Con esta rotundidad contestan los autores de Encarna en carne viva (La esfera de los libros), Pedro Pérez y Juan Luis Galiacho, para justificar la aparición de este libro casi 30 años después de la muerte de la popular comunicadora. Años en los que muchas cosas se han contado «sin criterio» de Encarna Sánchez, lo que hacía necesario explicar cómo era Encarna, «qué le hacía feliz, cómo llegó a ser quien era», y qué la convirtió en la «mejor comunicadora del siglo XX».
¿Por qué publicáis este libro ahora, después de tanto tiempo y después de todo lo que se ha dicho sobre ella?
J.L.G.- Yo creo que era cuestión de poner el negro sobre blanco y contar la verdad. A lo largo de todo este tiempo se ha juzgado a Encarna Sánchez sin criterio. Eran juicios sesgados y era cuestión de que, tanto Pedro como yo, pusiéramos ante la opinión pública a la auténtica Encarna Sánchez. A partir de ahí que cada uno juzgue y crea lo que tenga que creer. Pero hay que conocer a Encarna Sánchez, saber de su vida, saber lo que ha sufrido, saber lo que ha sentido, saber un poco lo que ha representado, lo que ha sido desde un punto de vista de innovador en la radio, y no solo centrarse en las relaciones personales, en su vida sentimental, que al final es lo que menos nos importa. Y creo que este libro era necesario para, no blanquear la figura de Encarna Sánchez, pero sí para reivindicar a una comunicadora que fue esencial durante todo el siglo XX.
P.P. Sí, al menos para mí, Encarna Sánchez ha sido la mejor comunicadora del siglo XX, la más influyente, la que más oyentes tuvo por la tarde y, también, la mejor pagada indiscutiblemente.
Pedro estuviste con ella más de 20 años, trabajando codo con codo con ella. Para ti, ¿qué es lo mejor de ella como profesional?
P.P.Pues yo te diría que, como profesional, ha sido siempre su rebeldía, su lucha. Encarna era una indomable. Era una mujer a la que no se le podía domar. Ella se tuvo que abrir caminos a codazos, en aquellos tiempos (estamos hablando años, 80, años, 90), ante unas empresas radiofónicas, por ejemplo, Radio Miramar de Barcelona la misma cadena COPE, en las que sus directivos, sus directores generales, sus gerentes, sus dueños eran hombres y la mujer estaba un tanto devaluada, en un segundo plano. Y ella, ya en los años 60 no quiso ser una mujer florero. Por eso hablo de rebeldía. Ella no quiso ser una locutora que simplemente le reía las gracias al locutor. No, ella se rebeló ante eso. Ella siempre ha sido una rebelde, aunque también eso le haya costado mucho el sufrimiento. Pero yo destacaría esa fuerza, esa rebeldía, esa personalidad para enfrentarse a los elementos. Ella fue una mujer que en su tiempo ya abrió el camino a otras mujeres.
“Este libro era necesario para reivindicar a una comunicadora que fue esencial durante todo el siglo 20”
Juan Luis, tú compartiste programa con ella durante cinco años como jefe de investigación.
J.L.G. Sí, por eso es tan importante este libro, porque ha sido escrito por personas que, en el fondo, sí la hemos conocido. Durante todos estos años han hablado personas que han dicho cosas de Encarna sin saber ni conocer. La importancia de este Encarna en carne viva es, precisamente, que está hecho por gente que sí conoce a Encarna Sánchez.
Tras todo lo escuchado en los últimos años sobre su figura, y tras ver todos los datos que aportáis en el libro, ¿qué pensáis que diría Encarna si lo leyera?
J.L.G. El hecho fundamental es que este libro está documentado, está contrastado. Es un libro donde no se habla por hablar, sino simplemente se cuenta la verdad. Yo siempre he dicho que Encarna viviera, este libro sería su biografía autorizada, sería la historia verdadera de Encarna Sánchez. El gran éxito del libro es contar la verdad. Y en esa verdad está también su defensa del periodismo de investigación al que yo me dedico, un periodismo muy comprometido, muy difícil. Yo no he tenido más libertad que con Encarna Sánchez. Y a ella lo único que le preocupaba era la verdad, ese era su compromiso social. De hecho mi dedicatoria en el libro es precisamente eso. Encarna Sánchez, que me hizo ser libre.
Pedro ¿cómo era Encarna como compañera?
P.P. Encarna era una profesional de los pies a la cabeza. Yo no he visto a ninguna otra persona, ni hombre ni mujer, con esa prestancia, esa posición delante de un micrófono, esa implicación, ese atraparte como oyente. Ella tenía el don de la comunicación. Cuando tú comunicas, cuando tú penetras, cuando tú llegas, cuando tú emocionas, tiene un resultado y era el resultado con el que ella conseguía comunicar con su audiencia.
A pesar del paso de los años, sus oyentes se mantuvieron fieles a su estilo.
P.P. Eso está claro. Ella decía que no tenía oyentes, que ella tenía una secta fiel. Y es verdad. Figúrate que después de 26 años de fallecida, hoy se sigue hablando indiscutiblemente de ella. No ha habido ni un hombre ni una mujer que a lo largo de estos 26 años haya sido capaz de ocupar el espacio radiofónico de la noche, ni de la tarde, como ella lo hizo. Es una mujer que, además de tener tres premios Ondas y todos los galardones que ha tenido, dejó un profundo rastro. Después de 26 años muerta, ni un hombre y una mujer que haya sido capaz de ocupar ese lugar en la radiodifusión española.
Juan Luis, como jefe de investigación del programa, ¿hasta qué punto fue valiente e innovador incluir esta sección en su espacio?
J.L.G. El gran éxito de este libro es precisamente en descubrir quién es Encarna Sánchez, no en saber cómo era ella, en saber que ha sido una hija proscrita desde su infancia, una niña con grandísimos problemas, una chica que llega a Madrid que tiene que luchar contra una sociedad entonces machista, una chica que tiene que huir porque le invitan a salir de España, una chica que sufre en América. Podemos decir que vuelve a España precisamente para recuperar la noche en la radio cuando esta no existía. Innovadora en todo. Porque como tenía ese ciclo vital tan importante que contamos en el libro, fue innovadora en la publicidad directa y también en lo que comentabas, en los programas o espacios de investigación propia que nunca se han dado en la radio. Pero tal es así, que yo me sigo preguntando cómo es posible que esa herencia que deslumbró a la audiencia, no haya sido seguida por grandes comunicadores. El compromiso social de Encarna Sánchez en la radio ha sido fundamental para todo. Ese compromiso social le marcó durante toda su vida. Y en este libro queremos saber quién fue Encarna, por qué sufrió, si disfrutó, si fue feliz. Porque que Encarna fue una gran comunicadora ya lo sabemos todos. El éxito de este libro está es conocer cómo llegó a ser lo que fue.
“No ha habido nadie que a lo largo de estos 26 años haya ocupado el espacio radiofónico de la noche, ni de la tarde, como ella lo hizo”
Pedro, de todo lo que se ha llegado a contar de su vida, ¿qué es lo que más le hubiera dolido a ella escuchar?
P.P. Hay varias cosas, hay embustes que ella no hubiera tolerado. Por ejemplo, cuando habla de que el 23 F ella alabó a Tejero. Eso es absolutamente mentira. En el libro se explica perfectamente lo que pasó aquella noche de 1981. Y lo puedo decir porque yo estaba de testigo allí, de productor de su programa de Radio Miramar de Barcelona. O cuando, por ejemplo, dicen que había un túnel secreto entre la casa de Encarna y la de Isabel Pantoja. Absolutamente mentira. Porque la distancia que había entre las dos casas en la urbanización de La Moraleja de Madrid era de 10 kilómetros de distancia. O cuando dicen que una vez fallecida, muerta en su casa, alguien le corta un dedo para quitarle un anillo. ¡Oiga, por favor! Eso es absolutamente incierto. Como ha dicho Juan Luis antes, se han dicho tantas mentiras que creo que todo eso le hubiera dolido mucho a ella sobre todo las falacias, los embustes. Y le hubiera dolido sobre todo el no poderse defender.
¿Os imagináis la radio hoy con Encarna Sánchez?
P.P. Eso sería la bomba. En varias ocasiones, mientras escribíamos el libro, lo comentábamos Juan Luis y yo. Si Encarna hubiera vivido cinco o seis años más antes de fallecer, en aquel 1996, hubiera puesto de patas arriba a este país. Y ¿sabes por qué? Porque con el tema, por ejemplo, del periodismo de investigación, por ejemplo en el caso, a Rafael Vera le dio una cosa que le dio la categoría de la credibilidad o cuando tú alcanzas ese podium, el de la credibilidad, qué difícil es bajarte de ahí. Y con el caso Rafael Vera, ella lo consiguió también gracias a Juan Luis.
J.L.G. Claro. La credibilidad en el periodismo es tan importante, tan vital, que en Encarna esa palabra de Encarna lo llevas a todo, incluso a la publicidad. Pero esa credibilidad la asumía después de afrontar grandes riesgos que hoy en día nadie quiere afrontar. Eso es Encarna Sánchez y eso es lo que hay que reivindicar, que hoy en día nadie quiere afrontar riesgos. A lo mejor hablamos de una sociedad más cobarde, que no se atreva a nada, que no se atreve a luchar contra un jefe, contra lo que sea. Creo que al menos con este libro, ponemos sobre la mesa o sobre la lectura precisamente algo que tiene que existir. Es decir, la valentía, esa valentía que hoy en día quizá no tengamos nadie, esa valentía de tirar para adelante ante grandes problemas, ante situaciones complicadas.
