La salud mental ha cobrado un protagonismo mayor en los últimos tiempos, sobre todo a consecuencia de la pandemia generada por la COVID-19. Gracias a esta crisis sanitaria hemos normalizado términos como problemas de salud mental, depresión, crisis de ansiedad, angustia… Y, hoy, en el Día Mundial de la Depresión, queremos recordar cuáles son los principales síntomas, las señales que deben ponernos en alerta y hacer que acudamos lo antes posible a un especialista para afrontar esta enfermedad.
La salud mental se ha convertido en una de las prioridades de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para el año 2030, y en nuestro país el Ministerio de Sanidad lanzó recientemente la campaña Hablemos de salud mental para visibilizar y sensibilizar sobre la depresión y la ansiedad.
Según la última Encuesta Europea de Salud en España (EESE), la depresión y la ansiedad son los problemas de salud mental más frecuentes entre la población, en parte motivada por la crisis sanitaria. Según esta encuesta el 5,84 % de la población adulta afirma haber sido diagnosticado de ansiedad crónica, y un 10,86 % de la población adulta admite haber consumido tranquilizantes, relajantes o medicamentos para dormir y el 4,52 % antidepresivos o estimulantes.
Solo en España, uno de cada diez adultos ha sido diagnosticado de algún problema de salud mental y se estima que, en el mundo, una de cada cuatro personas tendrá algún problema de este tipo a lo largo de su vida.
Síntomas delatores
Según el National Institute of Mental Health, estos son los síntomas más comunes de la depresión:
- Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”;
- Sentimientos de desesperanza o pesimismo;
- Sentimientos de irritabilidad, frustración o intranquilidad;
- Sentimientos de culpabilidad, inutilidad o impotencia;
- Pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos;
- Fatiga, disminución de energía o sensación de que está más lento;
- Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones;
- Dificultad para dormir, despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado;
- Cambios en el apetito o en el peso sin haberlos planificado;
- Dolores y molestias, dolor de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física aparente, o que no se alivian ni con tratamiento;
- Intentos de suicidio o pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
Reconoce la enfermedad
Según explicaba en esta misma web Elena Donate Rodríguez. Psicóloga General Sanitaria y especialista en personas mayores, del Instituto Psicológico Cláritas, estas son las preguntas clave que han de hacerse para reconocer si sufrimos o no la depresión.
1.- ¿Qué emociones son las que están más presentes?
2.- ¿Has perdido el interés y las ganas en tu día a día?
3.- ¿Aunque tienes muchas dolencias físicas, los médicos no encuentran su origen?
4.- ¿Últimamente piensas reiteradamente en el fin de la vida?
Ante cualquier duda, siempre lo más acertado es acudir a un especialista que será quien preste la ayuda necesaria para afrontar y superar la depresión.
