Cuida tus sentidos para disfrutar más las sensaciones

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Close-up Of A Senior Man Trying To Hear Hand Over Ear

No hay nada como ver, oír, oler, degustar y palpar bien para gozar como es debido de lo que nos rodea. Las sensaciones y nuestra forma de vivirlas depende de nuestros sentidos y de la salud de los órganos que las hacen posibles, por eso es tan importante que los mantengamos en forma con los consejos que dan los especialistas.

Cada uno de los sentidos del ser humano (vista, oído, olfato, gusto y tacto) se centra en expresar una sensación, aportando información necesaria para vivir y realizar nuestras actividades diarias de forma mecánica, sin ni siquiera plantearnos su importancia. Sólo cuando alguna de ellas falla, valoramos realmente su funcionalidad dentro de un conjunto imprescindible.

Aunque la mayoría de los órganos pierde facultades con la edad, la vista y el oído sufren especialmente. Por tanto, es fundamental que las personas que noten un problema acudan a su médico de inmediato. Asimismo, aunque no se aprecie ninguna alteración es recomendable realizarse revisiones cada cierto tiempo para que los especialistas valoren si todo está correctamente.

 

Revisiones oculares

Al igual que en el resto de las partes del organismo, la prevención es clave para que nuestros ojos sigan funcionando correctamente durante el mayor tiempo posible, y no es exagerado decir que hasta el 50 % de los casos de pérdida visual se pueden prevenir con una detección temprana y el tratamiento adecuado. Por esta razón, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas recuerda que un sencillo reconocimiento se puede convertir en el principal aliado para conservar este sentido.

«Es importante cuidar de nuestros ojos y realizar revisiones oculares y visuales periódicas, no sólo para corregir los problemas de visión, sino también para evitar, en las situaciones más desfavorables, la ceguera», explica el presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, Juan Carlos Martínez Moral.

Por medio de un examen visual, aclara Martínez Moral, «el óptico-optometrista no sólo es capaz de determinar si padecemos algún defecto refractivo, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, sino que puede observar indicios de posibles anomalías que afectan a nuestra salud ocular, como las cataratas o las deficiencias visuales de las que inicialmente no somos conscientes, como el glaucoma, pero que provocan una pérdida irreversible de la visión».

A partir de los 55 años, mayores problemas

En el grupo de población mayor de 55 años, el uso de corrección visual asciende hasta el 92% del total de la población. Y es que, además de la presbicia o vista cansada, a partir de esta edad, las personas son más propensas a sufrir una serie de problemas de visión asociados al paso de los años, como las cataratas, el glaucoma o la DMAE.

• Cataratas. Supone la principal causa de pérdida de visión entre las personas mayores de 55 años. Cuanto mayor es la persona, mayor es la probabilidad de aparición y progresión de las cataratas. Normalmente las cataratas se manifiestan por una lenta y progresiva disminución de visión: ésta aparece nublada, desenfocada o como si viera a través de un velo, y no mejora al cambiar de gafas. Además, se pierde la tonalidad de los colores.

• Glaucoma. Es un aumento de la presión intraocular, por falta de drenaje del humor acuoso, que produce lesiones en el nervio óptico con problemas en la visión y, si no se corrige a tiempo, ceguera. En nuestro país la sufre más de un millón de personas mayores de 40 años, pero casi la mitad lo desconoce.

• Degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Se trata de una enfermedad degenerativa que afecta a la mácula y origina pérdida de la visión central, imprescindible para leer, conducir, ver la televisión o reconocer caras.

• Retinopatía diabética. La diabetes puede causar un daño progresivo a los diminutos capilares sanguíneos que irrigan la retina, lo que provoca inflamación del tejido retiniano y visión borrosa. Normalmente, esta condición afecta a los dos ojos. Cuanto más tiempo lleve una persona padeciendo diabetes, más probabilidades tiene de desarrollar retinopatía diabética, lo que incrementa el riesgo de ceguera.

 Desprendimiento de retina. Es un desgarro o separación de la retina del tejido subyacente. Puede estar causado por un traumatismo, problemas de salud como la diabetes o desórdenes inflamatorios. Pero la mayoría de las veces ocurre de manera espontánea como resultado de los cambios del fluido vítreo que se encuentra en la parte posterior del ojo. Si no se trata a tiempo, puede provocar una pérdida permanente de visión, por lo que, si se observan cambios en las manchas o destellos de luz, conviene acudir cuanto antes al especialista.

Diagnosticar a tiempo estos problemas puede mejorar los resultados del tratamiento. De ahí, que sea tan importante acudir a las revisiones recomendadas, que a partir de los 50 años suelen ser anuales.

Cómo proteger el oído

La salud auditiva es fundamental porque permite comunicarnos mejor con los demás. No obstante, los expertos consideran que no la cuidamos como es debido y aconsejan mantener una higiene adecuada, evitar la exposición excesiva al ruido y cuidarse de las infecciones para mejorar esta situación.La higiene es el primer paso para proteger los oídos. Esta acción, que en principio no debería suponer ningún problema, parece no ser tan sencilla.

Entre otros motivos, porque la población se ha acostumbrado a utilizar instrumentos como los bastoncillos de algodón, que resultan nocivos. Los otorrinolaringólogos explican que la mejor manera de limpiar el oído es dejar que desarrolle su proceso natural. El conducto auditivo cuenta con un sistema de limpieza que procura que el cerumen vaya saliendo hacia fuera. Lo que sí se debe limpiar es la zona más externa del pabellón auricular con una gasa o toalla fina.

Por lo general, no debiera haber complicaciones, pero si la persona tiene tendencia a acumular cerumen y se le suelen formar tapones, debe acudir a un profesional para que se los extraiga. Bajo ningún concepto debe introducir ningún objeto para sacarlo, porque esto puede provocar infecciones.

 

Evitando los ruidos extremos

El 40% de la población sufre una pérdida auditiva progresiva por el paso de los años, agravado por la exposición a ambiente ruidoso. Y es que España es uno de los países con más ruido del mundo. A esto debemos sumarle que actividades cotidianas como escuchar la televisión o la música a un volumen elevado, el mero sonido del aspirador o las conversaciones telefónicas son acciones que, en ocasiones, sobrepasan el límite de decibelios recomendado (80-85 decibelios), por lo que resultan nocivas.

Para evitar estos problemas y educar a los ciudadanos para preservar su audición, Oi2 ofrece consejos básicos:

Bajar el volumen de la música o del televisor si no pueden oírse conversaciones cercanas.

• Instalar revestimientos térmicos de suelos, techos y paredes con materiales aislantes.

• Cerrar las ventanas para protegerse del ruido exterior e incluso instalar ventanas o puertas de doble cristal aislante térmicamente.

Reducir el tiempo de uso de los auriculares, tipo cascos miniaturizados, ya que provoca un impacto directo a nuestro conducto auditivo provocando daños y mayor secreción de cerumen.

• Asegurarse de que los electrodomésticos no son excesivamente ruidosos en el momento de su compra, ya sea consultando al dependiente o comprobando la etiqueta energética obligatoria de los aparatos, que además de su consumo de energía y agua también indican el nivel de decibelios emitidos.

• Utilizar protectores auditivos especiales, fabricados con material hipoalergénico y hechos a medida del canal auditivo de cada usuario, para trabajar en un ambiente ruidoso, viajar en avión e incluso para dormir.

Salas especiales para estimular los sentidos    

Las sensaciones son la interpretación de los impulsos nerviosos que llegan al cerebro a partir de información recibida del ambiente que nos rodea (luz, vibraciones sonoras, etc.). El envejecimiento provoca cambios en la parte del cuerpo relacionada con las sensaciones y modifica la forma en que los sentidos (gusto, olfato, tacto, vista y oído) dan información. De este modo, dichos sentidos se vuelven más lentos y torpes, por lo que la persona va a necesitar mayor cantidad de información sensorial para apreciar la sensación.Estos cambios sensoriales pueden tener un tremendo impacto sobre el estilo de vida y pueden suponer problemas de comunicación e interrelación social, ya que todo lo que conocemos del mundo proviene de la interpretación de los mensajes recibidos por los sentidos.

Para paliar esta situación, en una sociedad cada vez más envejecida, surgen las salas multisensoriales, que son espacios interactivos diseñados para estimular los sentidos. En ellas, los terapeutas ocupacionales trabajan para generar experiencias que ayuden a los mayores a dar significado a las sensaciones que perciben. A través de la iluminación, los aromas, la música y sonidos, las texturas… se recrea una atmósfera de calma, seguridad y protección que invita a la exploración y al juego.

 

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