La propuesta que te traigo hoy es la de conectar contigo para ser tu propio terapeuta. Por eso quizá haya términos que puedan sonarte algo técnicos; no obstante, te invito a conocer a tus guías, los seres de alta frecuencia que pueden ayudarte en tu evolución espiritual. Si eres de los que inicia ahora su camino de autoconsciencia, te propongo que conozcas a tu Yo Superior, todo un descubrimiento y una liberación.
Justo antes de escribir estas líneas lo comentaba con una de mis personas favoritas: “es cierto que funciona”. Me refería a una técnica que la coach Cristina Acebrón explicaba de forma brillante en su ponencia “Conexión con tu Yo Superior y tus guías espirituales”.
Lo ha hecho en el contexto del congreso virtual Gecrea (Gestión Emocional, Crecimiento Personal y Autoestima) organizado, a su vez, por la psicóloga Miriam Martín.
A través de ese contacto con mi ‘yo superior’ he iniciado un proceso interesante, epifanía incluida. Como entre mis valores prioritarios está el sentido del humor, me he valido de una mis escenas preferidas de la serie “Friends”, en la que los personajes de Rachel y Chandler están charlando en el descansillo de entrada a sus casas.
En ese momento, Joey interrumpe y le pide permiso a Rachel para bajar a la calle con el patinete. Ella le responde que puede hacer lo que desee y le hace la pregunta retórica de si es que se cree que es su madre para darle permiso.
Mientras Joey se va feliz con su patinete, Rachel deja la conversación con Chandler durante un instante para ir hacia la escalera y gritarle a Joey: “Ten cuidado al cruzar la calle”.
Cuando se gira de nuevo hacia Chandler y al espectador, la expresión de Rachel, además de provocar la carcajada, lo dice todo. Al igual que lo que me ha expresado una persona cercana hace tan sólo unos días, cuando me preguntó directamente: “Acaso eres mi madre?”.
“La espiritualidad sirve para la vida material, pues somos almas que encarnamos en un cuerpo físico, por lo que también tiene que ir unida a la alegría y al humor, así que ¡no te lo tomes tan en serio!”, dice Cristina Acebrón, experta en Canalizaciones y autora, entre otros títulos, de Crónicas de lo invisible; “Ocurre que, en ocasiones, canalizar no llega en el mejor momento de tu vida”.
No obstante, Acebrón nos anima a conocer: “Aprende, conecta, sé tu propio terapeuta, es decir, activa tu capacidad sanadora y de conexión interior para recibir lo que mereces”.
Conecta con quien quieras, pero conecta
Esta experta en coaching Cuántico explica que los guías son “seres de alta frecuencia que pueden acompañarte en tu evolución espiritual”; “Tal y como su nombre indica, lo que hacen es guiarte, sin decirte lo que debes o no hacer, pues desean que aprendas y que tomes tus decisiones”.
“Los guías son conciencias externas a ti que, al igual que tú, posiblemente han tenido diversas existencias en el universo”, dice esta coach; “Son maestros a quienes puedes hacer preguntas y que te aportan información; de hecho, el llamado tercer lenguaje es la energía de los guías, mediante el que puedes integrar esas enseñanzas a nivel interno”.
Acebrón reconoce, no obstante, que “a veces hay miedo al conectar con una conciencia que no sabes quién es”; de ahí que nos proponga conectar con el ‘yo superior’.
Pero, ¿qué es eso del ‘yo superior’? “Somos seres multidimensionales y nuestro ‘yo superior’ está en el lugar desde el que venimos, donde reside nuestra naturaleza verdadera”, dice Cristina Acebrón; “Lo conoce todo sobre nosotros mismos, desde por qué decidimos encarnarnos, todas nuestras existencias, hasta quiénes somos en realidad”.
Es precisamente una pequeña parte del ‘yo superior’ la que decide encarnarse en el papel de cada uno; según esta experta, la comunicación ha de hacerse mediante la intuición: “en forma de pequeños flashes de información que se requieren para ese momento, llegándote como algo que tú sabes”.
Una conversación con tu ‘yo superior’
¿Cómo hacemos para entablar una conversación con el ‘yo superior’? “Es preciso entrenar y, sobre todo, ser comprensivo con uno mismo, autocompasivo, paciente y darse los tiempos necesarios”, dice Cristina Acebrón, quien propone los siguientes pasos para conectar con esa parte mágica de cada uno:
- Planificación. Has de tener claro lo que deseas preguntar o consultar a tu ‘yo superior’.
- Estado meditativo. Para la conexión consciente se precisa una rutina de meditación; “cualquier tipo es válido, por ejemplo, mientras haces deporte, ya que lo que se necesita es ese estado profundo en el que estés en paz”. Se trata de entrar en el estado Alpha, ondas que contribuyen a la calma mental, a la integración cuerpo-mente y al aprendizaje.
- Como si hablaras contigo. “Tu yo superior eres tú mismo por lo que, cualquier cosa, le llegará”.
- Estado de claridad absoluta. “Es necesario saber cómo se lo vas a pedir, aunque también lo que deseas, concretamente”. Un cambio de conciencia profundo, el lugar en el que vives, otro trabajo o terminar una relación que va mal; “En la base de todo esto existe una coincidencia, como es tu malestar, el hecho de que no puedas con esa situación”.
- Ponerte en tu lugar. Acebrón sugiere hacerlo con firmeza, que no enfado, ya que “el yo superior no charla, no entiende con palabras, sino con energía”.
De ahí que los mensajes deban ser del tipo: “esto (lo que sea, en concreto) ya no lo quiero; por favor, haz los cambios necesarios y yo me abriré a ellos”.
“Se trata de la convicción de que mereces tal cambio, pues ya no hay modo de que evoluciones y crezcas, por lo que no te sirve; además, ya estás listo para avanzar”.
- Llegan los cambios. “Éste suele ser el primer paso para el resto de la vida que tendrás, de la mano de tu yo superior”.
Para quienes habéis llegado hasta aquí, os cuento un poquito más a propósito de mi identificación con el personaje de Rachel, en la escena más arriba descrita. Resulta que, tras pedir ayuda a mi ‘yo superior’ para mejorar mis relaciones interpersonales, me ha dejado caer la bomba de la exigencia.
Hablo de la propia, conmigo misma, la cual trasladaba también a los demás. Así es como he sabido que, a pesar de tenerlo delante todo este tiempo, no lo veía. Me he dado cuenta también de que casi todo iba encaminado a mi afán de perfección, que no de perfeccionamiento, es decir, de hacer las cosas más en la forma que en el fondo.
Al conectar con mi ‘yo superior’ ha sido como si me dijera: “mírate esto de aquí… hasta ahí puedo leer”. Ha funcionado. Por eso mismo te invito a conectar con tu ‘yo superior’ que, en palabras de la experta Cristina Acebrón “es una parte maravillosa y grandiosa de ti; siempre te escucha, si bien la comunicación sólo será efectiva si tienes claro lo que deseas trabajar o hablar con él”.
¡Felices Conversaciones con tu Yo Superior! ¡Feliz Coaching!
