¿Qué es para ti la inspiración? ¿Te sugiere la figura icónica de una musa? ¿O se trata de algo más relacionado con la creatividad? En cualquier caso, estar inspirado guarda un nexo con la intuición, la creatividad y el entusiasmo. De esto último se trata, precisamente, así que hoy, desde el Coaching, te propongo que incorpores algo inspirador a tu vida, en tu día a día.
He descubierto hace poco que hay días en lo que todo fluye suavemente y a mi favor: el trabajo resulta ser más fácil de lo que parecía en un principio, soy capaz de mantener esa conversación difícil que tenía pendiente con otra persona y tomar decisiones se convierte en algo que llevo a cabo con desparpajo y sin despeinarme.
Son mañanas en las que siento que la vida me sonríe, aunque sé que poco o nada tiene que ver con la suerte, sino que guarda relación con una de mis palabras favoritas: inspiración.
“Algunos estudios dicen que rendimos mejor cuando nos sentimos inspirados, contentos y con buena energía”, dice la coach Neus Monfort, creadora del programa Refleja; “sin embargo, en vez de buscar elevar ese bienestar, nos obsesionamos con reducir lo que nos molesta”.
“Se nos olvida que también existen emociones agradables y no nos reservamos tiempo para sentirlas”, dice Monfort.
Según esta experta, “no se puede vivir con inspiración si no se hace algo inspirador cada día”; “la falta de buenas experiencias también te pasa factura, de forma que, desde lo que haces con tus relaciones hasta cómo cuidas tu salud física y mental, tiene un impacto directo en tu rendimiento, llenándote de energía o, por el contrario, anulándote”.
Tu vida te habla
Dice Monfort que todo lo que te pasa en cualquiera de las áreas de tu vida afecta a las demás; “no creas que puedes dejar tus problemas y experiencias personales en la puerta y que no van a afectar tu vida diaria”; “lo harán, aunque puedes elegir entre enfocarte en ellas o usar las experiencias positivas como combustible”.
Es entonces cuando entra en escena un elemento muy poderoso: el reflejo; “pocas personas están dispuestas a mirarlo de frente, aunque la vida siempre nos está hablando”, dice Neus Monfort; “todo lo que experimentas, desde las discusiones en casa hasta los bloqueos en tu trabajo, son un reflejo que, cuando aprendes a interpretarlos y dejas de resistirte, empiezas a transformarlos en tu mayor fuente de poder”.
La chispa del entusiasmo
“En mi experiencia acompañando a personas con carreras brillantes, con preparación académica y profesional de alto nivel, me he dado cuenta de que no es la falta de conocimiento, o de disciplina, lo que las frena”, dice Neus Monfort.
“Es ese piloto automático emocional, alimentado por falsas creencias acerca de la identidad y que las mantiene en el bucle de cumplo, rindo, resuelvo”, dice la coach; “de modo que la vida se vive muy responsablemente, aunque sin la chispa, sin esa energía que convierte el esfuerzo en resultados reales”.
Para Monfort, las claves para estar inspirados son las siguientes:
- Entusiasmo necesario. El verdadero riesgo no está en los momentos difíciles que se experimentan, sino en vivir demasiado tiempo sin entusiasmo. “Porque ahí es donde te desconectas de tu propia esencia, se apaga la motivación y aparece esa sensación de me falta algo, aunque todo parezca estar bien desde fuera”.
- Identificar los mensajes de las emociones. No se trata solo de apagar incendios o de gestionar el estrés “como si fueras el bombero de tu propia vida, sino que se trata de aprender a leer lo que sientes, a identificar el mensaje que hay detrás de cada emoción y convertirlo en un mapa claro para tomar decisiones más alineadas”.
- Espejos de ti. Cuando descubres que tu pareja, tu jefe, tus hijos o incluso tu propio cuerpo son espejos de lo que todavía no estás mirando en ti, “dejas de sentirte víctima de las circunstancias y empiezas a recuperar tu poder personal”.

Sin fugas de energía
Dice Neus Monfort que, al percibir y sentir esos reflejos, la transformación se vuelve tangible, pues:
- Tus relaciones cambian, porque ahora sabes poner límites desde el amor y no desde el enfado.
- Tu autoestima crece, porque dejas de buscar validación externa y aprendes a sostenerte a ti mismo.
- Tu rendimiento profesional se multiplica, porque tu energía ya no se fuga en resistir, sino en crear.
Si has llegado hasta aquí, te cuento algo más sobre mi inspiración. Cada día, al despertar, me hago la siguiente pregunta: ¿Qué puedo hacer hoy para sentirme bien, para mostrar la mejor versión de mí misma y crear algo nuevo?
Tras hacer unas respiraciones, me levanto y dejo que la inspiración me guíe, me lleve hacia algo que convertirá mi día en una jornada especial.
En ocasiones me siento capaz de planificar muy bien mi jornada laboral. Otras veces, la inspiración me sorprende y me permite crear textos mediante los que puedo conectar con vosotros, mis lectores. Hay momentos, incluso, en los que me facilita el diálogo con mi niña interior, ese personaje entrañable e inspirado que me indica cómo modular mis emociones más escondidas.
Algunos días me olvido. Entonces, no me hago la pregunta. Y la inspiración se queda bajo llave. Son días menos luminosos, aunque las experiencias son muy válidas como reflejos que puedo interpretar.
Así que la musa, la creatividad o la inspiración, lejos de ser algo frívolo y reservado a determinados artistas, está al alcance de cada uno, permitiéndonos la transformación.
¿Te atreves a entrenarte en acciones inspiradoras?
¡Felices Días Inspiradores! ¡Feliz Coaching!













