¿Sientes felicidad o alegría?

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¿Distingues entre felicidad y alegría? ¿Sabes que la primera evoluciona y varía con cada uno, mientras la segunda es una emoción? ¿Has experimentado alguna vez la sensación de estar alegre a pesar de no sentirte feliz? Para esto último, los expertos recomiendan la práctica de hábitos de vida saludables, aplicando un esfuerzo de por vida a dicha acción.

“Si no sabes cómo ser feliz, te propongo la estrategia de poner en valor algo que pase en tu vida”, dice Javier Rubio, coach del Centro de Estudios del Coaching; “por ejemplo, puedes darte una ducha con agua fría y, al terminar, sentarte y reflexionar a propósito de la suerte que tienes de contar con agua caliente cada día”; “Al día siguiente, mientras te duchas, esta vez con agua caliente, puedes darte cuenta de lo afortunado que eres”.

Así es como Javier Rubio plantea iniciar el entrenamiento hacia la felicidad, concepto “que se vive, no se analiza, pues la mayor infelicidad surge al comparar tu situación actual con otra del pasado en la que te sentiste más feliz”.

 

Eso llamado felicidad

“La felicidad es el resultado del trabajo continuado para crear hábitos de vida y de pensamiento saludables”, dice Javier Rubio, quien asegura que se trata de prácticas que “no son iguales para todo el mundo”, aunque lo cierto es que “son para toda la vida”.

“El dinero nos hace ver que no somos felices; sin embargo, dado que mi primera nómina me hizo feliz, sigo con el mismo patrón, pues no he entrenado otro distinto”, dice este experto en felicidad.

Mientras que la alegría es una emoción, la felicidad es un estado que requiere un esfuerzo para mantenerlo. Rubio considera que existe confusión al respecto, especialmente en lo que se refiere a las creencias que tenemos acerca de la felicidad:

  • La felicidad está fuera. Solemos poner el foco en elementos externos; sin embargo, aquello que nos hace felices parte de nosotros mismos, de nuestro interior.
  • Es algo efímero. ¿Para qué perseguirla? Según Javier Rubio, sufrimos una adaptación hedónica, mediante la que convertimos en ordinarios hechos que han sido extraordinarios. “La felicidad es un estado voluntario, consciente y mantenido”, dice Rubio.
  • La persigo. Es habitual escuchar la frase: “Tengo claro lo que me hace feliz y lo persigo”; aunque nada más lejos de la realidad, ya que según este experto no sabemos lo que nos hace felices; “Se trata de construirla, no de ir tras ella”.
  • Es hereditaria, se tiene o no se tiene. Javier Rubio asegura que se habla de que la felicidad se explica al 50% entre genética y epigenética. No obstante, ese reparto no es determinante, dado que “el 10% de la felicidad se corresponde con lo que me pasa y el 40% con cómo lo afronto”.
  • Conformismo propio de las personas felices. Otra creencia errónea, según Javier Rubio, ya que cuando tenemos la felicidad como objetivo de vida conseguimos un mayor número de retos.
  • La gente feliz se hace egoísta. Muy al contrario, valores como la compartición, el agradecimiento o el reconocimiento son los que nos hacen más felices.
  • La consigo cuando quiera. Siendo esto cierto, Javier Rubio recuerda que “hemos de estar preparados para que esto ocurra”.

 

¿Empezamos el entrenamiento?

Dice Javier Rubio, del CEC, que “con las redes sociales estamos perdiendo niveles de felicidad y de alegría”; “Podemos distinguir ambas, ya que si por ejemplo cambio de trabajo, puedo sentirme alegre sin estar bien, sin tener felicidad en ese momento”.

De ahí que este experto nos invite a entrenarnos en la ciencia de la felicidad, partiendo de tres preguntas básicas:

  1. ¿Qué es la felicidad para ti en cada momento de tu vida?
  2. ¿Sabes que dicho estado cambia y evoluciona contigo?
  3. ¿Practicas la felicidad? ¿Cómo puedes hacerlo?

Desde el Coaching te proponemos que te detengas y reflexiones a propósito de escenas de tu día a día: ¿Algo te ha salido mejor de lo que esperabas? ¿Has tenido un reconocimiento por parte de otras personas? ¿Qué te ha sorprendido últimamente? ¿Hay algo en lo que sientas especial interés? ¿Dónde sientes seguridad? ¿Qué es lo que te apasiona?

Javier Rubio nos invita a ser conscientes del estado de nuestra felicidad, que viene de la mano de la inspiración, el interés, de la serenidad, de la calma, de la gratitud, del gozo, de la alegría y del disfrute.

Y recuerda que, tal y como se dice para tantos otros factores relacionados con el Coaching, la felicidad está en tu interior, no la busques fuera.

¡Felices Entrenamientos! ¡Feliz Coaching!

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