Esta es una de las lecciones que deja Rafael Nadal, tanto en el ámbito profesional como personal, como asegura el periodista deportivo Alejandro Ciriza, autor del libro ¡Vamos, Rafa». Una obra que «no es un libro homenaje a Rafa», sino que quiere ir un poco más allá mostrando las peculiaridades que han convertido al manacorí en la figura del tenis que es hoy. Un hombre, «honesto, buena persona», que no ha dejado de intentarlo nunca porque «fracasar es no intentarlo».
¿Cómo y cuándo surge la idea de hacer este libro?
Todo sucedió el año pasado, cuando estaba volviendo del Open de Nueva York y me encontré la propuesta en el correo electrónico. Es cierto que, de alguna manera y de forma inconsciente, sí que iba escribiendo en mi cabeza, pensando que algún día sí quería contar una serie de cosas sobre Rafa Nadal y ponerlas en valor. La propuesta que me hicieron me pareció muy interesante por el enfoque que tiene el propio libro. Un enfoque constructivo, un poco motivacional, un poco inspirador. Así que me pareció una oferta magnífica y fui adelante con ellos.
Es precisamente ese enfoque Alejandro el que facilita que el lector pueda llevar a su vida los valores que definen al tenista.
Sí, yo creo que es lo más atractivo del libro. La figura de Rafa es muy sugerente para todos. Como deportista es extraordinario, pero el libro va un poco más allá de ese aspecto deportivo. Por eso creo que es un libro que puede ayudar a mucha gente. Creo que es un planteamiento de vida, un plan que ayuda a ver cómo afrontar las dificultades de la vida a través del ejemplo de Rafa que puede ayudarnos en muy distintos ámbitos. Y eso es, precisamente, lo que me pareció más urgente en la propuesta de la editorial (Penguin Random House). Y eso es, como decía, lo que me pareció más interesante de la propuesta, el que el libro iba mucho más allá de la propia figura de nadal, va mucho más allá del tenis y del deporte.
«Una rivalidad sana puede ayudarnos a ser mejores profesionales y mejores personas».
¿Qué sería hoy Rafa Nadal sin la figura de su tío Toni?
Yo creo que la figura de Toni es absolutamente esencial. Nadal sin su tío sería un cuarto de lo que es. Y esto que digo lo hago extensible a sus padres, a su hermana y al resto de familiares. Rafa empezó desde que era muy muy pequeñito en el club de Tenis Manacor con Toni, que es un poco quien que moldea su personalidad. Y creo que es que es fundamental para nosotros tener ejemplos cercanos, lo más inmediato posible.
Otra figura clave en su trayectoria ha sido Federer, demostrando que la rivalidad no tiene por qué ser limitante.
Sin duda. La rivalidad bien entendida puede ser muy constructiva, muy sana. El ejemplo de Rafa y de Federer quizá simbolice el mejor ejemplo en el mundo del deporte. Ellos siempre han competido de manera absolutamente descarnada. Siempre han competido de una manera absolutamente descarnada, pero lo han hecho desde un respeto máximo, desde la admiración, desde el crecimiento, desde el querer mejorar. En este sentido Federer también ha sido una figura esencial en la carrera de Rafa, porque le ha obligado a mejorar, y a la inversa ha ocurrido lo mismo. Una rivalidad bien entendida, una rivalidad sana, nos puede ayudar a mejorar en el día a día, aunque sea a través de pequeños matices, siempre nos puede ayudar a ser mejores profesionales y mejores personas.
¿Nos ayuda también en la vida su percepción del fracaso?
Yo creo que sí. Muchas veces utilizamos la palabra fracaso de una forma muy banal, pero hemos de insistir en esa idea que nos trasmite Rafa: fracasar es no internarlo. Perder una final, un partido, un campeonato para mí no es ningún fracaso. Aquella persona que tiene un problema, un reto, y lo intenta una y otra vez, para mí no ha fracasado. Es más bien todo lo contrario, porque intentarlo es de valientes.
Sin despejar muchos detalles que el lector debe encontrar al leer tu libro, ¿cómo defines a Rafa Nadal? ¿Cuáles son sus señas de identidad en el deporte y fuera de él?
A nivel profesional es una persona que le pone empeño a todo, que tiene mucho respecto hacia sí mismo y hacia su profesión. Es una persona que tiene una dedicación plena y que es muy honesto. Y a nivel humano, personal, te diría un poco lo mismo. Rafa es una persona muy honesta y muy cercana. Siempre nos ha facilitado el trabajo, lo ha respetado y nos ha tratado muy bien. Y he visto que trataba bien a todos, por lo que no creo que lo haga desde la impostura, ni mucho menos.
Si lo deseas, puedes escuchar la entrevista realizada en Palabras Mayores a Alejandro Ciriza.
