El dulce licor del aguardiente

licor

 

Me ahogo en pensamiento,
con el placer de quererte,
con tan sólo imaginarte.

Es el del gritar con eco
dentro de tu propio cuerpo,
eco de un sentimiento que no miente
y una pasión que no comparte
por no saber… y no tenerte.

En el imaginar,
hice el amor sin más cuerpo presente.
Y adormecí cada rincón de tu cuerpo,
con mis labios bebiéndose la piel,
tu piel como el dulce licor del aguardiente.

Rincones de poesía,
nacida de entre sus cuatro paredes.
Casi prendidas sin luz.

Nacen las tierras no pisadas,
de mi corazón,
mojándose sus propios pies,
y deslizados…
por el propio aguantar
de mi respiración.

Siempre cuento 
con el negro de la noche,
y siempre en broche,
cerrados los labios que no veo
guardándose la voz.

 

losangelesnosmirandurmiendo.blogspot.com.es

  • Artista polifacético dedicado a la poesía desde que era niño y a la pintura. Él mismo recuerda “aquel diario con llave de tapa roja que escribía y guardaba cada noche en una caja de vinos, a la edad de 6 años. Me enamoré sin querer de aquel papel en blanco y más cuando lo llenaba con mis pensamientos. Ver aparecer las palabras con la tinta de un bolígrafo: era emocionante. Luego, como en todas las vidas, empezaron a pasarme cosas. La tristeza y la alegría empezaron a salir de mí a cada momento como guiadas por un río invisible, y no podía parar. Y del poco a poco, al hoy”.

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