El aire dejó abiertas las ventanas.
La buhardilla está vacía,
el lápiz sigue tatuado
con poesía en su pared.
Columnas desgastadas por mi respiración.Mañanas, tardes y noches.
Madrugadas de luna, inspiración.Toda la ciudad para mí.
Madrid, amiga y misterio,
tumbas del cementerio
que no quieren dormir.Cerradura de llave larga
y mil palabras
al otro lado de la puerta.Rostro de ojos cerrados,
vaciado y mortuorio,
con vendas de colores,
labios de arcilla,
almohada y dormitorio.Cuadros,
muchos cuadros al final de la escalera,
todos ardieron en madera
borrándoles las huellas
a mis dedos.Agua amarillenta,
rozando la raíz de tu cemento,
directa desde el cielo hasta la tierra,f
undida con la señal de los perros.El mañana está tan cerca
como el hoy que se alimenta
del recuerdo de una pintura
en la pared.losangelesnosmirandurmiendo.blogspot.com.es