«He sido testigo de muchas lágrimas de don Juan Carlos y de doña Sofía»

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El veterano periodista, Jaime Peñafiel, acaba de publicar Los reyes también lloran (Grijalbo). Obra que arranca precisamente con unas lágrimas muy significativas, las derramadas por don Juan Carlos y doña Sofía en el entierro de don Juan. Unas lágrimas, además, que como reconoce el autor, «humanizaron a los monarcas a ojos de los españoles». Se trata de un libro que desvela situaciones vividas por Juan Carlos I a lo largo de su vida y algunas intimidades, como las cartas que escribe a su primera novia cuando era muy joven. Este libro nos acerca a la figura de don Juan Carlos desde la óptica de alguien que ha compartido con él como periodista más de 60 años, y que reconoce sentir «tristeza, por la humillación» a la que el monarca ha sido sometido este último año. Peñafiel nos habla abiertamente de lo que piensa como «hombre libre» que es, y a sus 88 años asegura que aún le quedan «fuerzas y ganas» para contar lo que sabe aunque «no traspasaré nunca la intimidad de don Juan Carlos».

 

Jaime, ¿es este un libro más para ti?
No. No es un libro más. Es un libro sobre el rey Juan Carlos I. Es un libro importante en un momento tan importante en la vida de don Juan Carlos, en estos momentos tan dramáticos para él, después de que su hijo le echara de España.

¿Qué va a descubrir el lector en estas páginas?
No es un libro más porque es una geografía sobre él. Es un libro en el que se destacan las luces y las sombras, sobre todo en unos momentos muy dramáticos que jamás se pensaba que iba a vivir. Que un hijo eche a su padre de su casa y de su país, no es de recibo. Esto le ha costado muchas lágrimas a don Juan Carlos, y también llorará Felipe el día que su padre se muera.

Hablas de lágrimas y así arranca precisamente el libro, con las lágrimas del rey y la reina durante el funeral de don Juan. ¿Esas lágrimas les humanizaron a los ojos del los españoles?
Sí, exactamente. Arranca con el entierro de don Juan en el Monasterio del Escorial. Y nunca antes unas lágrimas fueron objeto de tanta atención mediática, de tantos editoriales y de tantos artículos como aquellas lágrimas. Porque, sobre todo las de Juan Carlos no eran las lágrimas normales del hijo que entierra al padre. No, no. Era como un resumen de todo lo que él había hecho sufrir a su padre por todas las traiciones. La historia de los Borbones se repite. Don Juan Carlos, que traicionó a su padre cuando aceptó ser heredero de Franco, aceptando el título de Rey cuando le correspondía a don Juan, eso les hizo un daño enorme a los dos.

 

«Él entiende muy bien al ser humano y tiene una empatía total que no tiene su hijo Felipe que ha nacido ya hijo de reyes»

 

A pesar de que no es el único libro sobre Juan Carlos I, y a pesar de toda la información que estamos recibiendo en este último año, ¿aún nos faltan claves para entender su figura completamente?
Mi norma es que valgo más por lo que callo que por lo que cuento, pero lo que callo lo callaré siempre porque pertenece a la intimidad que no pienso traspasar. Pero privacidad no tienen ni los reyes, ni los jefes de gobierno, ni ningún personaje público. Yo aquí llego al límite que es la privacidad del rey Juan Carlos, en la que ha habido muchos momentos terribles, que yo he vivido personalmente, incluso el mismo día que le nombran rey el 22 de noviembre del 75. Aquella tarde yo paso con ellos la tarde a solas con don Juan Carlos y doña Sofía en el despacho de la Zarzuela, los tres solos, contando todo lo que había que contar. Aquel día observo que la reina está llorando. Está sentada en una butaquita leyendo telegramas, y veo que está llorando. No me atrevía a preguntarle pero, al final, como seguía llorando le pregunté: “¿Por qué llora?” Y me dijo: “Porque han impedido que mi madre, la reina Federica, estuviera presente en el palco de invitados del Congreso para ver cómo su hija se convertía en reina», cuando ella no lo era. Sí, he sido testigo de muchas lágrimas de don Juan Carlos y de doña Sofía, en momentos muy delicados.

Imagino que, después de tantos años, también de momentos alegres que pudiste compartir con ellos.
Por supuesto. Imagínate, he hecho con el rey 125 viajes al extranjero y ha habido momentos muy felices, muy divertidos. Pero ha habido momentos muy terribles, cuando se le ha humillado públicamente por parte de este Gobierno. Este libro es una geografía sobre Juan Carlos, sobre Felipe y sobre Letizia. Dos personas que se han comportado terriblemente mal con don Juan Carlos. Felipe echándole de su casa y Letizia colaborando en ello. Ella que nunca, nunca se ha llevado bien con don Juan Carlos, ni don Juan Carlos con ella, desde el primer momento. Porque don Juan Carlos se opuso a aquella boda, porque cuando hablaba de ella siempre decía: “Es una chica muy lista”, con toda la carga peyorativa que tiene esta palabra. Incluso llegó a pedir a su hijo que se divorciara, en el año 2013 estando en Marivent. Además, fíjate, estando tan distanciado de la reina, porque ese es un matrimonio inexistente desde hace mucho tiempo, porque aunque compartían techo no compartían lecho, esto le distanció totalmente. Siempre me he preguntado por qué no se divorciará la reina Sofía que ha sufrido tanto y ha aguantado tanto, hasta el extremo de perder, en algunos momentos, la propia dignidad, porque las ofensas eran públicas y la reparación no es posible más que con un divorcio. ¿Por qué alguien persiste en querer seguir siendo reina consorte? Yo no me lo he explicado nunca. Además, su hija está divorciada, su nuera también es divorciada. El divorcio es una ley para todos los españoles. ¿Por qué ella no?

Con el paso de los años, ¿encontraste respuesta a esa pregunta?
Hace tiempo consultaba con un psiquiatra amigo mío que me dijo unas palabras muy sabias: “¿No será que doña Sofía está, como muchas mujeres que conocemos, enganchada al hombre que les hace sufrir?”. Todos tenemos amigas que no entendemos cómo aguantan al tío que les hace sufrir. Pues, no sé, posiblemente sea eso. Es que si no uno no se lo explica. No es que doña Sofía esté enamorada, yo creo que ya no lo está. La convivencia ha deteriorado este matrimonio desde los comienzos, además.

 

«Siempre me he preguntado por qué no se divorciará la reina Sofía que ha sufrido tanto y ha aguantado tanto, hasta el extremo de perder, en algunos momentos, la propia dignidad»

 

Tú que conoces muy de cerca a Juan Carlos I, ¿cuál es su principal virtud?
Tiene una empatía que no tiene su hijo. Don Juan Carlos, que sufrió muchísimo durante todo el periodo franquista, que aguantó muchas humillaciones, eso en lugar de envilecerle le humanizó. Él entiende muy bien al ser humano y tiene una empatía total que no tiene su hijo Felipe que ha nacido ya hijo de reyes. Don Juan Carlos que además fue pobre, en el sentido de que cuando vivió los primeros años en la Zarzuela vivían con 70.000 pesetas para todos. Eso me lo confesó a mí un día. Me contaba incluso que el intendente de la Zarzuela le contaba hasta las Coca-Cola que nos tomamos, se controlaban las llamadas que Doña Sofía hacía a su familia en Grecia. Era un control terrible y humillante.

¿Y cuál es su mayor debilidad?
Es un Borbón genéticamente. ¿Entiendes lo que te digo?

Ya que mencionamos a Felipe VI, ¿cuál sería su mayor virtud?
Es una buena persona sin esfuerzo. Pero tiene un defecto: no tiene empatía con nadie. Le cuesta empatizar. Es un hombre triste, cuya tristeza se explica porque es un hombre que sufrió muchísimo cuando se quedó solo viviendo con sus padres, cuando sus hermanas se fueron de Zarzuela (Elena se casó y Cristina se fue a Barcelona). Se quedó solo viviendo con un matrimonio que se odiaba. Es muy fuerte, pero así es.

De los más de 60 años de relación con Juan Carlos I, relátanos algún momento importante para ti que compartieras con él.
Compartí con él el día más importante en su vida, cuando le designan rey de todos los españoles. Había aguantado tantos años de humillación durante la época de Franco y se convertía en rey, aunque fuera traicionando a su padre. Era un día grande y no lo pasan con amigos, no lo pasan con familiares, lo pasan con un pobre periodista que soy yo. Convivo con ellos de siete a nueve y media de la noche de aquel 22 de noviembre de 1975. Durante esas dos horas y media hablamos de todo, recordamos todo. Viví ese día tan importante, en el que nadie llamó a la puerta, ni el teléfono sonó una sola vez.

Hay muchos datos sobre la vida personal de don Juan Carlos en el libro. Uno los episodios más llamativos es su relación con Olghina de Robilant, su primera novia.
Sí, en ese capítulo muestro las cartas que le enviaba, y en ellas se refleja un chico inocente. Incluso en ellas cuenta cómo se levanta a las 6,30 de la mañana, va a comulgar porque quiere estar en gracia de Dios, reconoce que no quiere decepcionar a su padre, e incluso escribiendo a su novia le dice que debía casarse con quien debía.

 

«Para lo único que está sirviendo este exilio es para que podamos contar algunas de las cosas que realmente merece don Juan Carlos»

 

¿Cómo crees que va a acabar esta situación para el rey Juan Carlos I?
Pues con el regreso de don Juan Carlos. Tiene que regresar. Me sorprende incluso nuestra prensa española que a veces no la entiendo cuando dice que antes debe autorizarlo su hijo. ¡Qué coño tiene que ver! Don Juan Carlos puede volver cuando quiera, porque a ningún ciudadano se le puede expulsar de su país. Cometieron un atropello, su hijo, su nuera y el gobierno. Puede volver cuando quiera. Pero claro, ¿a dónde va? No tiene casa. La nuera no quiere que vuelva a Zarzuela, y quien manda en Zarzuela es la nuera. Aunque la gente no lo quiera reconocer.

¿Crees que la prensa y la sociedad en general tendrán que rectificar algunas cosas cuando se tengan todos los datos?
Se tiene que rectificar lo crueles que hemos sido los españoles y ha sido la prensa con él durante este año que lleva en el exilio. Y para colmo, para redondear toda esta serie de infamias, esta campaña contra la monarquía y contra Juan Carlos, resulta que las infantas se han vacunado en Abu Dabi. Lo han hecho para proteger a su propio padre cuya salud es tan vulnerable. Ellas no han robado a nadie, no se han saltado la cola para las vacunas. Pero aquí ha habido una campaña anti-monárquica y republicana contra la Familia Real. Y, desde Zarzuela dicen que ellas no son de la Familia Real. ¿Pero cómo no van a serlo si son las hermanas del rey?

También se especula mucho, Jaime, sobre dónde vivirá don Juan Carlos si vuelve a España.
Yo creo que volverá. No sé dónde, si habrá alguien que le ceda su casa. Nadie, nadie lo ha hecho. Mira, el marqués de Cuba, amigo mío, Fernando Falcó, que murió hace unos meses, diez días antes de morir estuve comiendo con él y me decía que se sorprendía de que nadie le hubiera ofrecido un lugar donde estar, y me decía que por qué el Duque de Alba no le ofrece Liria, donde don Juan Carlos estuvo viviendo cuando era jovencito. Cuando llegó, que era un niño, me contaba, sus padres que tenían el mejor palacio que había en la Castellana, el Palacio de Montellano, y se fueron a un piso y le dejaron el palacio con un servicio de 15 personas para un niño y su ayudante, el general Martínez Campos. Y se quejaba de que ahora eso no pasaba y no sabía por qué.

Si todavía quedan cosas contar, de eso que callas, ¿tienes fuerzas y ganas para seguir contándolo?
Fuerza y ganas sí que tengo. Soy un hombre independiente, libre, y puedo contar aquello que quiero. Pero no traspasaré nunca la intimidad de don Juan Carlos. Yo respeto mucho a todo ser humano y nunca he sido grosero con nadie. Pero de don Juan Carlos queda mucho que contar.

¿Y crees que acercar, mostrar, su parte humana haría cambiar la opinión sobre él?
Totalmente. Para lo único que está sirviendo este exilio es para que podamos contar algunas de las cosas que realmente merece don Juan Carlos. Muchos están siendo muy cortesanos, situándose al lado de Felipe que es un buen muchacho pero sin empatía, es serio, distante, frío. Él abrió la veda cuando, públicamente, descalificó a su padre retirándole la asignación que tenía y renunciando a algo ilegal, que no podía ser, renunciando a la herencia de su padre. Según el Código Civil español nadie puede ni aceptar ni renunciar a una herencia en vida de esa persona.

 

Volviendo al título de tu libro, a esas lágrimas que decíamos que humaniza, hoy, ¿por qué merece la pena llorar?
Hoy dan ganas de llorar al ver la situación que está viviendo, da mucha pena y ganas de llorar.

 

 

2 COMENTARIOS

  1. Encantado de ver al Sr. Peñafiel hablar con tanta frescura y naturalidad, habrá que leer «Los Reyes también lloran». Me encanta ese guiño al grande de Raphael en su título, por supuesto interpretación mía.

  2. Me ha gustado esta entrevista sobre el tema de su último libro sobre el Rey D. Juan Carlos I. De él recuerdo, especialmente, todo el bien que ha hecho por España, lamentando que se haya dejado llevar por sus gustos personales que le han conducido a su situación presente. Deseo que vuelva pronto a España.

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