Se ha presentado, un año más, la campaña de conducción responsable, de la mano de la asociación Cerveceros de España, la Dirección General de Tráfico y 16 instituciones colaboradoras relacionadas con la seguridad vial. Esta edición el lema es: “Cuando decimos cerveza SIN, todo va sobre ruedas”.
El foco de la nueva campaña se ha puesto en la Generación Z (jóvenes nacidos entre 1997 y 2012), como usuarios de las nuevas formas de movilidad tales como bicicletas, patinetes eléctricos, motos y servicios como motosharing y carsharing. Sea lo que sea que se conduzca, es compatible con el consumo de la cerveza sin alcohol, “una alternativa completamente segura para cualquier tipo de vehículo”.
“No dejaremos de recordar a los consumidores de cerveza que, cuando vayan a conducir, opten siempre por una variedad sin alcohol”, dice Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España. “Sabemos que el 74% de los consumidores de cerveza lo son de la SIN en algún momento, así como que cerca del 50% de las ocasiones de consumo de esta variedad se asocia con la conducción”.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha hecho un rápido recorrido por los 24 años transcurridos desde la primera campaña de conducción y alcohol. Y ha pedido “la colaboración de la ciudadanía” para que cese la actividad de algunos grupos de conductores que, a través de las redes, dan aviso de la ubicación de los controles de alcoholemia en las carreteras. “Ello obliga a que los efectivos de la Guardia Civil cambien su posición cada cuarto de hora”, dice Pere Navarro, que ha anunciado que el número de controles se ha elevado a seis millones este año.
“Actualmente existen 59.000 denuncias por delito de alcoholemia”, dice Navarro. De hecho, es la segunda causa de muerte, con un índice del 29%, por detrás de los accidentes debidos a distracciones al volante”.
Ante una pregunta que relacionaba la primera causa de siniestralidad en la conducción, las distracciones, con las personas mayores, Navarro ha dicho que se estudia la posibilidad, recogida desde hace años en la norma, de establecer ciertos límites a los conductores de tal rango de edad.
No obstante, según ha explicado, “se trata de una solución que pasa por limitar el radio de acción de los más mayores con el automóvil a un máximo de 30 kilómetros en torno a su domicilio, evitando los viajes largos y de noche”.
“Hemos de pensar en que, por ejemplo, los conductores rurales precisan de su coche para diversas gestiones, dado que pueden residir a varios kilómetros del centro de ciudad más cercano”, dice Pere Navarro. “De ahí que, antes de la retirada del carnet de conducir, se busque una salida alternativa”.
El director general de Tráfico ha recordado que los centros de reconocimiento de los conductores certifican las aptitudes físicas, mentales y de coordinación necesarias para obtener o renovar el permiso de conducir. “No caigamos en el edadismo, sobre todo porque un día todos seremos mayores”, ha dicho Pere Navarro. “De hecho, yo ya lo soy”.
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