Iniciativa telefónica en época del COVID-19

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Aula de mayores “UGR”.

A partir de la medida preventiva de confinamiento por el temido virus, desde el Máster de Gerontología, Dependencia y Protección de las personas Mayores de la ciudad de Granada,  se inició un programa de voluntariado con la finalidad de ofrecer acompañamiento telefónico a aquellas personas mayores que viven solas o en residencias, intentando paliar la soledad en estos días de confinamiento.

En un principio se creó un programa destinado a mantener el vínculo con aquellas personas mayores que asistían al “Aula de Mayores Ciudad de Granada” perteneciente al Master, pero pronto, este voluntariado se amplió a muchas más personas, incluso a aquellas que viven en residencias tanto de Granada como de otras ciudades, llegando a abarcar también a personas que residen en Barcelona , Madrid, Avila, etc. Prestando ayuda actualmente a unas 58 personas mayores a través de estas llamadas.

El voluntariado cuenta con el apoyo del director del Máster, Juan Antonio Maldonado y está bajo la supervisión de la catedrática Ramona Rubio, quien puso en marcha este proyecto.

El equipo está formado por 18 profesionales de distintas áreas (Trabajo Social, Psicología, Terapia ocupacional, Enfermería) que realizan actualmente el Master de Gerontología, Dependencia y Protección de los Mayores. Personas comprometidas en prestar apoyo y ayuda a mayores. Estos colaboradores son: Sandra Tremolada, Eugenia Añazgo, Antonio Morales, Teresa Cañete, Antonio Córdoba, Rocío Cánovas, Melina Tortosa, Delia Vázquez, Carmen Quijada, Valentina Serrano, José Ángel González, Verónica Tovar, Inmaculada González, Iris González, Victoria Román, Jéssica Urbano, Enrique Cano y Joaquín de la Barra, quienes llevan a cabo las llamadas que se realizan a los mayores. Dentro de este amplio equipo, Sandra Tremolada, Eugenia Añazgo, Antonio Morales y Antonio Córdoba, se ocupan de organizar las llamadas y analizar su contenido,

Se diseñó una ficha de llamadas telefónicas con un seguimiento semana tras semana para medir los efectos de este voluntariado en el mayor, en tres grandes áreas: Estado de salud percibida, estado de ánimo y niveles de soledad.

Si bien la constante incertidumbre que caracteriza la situación actual, ha producido en varias personas mayores durante las distintas semanas un estado anímico fluctuante y poco favorable o regular, imperado por el miedo, negatividad, cambios en la rutina, distanciamiento físico de la familia, amigos, etc; las llamadas telefónicas se han presentado como un recurso que permite al mayor tramitar este malestar, con quienes están del otro lado de la llamada. Por lo que a poco más de un mes, se ha podido registrar en su mayoría, una mejoría en el estado de ánimo, teniendo éstos resultados un impacto positivo sobre los niveles de soledad.

En cuanto al estado de salud percibida por el propio mayor, pese a que las primeras semanas se mantenía fluctuante, la sexta semana de confinamiento se registró mayor descenso; en este sentido cabe resaltar que el impacto de todas las semanas de encierro empieza a notarse también en el cuerpo. En algunas personas mayores aumentan sus dolores por una serie de factores  que van desde esa falta de contacto social que genera el confinamiento hasta la disminución de la actividad física que influye en la pérdida de fuerza y masa muscular, así como la menor frecuencia de controles médicos para sus diversas patologías, etc. aumentando su malestar corporal.

Durante la llamada, la persona mayor es la protagonista, por supuesto; sin embargo las conversaciones han permitido que tanto voluntarios como mayores se fueran conociendo mutuamente, creando vínculos y manteniendo la esperanza de poder conocerse cuando toda esta situación pase; por lo que las llamadas tienen un efecto muy positivo también en cada voluntario, a la vez que se convierte en un proyecto intergeneracional.

De cada registro de llamadas, se obtienen frases que son verdaderos tesoros para el equipo de voluntarios y por qué no, para la sociedad; pues gracias a estas respuestas, se subraya una vez más la importancia de escuchar y vincularse con las personas mayores:

“Di a tus compañeras y compañeros que nos dais vida, que estamos muy solitos y que lo sois todo para nosotros, gracias. Si la gente supiera de vuestra labor, los aplausos de las 8 de la tarde también irían por vosotros, ojalá y pudiera agradecer personalmente a cada uno/a de vosotros/as lo que hacemos, que es un mundo”. Ana.

“Te doy las gracias, de verdad, a ti y dáselas a tus compañeros. Cuando estás solo y en esta situación, una simple llamada te hace salir de esa dinámica. Estáis haciendo una labor humana muy importante que solo los mayores que vivimos solos sabemos lo que es…”. Antonio.

“Menos mal que recibo las llamadas de mis hijas y nietos, y de ti, que para mí ya eres de mi familia. Cuando acabe esto tenemos que conocernos en persona porque este apoyo está siendo importante para mí”. María.

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