Discapacidad intelectual en tiempo de confinamiento

0
694
Imagen de la Asociación Antares.

El mundo de la discapacidad sigue trabajando en este tiempo de confinamiento para asegurar la atención, la educación y el cuidado que necesita este colectivo. Recogemos hoy otro testimonio de uno de los profesionales que sigue volcado en su trabajo. Una narración, en primera persona, que nos acerca de manera indiscutible no solo a su labor, sino también a la emoción y el aprendizaje que supone trabajar en una situación de crisis sanitaria como la que estamos viviendo.

Conocemos el trabajo de Esther López, cuidadora Asociación Antares. Esta asociación trabaja, desde 1999, para cubrir las necesidades de ocio y tiempo libre de los niños con discapacidad con grandes necesidades de apoyo. Nació a iniciativa de un grupo de padres, entendiendo que el tiempo de ocio, la cultura y el deporte son imprescindibles para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual.

 

«Ante esta situación tan abrumadora en la que nos encontramos, muchos compañeros y compañeras incluyéndome a mí, nos hemos visto obligados a adaptar nuestra forma de trabajar a los recientes sucesos ocurridos. Esta situación nos ha permitido mejorar y potenciar nuestras capacidades laborales y reinventarnos, de tal forma que mediante este crecimiento profesional hemos podido dar un apoyo más individualizado y ajustado a los acontecimientos.

Esto nos ha llevado a poder crear y mejorar vínculos con los participantes, ya que al pasar tiempo íntimo con ellos, hemos podido conocerles mucho mejor, y ver cómo se comportan en un lugar con el que se encuentran más familiarizados.

A nivel personal, he tenido mucha suerte a la hora de realizar los apoyos, sobre todo a la hora de desplazarme a los domicilios, ya que ha coincidido que las viviendas se encontraban cerca de la mía. En base a la realización de las actividades, me he encontrado con la necesidad de crear mis propios juegos, con materiales que tuviese por casa, y esto me ha llevado a potenciar al máximo mi creatividad, con el fin de que el usuario tuviese variedad de actividades adaptadas a sus propias necesidades.

A nivel humano, he tenido infinidad de sentimientos encontrados a causa de las circunstancias que se me iban planteando. Por ejemplo, en mi primer día de trabajo estaba ilusionada a la par que nerviosa, ya que al no haber ido nunca a realizar un apoyo a domicilio, no sabía si todo iba a salir bien o si al participante le iban a gustar mis juegos. Al llegar al domicilio me impactó mucho el hecho de no poder saludar al usuario de una manera más cercana por el riesgo de contagio pese a las previas precauciones que se habían llevado a cabo por ambas partes.

A la hora de realizar la intervención me sentí muy a gusto y cómoda, ya que desde el primer momento, me sentí muy bien acogida por la familia. Cabe destacar que la participación del usuario fue excelente lo que permitió la fluidez de la sesión.

Para concluir decir que esta situación me ha permitido valorar mucho la labor que realizo día a día, ya que al vivir este suceso, me ha permitido ver desde otra perspectiva la importancia de mi trabajo a la hora de ayudar a las familias en los momentos más difíciles y necesarios.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí