Importancia para la salud de un buen diagnóstico

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diagnóstico médico

La Real Academia Española define diagnosticar en relación con la medicina como “determinar el carácter de una enfermedad mediante el examen de sus signos” por tanto, hacer un buen diagnóstico significa analizar a fondo los signos que presenta un paciente cuando viene a consulta. Nada nos causa más desazón cuando nos sentimos mal que no saber qué nos pasa, qué enfermedad tenemos, porque somos conscientes de que si un buen diagnóstico no se puede atajar el problema.

 

Las técnicas y tecnologías de diagnóstico están evolucionando muy rápido lo que nos facilita a los profesionales hacerlo de manera certera, pero el primer paso y muy importante es escuchar al paciente. Por el lado del médico, es importante, por tanto, saber plantear las preguntas adecuadas tanto a partir de lo que le cuenta el paciente como teniendo en cuenta su propia percepción: cómo se mueve, el color de su cara, sus rasgos, cómo camina, es decir analizar todo aquello que pueda darnos pistas que arrojen luz sobre qué le puede sucederle al paciente.

El paciente, por su lado, cuanto mejor explique al médico qué síntoma siente, desde cuándo los tiene, cuál es su estilo de vida, qué medicación toma, en el caso de tomar alguna, algo que es frecuente a medida que cumplimos años, más ayudará a que el facultativo acierte con el diagnóstico.

Una vez pasada esta entrevista, podemos pedir al paciente pruebas complementarias que nos ayuden a conocer mejor qué le ocurre. Para nosotros una prueba que ha revolucionado el sistema de diagnóstico de la columna vertebral es el escáner vertical EOSedge, por eso en Instituto Clavel hemos adquirido el primero de España. Se trata de la última generación de radiología digital para imágenes de cuerpo entero con una dosis de radiación seis veces menor que una radiografía convencional que permite a los especialistas hacer reconstrucciones en 3D de la columna. Cada columna es única y esta prueba nos permite obtener su DNI y conocer exactamente la anatomía de la del paciente. Esto nos permite hacer exploraciones para las que, a veces, las exploraciones radiológicas convencionales no resultan del todo eficaces. También nos ayuda, en caso de tener que intervenir, a que el resultado de la cirugía sea mejor y evitar posibles complicaciones.

Es posible, que, además, tengamos que pedir otra serie de pruebas complementarias como análisis de sangre, resonancia magnética o escáner de columna.

Toda esta serie de pruebas nos permiten diagnosticar al paciente y ponerle el tratamiento más adecuado. A partir de aquí hacer un buen seguimiento o repetir las pruebas, si fuera necesario, nos permitirá seguir la evolución no solo del dolor, sino también de la patología que lo causa.

Al paciente conocer el diagnóstico y saber que tiene el tratamiento adecuado le permitirá sentirse más tranquilo con respecto a su dolencia. Los especialistas tenemos la obligación de evitar tanto el sufrimiento físico como la angustia que la duda genera en nuestros pacientes.

Ignasi Catalá

 

Dr. Ignasi Catalá.

Neurocirujano y subdirector del Instituto Clavel.

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