El otoño es un momento ideal para pasear por las sierras y los valles riojanos. Las viñas relucen en todos los tonos posibles. Son días de vendimia y algunas bodegas ofrecen a sus visitantes la posibilidad de vivir esta experiencia en primera persona. Sin duda, visitar La Rioja es siempre un incentivo. Un destino para descubrir, pero sobre todo para vivirlo.
La capital, Logroño, celebra cada mes de septiembre las fiestas de San Mateo y la Vendimia Riojana, declaradas de Interés Turístico Nacional. Son el resultado del extraño mestizaje entre la época medieval y la cosecha del vino. Los orígenes de esta celebración se remontan al siglo XII, cuando la ciudad en su categoría de villa tenía el privilegio de celebrar aquí una feria anual. De este modo, se convirtió en una sede importante de comercio.
El día 21, festividad de San Mateo, se desarrolla un acto tradicional en el Paseo del Espolón: cestos de racimos de uva de todas las comarcas riojanas son traídos por parejas de niños vestidos con los trajes típicos comarcales y se vierten a una tina donde serán pisados según la manera tradicional. El mosto extraído en este rito, el primer mosto de la vendimia, es recogido en un jarro por los vendimiadores mayores y, a continuación, es ofrecido a la virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.
Esta época del año es propicia también para aventurarse en la naturaleza riojana (temporada de setas), explorar su diversidad y seguir rastros de cultura milenaria. Una de las vías más populares es el Camino de Santiago, que atraviesa Logroño y Navarrete, discurre por Nájera (antiguo reino) y Azofra, alcanza Santo Domingo de la Calzada, una localidad asociada desde sus orígenes medievales al tránsito de peregrinos, y despide La Rioja en Grañón.
Desde Nájera, antes de continuar el recorrido por el Camino de Santiago hacia Santo Domingo de la Calzada, merece la pena un pequeño desvío que muchos peregrinos hacen incluso a pie para visitar los monasterios de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla, Patrimonio de la Humanidad por ser el lugar donde se han encontrado las primeras palabras escritas en castellano antiguo y en vascuence. Es un lugar privilegiado, no sólo por su importancia histórica, sino también por su belleza paisajística. Ambos monasterios se pueden visitar.
Ya en Santo Domingo de la Calzada, toda la ciudad está construida por y para el Camino de Santiago, desde el antiguo Hospital de Peregrinos que hoy es Parador Nacional hasta, por supuesto, su magnífica Catedral que posee en su interior la prueba viva de una famosa leyenda medieval en la que cantó una gallina después de asada. Aún podéis oír cantar al gallo y la gallina en la Catedral y conocer al completo esta leyenda.
Desde Santo Domingo, tenéis a un paso la villa de Ezcaray. Allí está uno de los templos de la cocina riojana en los fogones de Francis Paniego en el Echaurren con dos estrellas Michelin. No muy lejos, en el pequeño pueblo de Daroca de Rioja, de apenas 50 habitantes, se esconde Venta Moncalvillo, otro restaurante con estrella Michelin. En este pequeño local, regentado por los hermanos Echapresto se puede degustar una gran cocina y una impresionante bodega con cientos de referencias.
En Logroño, las calles Laurel y San Juan son las más famosas para degustar todos sus sabores. Repletas de bares que ofrecen su especialidad con nombres pintorescos: Tío Agus, Zapatilla, Blanco y negro, Valentino… Bocados sencillos pero deliciosos acompañados de un buen vino.
No dejéis de probar los famosos champiñones. El gusto por los pinchos en La Rioja no es sólo de la capital, en Haro merece la pena una visita a la Herradura y también encontrarás buenos pinchos con verduras en Calahorra.
En plena Reserva de la Biosfera de La Rioja, Grávalos y Arnedillo abren sus puertas como espacios termales ideales para la desconexión y destinos turísticos saludables. En esta zona, donde se suceden valles y montañas, se esconde un gran atractivo cultural, paisajístico, gastronómico y etnográfico. El último domingo de noviembre, Arnedillo celebra la famosa Procesión del Humo, única en España y de Interés Turístico Regional.
Por último, elegid el lugar en el que queréis aprender sobre el vino. En La Rioja se pueden visitar más de un centenar de bodegas.
