Las personas mayores que viven solas con una mascota, reducen su deterioro cognitivo como reflejan las conclusiones del último estudio realizado por investigadores de la Universidad china Sun Yat-sen.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Sun Yat-sen, en Guangzhou, y publicado en Jama Network Open, confirman que las tasas de deterioro cognitivo de las personas mayores que viven solas con alguna mascota son inferiores a las de aquellos mayores que viven acompañadas. Según el informe tener una mascota se relaciona con un menor deterioro de la memoria y de la fluidez verbal entre los mayores que viven solos.
El estudio se ha realizado a través de más de 7.900 personas británicas mayores de 50 años, entre los años 2010 y 2019, siendo la mayoría de ellas mujeres (concretamente el 56 % de los participantes). Con estas personas, los investigadores evaluaron la memoria verbal, la capacidad que tienen las personas para recordar lo que se les dice, la fluidez verbal y la cognición verbal, así como los diferentes procesos mentales que se ven implicados en el uso del lenguaje.
Los investigadores han justificado la necesidad de realizar este estudio ante el claro y rotundo envejecimiento de la población, que además es pionero en estudiar la relación que existe entre tener una mascota y el deterioro cognitivo de la población mayor. En una sociedad que envejece, que tiene una esperanza de vida cada vez más alta, el deterioro cognitivo se ha convertido en un problema de salud de primer orden. No en vano se estima que, a nivel mundial, en el año 2050 serán 153 millones de personas las que sufrirán demencia (frente a los 57 millones que se contabilizaban en el año 2019).
Ante estas cifras, y siendo conscientes de que hoy por hoy no es posible revertir el deterioro cognitivo cuando se produce, es importante identificar poblaciones de riesgo y factores de riesgo modificables, para articular y diseñar políticas de salud pública centradas en el envejecimiento activo y saludable. En este sentido, los responsables de esta investigación han reconocido que «tener una mascota es un cambio simple que podría desempeñar un papel imporante en el desarrollo de políticas de salud pública para frenar el deterioro cognitivo en los mayores».
Deterioro cognitivo
Tener una mascota, como demuestra esta investigación, se relaciona con sufrir soledad en menor medida, que es un calro factor de riesgo que puede desencadenar la demencia y el deterioro cognitivo.
El estudio ha demostrado que tener una mascota, vivir con ella, puede llegar a compensar el deterioro mental que se asocia al proceso de envejecimiento. También el nivel de cognición verbal demostró ser más lento en aquellas personas mayores con mascota.
Esta investigación reafirmó, además, que cuidar de un perro o de un gato, de una mascota, ayuda a las personas mayores que viven solas a relacionarse con otras personas, les ayuda a ejercitar su cuerpo y su mente, y refuerza el sentimiento de utilidad y de responsabilidad en el cuidado del animal.
