Las vacaciones parecen ser, para muchos, sinónimo de conflicto a la hora de plantearse la dieta diaria a seguir. En Navidad también aparece ese conflicto entre las ganas de comer y la aguja de la báscula, y los expertos nos recuerdan que la alimentación puede ser nuestra aliada si queremos apostar por la salud, también en vacaciones.
Este año será diferente, como nos recuerdan los expertos de Mundopsicologos.com, que analizan la relación entre la nutrición y las vacaciones, para proporcionar las mejores herramientas para hacer frente al dilema anual mesa vs báscula. Estos expertos aclaran qué ocurre en nuestra mente cuando llega la Navidad. El entusiasmo y las ganas de celebrar se traducen a nivel práctico en reunirnos alrededor de una mesa, disfrutando juntos y deleitando nuestro paladar. Sabemos que la buena compañía, combinada con la buena comida y el buen vino, hace que se pierda el control de lo que se come. La comida tiene un valor social muy importante: es compartir y también es celebrar. Su abundancia es además un buen augurio. Y este año más aún, al sumarse el hecho de que poder estar juntos es digno de celebración. Pero es importante no perder el sentido de la proporción y mantener una actitud consciente.
El salto mental que deberíamos dar, no solo en Navidad, sino como uno de los buenos propósitos de año nuevo, es comer para sentirse bien. Y el principal aliado del cuerpo es la mente. Mens sana in corpore sano. Los clásicos nos enseñan cómo mente y cuerpo son un binomio inseparable, y el bienestar general depende del cuidado de cada parte. Una dieta equilibrada es la base de un funcionamiento psicofísico correcto, de un estado de ánimo positivo y mejores habilidades cognitivas.
Aquí van algunos consejos para no sucumbir a las fiestas y salir ileso a los banquetes navideños:
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No conviertas las excepciones en nuevas reglas. Las vacaciones navideñas son largas, si haces una videollamada con turrón todos los días, en enero se notarán las consecuencias.
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Reconoce si estás comiendo por estrés. En momentos de mucha presión hay quien come y quien ayuna. Si eres de los que come sin mesura, detente y reconoce la complejidad del momento, dedícate a otra cosa y aléjate físicamente de la comida.
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Aplica las mismas reglas dietéticas de todo el año. No porque sea Navidad tienes que comer el triple. Mantén una dieta correcta, sin excesos.
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Come despacio. El cuerpo se beneficia de esto en términos de digestión y asimilación. La gula suele ser síntoma de ansiedad, devorar comida entre otras cosas es síntoma de inquietud y de incapacidad para permanecer sereno y disfrutar del momento.
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Videollamadas light. Si está organizando reuniones online para las felicitaciones navideñas, evita las horas que necesariamente vayan acompañadas de alcohol y picoteo.
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Encuentros en un parque. Para los saludos, para estar juntos, no es necesario comer. También se puede quedar al aire libre, de forma segura y lejos de las tentaciones codiciosas.
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Selecciona. No comas cualquier cosa y en cualquier momento. Estos son malos hábitos que deben sustituirse por otros nuevos y más saludables.
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Camina todos los días. Levántate de la mesa y pon en marcha tu digestión. Un paseo es bueno para la mente y evita que acumulemos todo lo que ingerimos.
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Haz deporte. Es un buen hábito, te permite equilibrar las calorías ingeridas y es bueno para la mente. Es algo para ser apuntado en la lista de buenas intenciones de 2021.
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¿Alguna vez has probado el psicotraining? Para evitar la sobreexcitación de la mente y el cuerpo existen el entrenamiento autógeno, la meditación o los paseos al aire libre en la naturaleza. ¡Inténtalo!
