Claves para fomentar tu higiene mental

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Todos somos conscientes de la importancia de la “higiene”. En éstos últimos meses la palabra higiene ha sido mencionada más que nunca, ya que la “higiene de manos”, la “higiene en el domicilio”, etc. son vitales para luchar contra el virus que desde hace un año ha invadido nuestra vida.

Pero se nos ha olvidado algo muy importante, no sólo importa la higiene física, también y no menos importante la Higiene mental, higiene de la que nadie o muy pocas personas hablan. Y sin lugar a dudas todos deberíamos conocer con más detalle y saber los principios para ponerla en práctica.

¿Qué es la higiene mental? Es un término que se utiliza para hacer referencia al conjunto de hábitos y estrategias que ayudan a nuestra mente a estar en armonía con las personas con las que nos relacionamos cada día y con el entorno en el que vivimos.

La situación que estamos viviendo desde hace un año: confinamiento, temor al contagio, distanciamiento social, pérdida de familiares, pérdida de trabajo o problemas económicos, han hecho que muchas personas sufran cuadros frecuentes de depresión, ansiedad, estrés, agotamiento psicológico, cambios de humor, agresividad, apatía y desencanto, sensación de soledad… Lo que ha llevado a que la propia ONU considere de vital importancia y de carácter urgente la necesidad de reforzar los servicios de atención psicológica.

Por ello considero que es importante no dejar éste importante tema de lado y siguiendo las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud): …”La higiene psicológica empieza por uno mismo y todos debemos velar por nuestras emociones”. Para ello los especialistas en salud mental nos recomiendan una serie de hábitos para nuestro autocuidado emocional:

Cuidar la autoestima y valorarse a uno mismo. Todos tenemos cualidades que no tienen los demás, fortalezas que debemos cuidar y desarrollar ya que ello nos ayuda a fomentar la autoconfianza, la autoestima y la seguridad. Debemos ser positivos con nosotros mismos y con los demás, buscar los valores positivos de cada una de las personas que tenemos a nuestro lado o con la que nos relacionamos y no centrarnos en aquellos aspectos negativos o que no nos gustan. Todos podemos aprender de todos y ello nos ayuda a mejorar como personas, como seres humanos.

Aprender técnicas de relajación como el yoga, taichi, mindfulness… que ayudarán a mejorar la respiración y a recuperar la serenidad, la tranquilidad y con ello a mejorar nuestro estado anímico y ver las cosas de otra manera.

Ser selectivo y no gastar energías innecesarias en temas y cosas que no son importantes ya que nuestra mente no puede abarcar todo y podemos solucionar todo, por ello debemos enfocarnos en aquellos temas que podemos controlar. Debemos aprender a ser selectivos a la vez que valorar las cosas en su justa medida para que ello, no nos suponga un desgaste excesivo de nuestra energía.

Dormir bien. El dormir las horas necesarias (al menos siete horas diarias) hará que nos encontremos descansados, despajada nuestra mente. El llevar un horario de sueño es muy importante, debemos olvidarnos de los aparatos eléctricos cuando nos vamos a la cama (Tablet, ordenador, móvil…), ni ver la tv. Dormir es vital para llevar una vida equilibrada.

Practicar deporte con regularidad, procurando dedicar al menos una hora al día a realizar ejercicio físico, nuestra salud física se verá reforzada de la misma manera que nos ayudará a despejar la mente.

Apoyarnos en los demás y relacionarnos con otras personas, es cierto que en éstos momentos no podemos hacer reuniones familiares, ni con amigos, pero no por ello no podemos relacionarnos aunque sea de manera telemática con nuestros amigos y familiares, conversaciones telefónicas, video llamadas … ello nos ayudará a socializar y a no perder el contacto con nuestros seres queridos; el comunicarnos con los demás nos ayuda a conseguir un estado de ánimo sereno; es una terapia excelente.

Ser positivo y perseverante, nunca olvidarnos de motivarnos, de crear expectativas, de fijarnos metas. Ello nos ayudará a superarnos, a manejar la realidad y a tener nuestra mente ocupada en ese sueño, en ese objetivo marcado y ello nos ayudará a no entrar en el bucle de la tristeza, de la desesperación …

Un ejercicio recomendado por el Catedrático de Psicología y fundador de la Neurociencia Cognitiva Michael Gazzaniga, sería cada noche antes de irnos a dormir en un cuaderno anotar cinco pequeñas cosas que nos han pasado durante el día, pero con la peculiaridad que no se pueden repetir ninguna de ellas ningún día, eso nos obliga a centrarnos en esas pequeñas cosas -que en ocasiones no damos importancia- y que son realmente valiosas e importantes. Por ejemplo, darnos una ducha caliente por la mañana, una llamada a un amigo al que hace mucho tiempo que no llamamos y mantenemos una agradable conversación; o un momento tranquilo sentado en el sofá leyendo nuestra novela preferida; o hacer una videollamada a un ser querido al que no vemos desde hace tiempo; o el saborear nuestra comida preferida. 

 

 

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