Si se detecta precozmente, el cáncer de colon puede curarse en el 90 % de los casos. Y, gracias a las pruebas de cribado, es de los pocos tipos de cánceres que pueden llegar a detectarse incluso antes de que el paciente tenga algún síntoma. Unas pruebas que, según los profesionales de la Fundación Española del Aparato Digestivo, FEAD, realizadas a tiempo es una de las medidas más efectivas para ganarle vida a la enfermedad.
El cáncer de colon se produce por un crecimiento anómalo de las células que forman los tejidos del último tramo del aparato digestivo (un tubo muscular de un metro y medio), en cuyo interior se realiza la absorción del 90 % del agua de nuestro cuerpo, de nutrientes y de minerales.
Se trata del tumor más frucuente diagnosticado en España, con más de 40.000 casos cada año. Y es la segunda causa de muerte por cáncer, con más de 16.000 fallecidos al año.
Presencia del dolor
Sobre todo en etapas avanzadas de la enfermedad, se calcula que la incidencia del dolor en los pacientes supera el 70 % de los casos. El dolor en este tipo de cáncer, contribuye a que los pacientes presenten problemas físicos y emocionales. Como asegura la oncóloga médica e investigadora del CIBER de Cáncer, CIBERONC, en el Hospital del Mar de Barcelona, Joana Vidal, el dolor es una de las principales preocupaciones de los pacientes que «piden pautas para poder afrontarlo y prevenirlo. Lo importante es que los médicos dejemos el espacio al paciente para explicarse, preguntemos activamente y busquemos la mejor estrategia para tratar el dolor».
Un problema común en estos pacientes es el dolor irruptivo, el 55 % de los pacientes con dolor abdominal asociado a neoplasias viscerales presentan este dolor. El dolor iruptivo oncológico aparece de forma súbita y transitoria y se caracteriza por su intensidad elevada, un inicio rápido (entre uno y cinco minutos), y una frecuencia entre uno y cuatro episodios al día.
Recomendaciones importantes de la FEAD
- Si existen antecedentes familiares directos de primer grado, acudir al médico y adelantar el inicio del cribado a los 40 años de edad, o 10 años añntes de la edad de diagnóstico del familiar.
- Si se tiene un familiar de segundo grado diagnosticado a los 50 o más años, hay que participar en los programas de cribado de la comunidad en la que se resida.
- Si no existen antecedentes familiares, pero se tienen 50 o más años, es aconsejable participar en los programas de cribado.
- Sin antecedentes familiares, los menores de 50 años deben adoptar un estilo de vida saludable, siguiendo una dieta sana, evitando el sobrepeso y la obesidad, no fumar y realizar ejercicio físico.
