Algunas emociones, que solemos tachar de desagradables, son de acción y nos indican que hay algo que debemos cambiar en nuestra vida. La ira significa que están violando nuestro espacio, el miedo que hemos de protegernos y la tristeza que hay un duelo por hacer. A veces, estas tres emociones pueden ser desadaptativas, pues están fuera de lugar. Desde el Coaching te invito a cambiarlas.
“Era de ese tipo de personas que no hacía nada por defenderme, evitando así enfadarme o quedar mal ante otros”, dice María Mikhailova, coach Estratégica y experta en Inteligencia Emocional y Programación Neurolingüística; “mi pesadilla era que los demás llegaran a enfadarse conmigo y que esa imagen de chica correcta, buena y cómoda para las otras personas cayera”.
Miedo, ira y tristeza son las tres emociones “desagradables” a las que hace mención esta experta en su propio proceso de crecimiento personal hace años. Mikhailova nos explica cuándo tales emociones son adaptativas y cuándo no lo son: “la ira nos informa de que están violando nuestro espacio, nuestras reglas y valores, lo que supone que hay algo que hacer, como es defender nuestros derechos, poner límites o, simplemente, alejarnos de esa persona”.
“El miedo significa que hemos de protegernos o encontrar una forma positiva de lograr lo que nos proponemos, mientras que la tristeza es quizá la de proceso más largo, pues supone un duelo”, dice esta coach.
“Todas las emociones son necesarias en nuestra vida, pues nos envían información”, dice Mikhailova; “por lo que no se trata de ignorarlas, además, cuando llegan es imposible dejar de sentirlas y es preciso vivir la experiencia”.
Cómo cambiar las emociones
Tenemos entonces unas emociones que son necesarias por ser adaptativas, ya que nos ayudan a llevar a cabo una acción; sin embargo, hay momentos en los que esas alteraciones del ánimo son lo contrario, desadaptativas.
Ocurre cuando esa emoción está fuera de lugar, por ejemplo, cuando sentimos miedo a hablar en público, ya que en este caso no hay nadie que nos haga daño. O también en el caso de que sea repetitiva porque seguimos rumiando y dándole vueltas, exacerbando nuestra tristeza. Es el caso de que una persona esté triste por su separación, aunque hayan transcurrido dos años desde que se rompiera su matrimonio.
Estas alteraciones anímicas desadaptativas son las que te invito a cambiar, a través de la técnica de las Triadas de la Emoción, que propone la experta María Mikhailova.
- Clave del Cuerpo. Cada emoción repercute en una parte corporal, por lo que lo primero es sentirla. Mikhailova nos propone cerrar los ojos y conectar con nuestro cuerpo; “¿cuál es la emoción? ¿es ira, frustración o sólo incomodidad?; ponle una puntuación según intensidad, entre 1 y 10 puntos”.
Siguiendo con el cuerpo, ahora se trata de conectar con la emoción que desearía sentir, bien recordándola, bien imaginándola. “Observa qué aspectos cambian en tu cuerpo; no olvides respirar hondo”.
El tercer paso consiste en darte cuenta de cómo está tu cuerpo: “si te ha costado alcanzar ese estado emocional deseado, cuál es la nueva emoción”, dice Mikhailova; “para ello pueden ayudarte algunos elementos externos, tales como música, aromas o alguna visualización que te conecten”.
- Clave del Foco. Es el segundo elemento que integra la triada; consiste en darse cuenta de a qué le prestas atención. Es, por tanto, la parte mental. “Para tener esa emoción de ira, miedo, angustia, tristeza o ansiedad llevo mi atención hacia algo”, dice Mikhailova; “¿hacia qué?, ¿dónde está mi foco?, ¿qué hace eso conmigo?; tú eres dueño de ese foco, por lo que puedes llevarlo hacia situaciones desastrosas, hacia personas que te hacen daño o, por el contrario, a situaciones agradables y positivas”.
María Mikhailova nos invita a “cerrar los ojos e ir hacia ese foco, puesto en una persona o situación que nos duelen”; seguidamente, tras varias respiraciones profundas, “conectamos con una situación agradable, que nos haga sentir alegres, quizá con la misma persona”.
Si la mente nos lleva de nuevo a lo de antes, Mikhailova nos propone volver, “incluso forzando un poco, a esa otra situación agradable y positiva”.
- Clave del Significado. Una misma situación puede ser vivida de forma distinta por diversas personas, lo cual se explica no sólo por dónde pongamos el foco, la atención, sino también por el significado que le demos. De aquí que María Mikhailova nos proponga un cambio de significado ante una situación de inestabilidad emocional.
“Sitúate en el primer escenario y dime qué le dirías a la otra persona, al público o a ti misma”, dice Mikhailova; “hazlo con compasión empática hacia ti y hacia la otra persona, con lenguaje asertivo y amable”.
“Mira aquello que te ayude a rebajar tu malestar; pueden ser pensamientos, palabras, creencias o afirmaciones que te ayuden a vivir esa situación con menos intensidad; para ello puedes cerrar los ojos e incluso hablar en alto, si estás a solas”.
- Clave de la Conclusión. Si no has logrado rebajar el nivel de la emoción, Mikhailova propone acudir a otro escenario que te calme o te alegre.
Si has conseguido tu objetivo, podrás continuar utilizando esta misma situación.
“Lo relevante es que tu estado emocional haya cambiado”, dice Mikhailova, quien nos invita a cerrar los ojos y conectar con la triada, es decir, con el cuerpo (¿qué cambia ahora?), con el foco (¿en qué te estás enfocando ahora que has cambiado tus pensamientos? ¿sientes algo distinto, más positivo?) y con el significado (¿qué te dices sobre esta situación, tanto si se trata de un escenario nuevo como del mismo, pero con otro significado?)
- Clave de la Medición. “Mide ahora tu nivel emocional, de nuevo entre 1 y 10 puntos”, dice María Mikhailova; “date cuenta si has cambiado de emoción”.
“La próxima vez que vuelvas a sentir una emoción de forma desadaptativa, puedes entrenar el ejercicio de la triada emocional”, dice la mentora María Mikhailova, que añade que, con la práctica, cada vez será más fácil.
¡Feliz Cambio de Emociones! ¡Feliz Coaching!
