Haz las paces con tu cuerpo

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dieta

¿Estás satisfecho con tu cuerpo? ¿Crees que estarías más guapa con menos kilos? ¿Eres de las personas que sigue una dieta y, si es preciso, cambia a otra porque le han comentado que es más eficaz? ¿Tú, en cambio, quieres subir de peso? ¿Qué es para ti la comida? ¿Es sólo una necesidad o piensas que está relacionada con más cosas?

 

“Ninguna dieta nos hace más bellas, sino menos libres”, dice la terapeuta Mery Viñas, especializada en psicología de la Alimentación; “La comida es una necesidad básica, pero también es placer; sin embargo, desde fuera nos llegan mensajes que parecen decir lo contrario, que es un castigo”.

Con la ponencia titulada Reconcíliate con tu cuerpo y con los alimentos, Mery Viñas ha participado recientemente en el congreso virtual La mujer y la vida organizado, a su vez, por la coach Sonia Herrero.

“Separar los conceptos de comida y placer es absurdo”, dice Viñas; “parece que tengamos que ser robots cuando comemos, es decir, tengo que comer esto, a una hora en concreto y no puedo pasarme de esta cantidad”; “en un tiempo en el que la industria de las dietas ha experimentado un gran desarrollo, para decirnos qué, cuándo y cuánto comer”.

cuidado

Qué es cuidado y qué no lo es

La tesis de esta experta parte del concepto del cuidado, es decir, el respeto, la amabilidad y el amor que darnos justo cuando más lo necesitamos, al ser más exigentes con nosotros mismos.

“Comer healthy pero con ansiedad no es tan saludable”, dice Viñas; “Especialmente si estoy deseando, por ejemplo, un plato de arroz, pues emociones como el estrés o la ansiedad provocan la disminución en la absorción de nutrientes, lo cual nos aleja del objetivo previsto, la alimentación adecuada”.

El binomio cuidado-alimentación sólo se activa al incluir el placer en la ecuación, “ya que no se trata sólo de ingerir alimentos saludables, sino también cómo lo estoy haciendo”, dice esta experta, para quien “la fijación por los alimentos beneficiosos puede convertirse en obsesión y, por tanto, en trastorno”.

“Para algunas personas la comida es el centro y luego está la vida; esto es lo que hay que revisar”, dice Mery Viñas; “Es el bucle mental del he comido demasiado, la culpa, no me caben los pantalones que nos hace gastar demasiada energía, la cual podríamos dirigir hacia otras áreas”.

Existe la dificultad de que “en la sociedad actual se premia la delgadez y existe la gordofobia, la discriminación por tener un determinado peso”, dice Viñas, quien nos propone una autoencuesta:

  • ¿Tengo miedo a la comida o la disfruto?
  • ¿Sigo pautas o normas establecidas o sé conectar con mis necesidades?
  • ¿Cuánta mentalidad-dieta tengo? “Hay personas que me dicen que no van al dietista; sin embargo, tienen una lista de cosas prohibidas, de reglas y horarios de ayuno, por lo que, al final, son normas y más normas y lo importante es cómo lo viven”
  • ¿Qué necesito? “Si no se te ocurre nada es porque, muchas veces, la respuesta es comida”.

equilibrio

Détox de redes sociales

“Comer es una necesidad íntima, intrínseca a nosotros, por lo que no podemos poner la atención afuera, sino que ha de ser todo muy orgánico”, dice Viñas, que nos recuerda que el 95% de las personas que hacen dieta recuperan el peso perdido en un plazo que oscila entre los tres y los cinco años posteriores, “incluso acaban con más peso del que tenían con anterioridad a la dieta”

Este último término suele sustituirse por el de healthy o saludable, aunque casi siempre “lleva implícita una prohibición o restricción”, dice Mery Viñas. Esta experta en psicología de la Alimentación nos da los siguientes tips para reconciliarnos con nuestro cuerpo:

  • Escucharte y desaprender. Viñas nos invita a cuestionarnos, a poner en duda todas esas normas de la industria de la dieta, buscando fuentes y estudios diversos con los que documentarnos.
  • ¿Qué hay detrás del hambre? “Hay veces que nos damos cuenta de que lo que necesitamos es compañía o calma; en ocasiones la comida es nuestro único recurso para calmar esas emociones y no está mal, aunque es importante evaluar qué otras opciones tenemos”. Mery Viñas nos propone “ir a la raíz de lo que realmente necesito, lo que deseo y dármelo”.
  • Confiar en ti, en tu cuerpo y en la vida. Se basa en una ecuación simple, como explica Viñas: “si le doy a mi cuerpo lo que pide, es posible que deje de tener episodios de atracones, pues éstos se dan, en la mayoría de los casos, cuando existe una restricción previa”.

Es más, “cuando sepas, en tu mente y en tu cuerpo, que le puedes dar cualquier alimento de manera incondicional, tu organismo lo va a normalizar y no va a demandar ese producto antes prohibido a todas horas, ni todos los días”.

  • Alimentación intuitiva. Es una corriente que propone darle al cuerpo lo que necesite. “Implica respetar las señales de hambre y saciedad, así como ser consciente del placer y la amabilidad”, dice Mery Viñas; “la alimentación intuitiva no te dirá nunca lo que debes comer, ya que trabaja desde la escucha, pues las necesidades de una persona son distintas a las de otra”.
  • Conocerte. Sólo tú sabes lo que necesitas; “al principio puede ser confuso, dada la gran cantidad de información existente”; “Se trata de un proceso de conexión con tu estómago, con tus células, por lo que pregúntate qué te apetece, de qué tienes hambre y qué necesitas; si hay un vacío en tus respuestas, vuelve a hacerte las preguntas hasta que obtengas resultado”.
  • Sin hablar de cuerpos. “Dejemos de hablar de tipos y tallas, porque estamos creando una mala relación, de forma que, si estás delgada es bueno y lo contrario si estás gorda; esto hay que acabarlo ya”, propone Viñas.
  • Eres más que sólo una talla. “Soy más que un cuerpo, que una talla determinada; no puede ser que mi vida gire en torno a lo que los demás quieren que yo sea; no puede ser que me hagan sentir culpable por lo dieta que he elegido” es el auto alegato que nos propone Viñas, que añade: “No es que te falte voluntad, que la tienes, pues el problema no eres tú, sino la dieta”.
  • Nueva détox. “Te propongo hacer détox de redes sociales, dejar de seguir aquellas cuentas que promocionen estas clases de cuerpos, tallas y dietas diversas”.
  • Gente sin complejos. Mery Viñas nos invita a salir de aquellas conversaciones que tengan como núcleo las dietas; “Incluso con amigos, ante cualquier referencia al tema, puedes contestar diciendo que estás en otro punto y que preferirías que no comentaran nada acerca de tu cuerpo”.
  • Tu lenguaje. “Cuando elogio a una amiga porque ha adelgazado, a todos los efectos es como si le dijera que ahora la valoro y la quiero más”, dice Viñas; “Uno de los primeros pasos consiste en identificar cuánto está en mi propio vocabulario, incluso cuando como algo saludable y digo que he pecado o que estaba de vicio, pues la comida es comida e implica placer”.

La experta Mery Viñas nos regala una reflexión más: “Os propongo salir de la báscula, poneos las gafas de la no-dieta y empezar a contagiar a otros”; “Si nos cuidamos, también podremos cuidar, el cuidado se irá extendiendo y el mundo será mucho mejor, más armónico y placentero”.

Empieza a cuidarte hoy mismo, iníciate con algo pequeño, pero que te haga sentir bien, sin exigencias; algo que te haga posicionarte desde el amor, desde el respeto, desde el cuidado”.

¡Feliz Autocuidado! ¡Feliz Coaching!

 

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