El 51 % de los pacientes con EPOC no mantienen una adherencia adecuada al tratamiento.
Más de 200 millones de personas en el mundo padecen Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y se estima que, en 2050, esta cifra alcanzará los 600 millones.
En España, el 11,8 % de la población mayor de 40 años sufre EPOC y, en 2017, las tasas de infradiagnóstico alcanzaron el 74,7 % a nivel nacional.
Con motivo del Día Mundial de la EPOC, que se celebra el 19 de noviembre, este año se ha elegido el lema Si le cuesta respirar, puede tener EPOC, con el objetivo de destacar la importancia del diagnóstico precoz de esta enfermedad común, prevenible y tratable.
Además del diagnóstico y del tratamiento adecuados, es fundamental que, una vez identificado el problema, el paciente reciba información clara sobre la enfermedad y sobre la necesidad de abandonar el hábito tabáquico, así como de seguir correctamente la medicación prescrita.
En este sentido, distintos estudios realizados en pacientes con asma y EPOC han demostrado que, al menos, la mitad de ellos toma menos del 75 % de la medicación inhalada que se les ha indicado.
Aquí el farmacéutico comunitario desempeña un papel clave: su cercanía a la población y su conocimiento del medicamento le permiten contribuir de forma decisiva a mejorar las bajas tasas de adherencia terapéutica. Asimismo, colabora en la detección precoz de casos, derivando al médico a posibles pacientes no diagnosticados, tal y como recoge un informe sobre EPOC publicado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, con el que esta institución se suma a la conmemoración del Día Mundial.

Técnica inhalatoria
Uno de los factores que influyen en la baja adherencia terapéutica de los pacientes con EPOC es la complejidad de la vía de administración inhalada, ya que la técnica varía según el tipo de dispositivo. Esto provoca errores frecuentes, como no espirar lentamente por la nariz tras la inhalación, no mantener la respiración durante 10 segundos (o el máximo tiempo posible) después de inspirar, o no realizar una espiración completa, vaciando los pulmones, antes de la inhalación.
Para minimizar estos errores, en el momento de la dispensación y durante el seguimiento farmacoterapéutico, el farmacéutico comunitario puede ofrecer una explicación detallada de la técnica inhalatoria, insistiendo en pasos como:
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Adoptar una posición cómoda.
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Preparar correctamente el dispositivo.
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Realizar una espiración completa lejos de la boquilla.
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Efectuar una inhalación acorde al tipo de inhalador.
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Retener la respiración tras la inhalación.
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Hacer una espiración lenta.
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Esperar entre 30 y 60 segundos entre dosis, si se requieren dos aplicaciones.
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Enjuagar la boca y hacer gárgaras con agua después de cada administración, especialmente en el caso de corticoides, para prevenir la aparición de hongos.
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Cerrar el dispositivo y limpiar el material.












