabilidad-desconsideración, lealtad-deslealtad, alegría-tristeza, empatía-indiferencia, atención-distracción, aceptación-rechazo. ¿En qué otros conceptos quieres posicionarte?
  • ¿Qué piensas sobre ese valor? ¿En qué punto de la escala te encuentras?
  • ¿Cuáles son tus creencias acerca del valor? ¿identificas qué o quién te ha influido en dichas creencias?
  • Sé consciente de lo que piensas, crees y sientes acerca de ese concepto. ¿Deseas cambiar tu vibración?
  • Al trabajar pensamientos y creencias vas modificando tu frecuencia vibratoria, lo cual supone un tiempo de entrenamiento.
  • Evita juicios. Una vez logrado tu objetivo en el punto de armonía, evita juzgarte o hacerlo con los demás.
  • “La armonía está en encontrar la unidad en todo lo que existe.

Si has llegado hasta este punto, te cuento algo más acerca de mi epifanía con respecto a la otra persona. Cuando la voz de mi conciencia me preguntó a qué distancia estaba de las conductas que juzgaba, me di cuenta de que, si las identificaba de forma tan precisa era porque en mí también había parte de eso.

En términos de autoconcepto, considero que entre mis valores está la flexibilidad y el respeto, justo los extremos del control y la manipulación. Es decir, que he aprendido que tengo parte de ambos polos, aunque mi afán por la armonía me lleve a equilibrar y dejar como vencedora a la luz.

Pues, tal y como dice Yolanda Martínez, “los extremos se tocan y todas las paradojas pueden reconciliarse”. Y tú, ¿en qué polo estás?

¡Felices Paradojas por Opuestos! ¡Feliz Coaching!

 

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