El verano es, para muchas personas, sinónimo de descanso, desconexión y tiempo en familia. Pero cuando se cuida de alguien con alzhéimer, esta época del año también puede traer consigo dudas, ajustes y desafíos. Despeja esas dudas y conoce cómo vivir las vacaciones sin dejar de cuidar.
Los cambios de rutina, los viajes o incluso la mayor actividad social pueden afectar tanto a quien vive con la enfermedad como a quienes lo acompañan día a día.
Lo cierto es que, en más del 80 % de los casos, el cuidado recae sobre el entorno familiar, y muchas veces en personas mayores de 50 o 60 años que cuidan de sus cónyuges, padres o incluso hermanos. Esto puede suponer una gran carga física y emocional. Sandra Poudevida, psicóloga de la Fundación Pasqual Maragall, lo explica con claridad: «Cuidar de una persona con alzhéimer es un acto de amor, pero también puede llegar a desbordar. La sobrecarga del cuidador puede manifestarse en forma de agotamiento, irritabilidad o sentimientos de culpa. Reconocer estos signos es el primer paso para pedir ayuda y cuidarse también a uno mismo.«
Desde la Fundación Pasqual Maragall comparten algunos consejos prácticos para afrontar el verano de manera más tranquila, protegiendo tanto el bienestar de la persona con Alzheimer como el de su cuidador o cuidadora:
Consejos útiles para el verano
1. Anticiparse y planificar Organizar con tiempo las vacaciones permite evitar imprevistos. Si se viaja, es mejor elegir destinos tranquilos y conocidos, que no generen confusión. También se recomienda optar por alojamientos accesibles y trayectos cómodos, con paradas frecuentes si se viaja en coche. Contar con otra persona durante el viaje puede ser de gran ayuda.
2. Repartir el cuidado No hace falta hacerlo todo solo. Siempre que sea posible, compartir las tareas con familiares, pedir ayuda puntual o recurrir a profesionales puede aliviar mucho la carga. Existen recursos como centros de día, atención domiciliaria o grupos de apoyo que están ahí para acompañar y dar un respiro al cuidador.
3. Facilitar la comprensión La persona con alzhéimer se sentirá más segura si cuenta con instrucciones claras y sencillas. Notas escritas, listas de tareas o recordatorios visuales pueden ayudar a guiar su día a día.
4. Mantener rutinas estables Los horarios, las comidas y las actividades diarias deben mantenerse lo más constantes posible. Esto ayuda a reducir la confusión y aporta tranquilidad a ambos.
5. Cuidarse para cuidar El autocuidado no es un lujo, es una necesidad. Dormir bien, alimentarse de forma equilibrada, hacer alguna actividad que guste o simplemente tener un momento de descanso son gestos esenciales para seguir cuidando sin agotarse.
Una ayuda para quienes cuidan
Para muchas personas mayores, cuidar se ha convertido en una parte importante de su vida. Por eso, la Fundación Pasqual Maragall ofrece el programa en línea Aprende a cuidar y a cuidarte, que combina apoyo emocional y formación. Desde su lanzamiento en 2021, más de 800 personas han participado en esta iniciativa, pensada para quienes están dando lo mejor de sí cada día.
Además, en su blog encontrarás recursos, artículos y orientación actualizada sobre el alzhéimery el papel del cuidador, con un enfoque cercano y práctico.
Una realidad que nos toca a todos
Hoy en día, cerca de 900.000 personas en España viven con Alzheimer u otras enfermedades neurodegenerativas. La mayoría son mayores de 65 años, y una de cada tres personas mayores de 85 convive con esta enfermedad. Con el aumento de la esperanza de vida, se calcula que en el año 2050 los casos podrían triplicarse, lo que plantea un gran reto para las familias y para el sistema sanitario.
Por eso, es importante hablar del Alzheimer, conocerlo, prepararse y saber que no estamos solos. Informarse, pedir ayuda y cuidar también de uno mismo son pasos esenciales para vivir esta etapa con más serenidad y dignidad.