Envejecer en Latinoamérica y el Caribe

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Es ampliamente conocido que al mejorar la calidad y expectativas de vida, se ha producido, un significativo crecimiento demográfico mundial, que en la actualidad está en el orden de los 7.700 millones de habitantes. En este contexto, el continente americano, con aproximadamente 1.000 millones de personas, es el tercero con mayor densidad poblacional.

En la actualidad, la población de Latinoamérica y el Caribe, es de alrededor de 680 millones, y se estima que para el año 2050, esta cifra se incremente a 784. Como consecuencia de este crecimiento, su envejecimiento, está avanzando a un ritmo sin precedentes, aumentando también, el número de sus adultos mayores dependientes.

Aunque es considerada como una región joven, debido a que solo el 13% de sus pobladores son mayores de 60 años, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Latinoamérica, se ha convertido en el territorio del planeta que envejece a mayor velocidad, por lo que se proyecta que para el año 2090, sea el más envejecido a nivel mundial.

Esta aceleración de su senectud, exige a los países de la región, la incorporación de recursos y mejoras en sus sistemas sanitarios y sociales, ya que están en la obligación de aliviar las crecientes condiciones de vulnerabilidad y exclusión social, de sus adultos mayores.

Para ello, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el año 2018, realizó una investigación que denominaron Panorama del envejecimiento en América Latina y el Caribe, en la que evaluaron las condiciones y las acciones requeridas, para atender las crecientes necesidades de esta población. En este sentido, se observó, que en la mayoría de sus países, la participación del Estado ha quedado relegada a un segundo plano, por lo que los asuntos vinculados con los adultos mayores, se circunscriben a otros sectores, organismos o instituciones.

Para ello, resulta imprescindible que los gobiernos, además de diseñar e incorporar las políticas pertinentes, se preparen para revertir las limitaciones existentes, a través del fortalecimiento de las instituciones y organizaciones, que en la actualidad, se encargan de cuidar y apoyar a la tercera edad.

Otra de sus conclusiones, destaca el rol protagónico del cuidador, quien constituye una figura importante para la atención del adulto mayor. Debido a la creciente demanda de estos profesionales, sugieren también, establecer programas de formación para su rápida inserción.

En este sentido, resulta preocupante ver, que son pocos los países, que están tomando las acciones correspondientes, ya que mientras algunos se están preparando para garantizar la atención y cuidados para este sector, otros, por el contrario, aún no toman acción.

Por tal motivo, cobra relevante importancia la iniciativa de Uruguay, por ser el primer país latinoamericano, en desarrollar una política integral de cuidados para sus adultos mayores dependientes. Para ello, establecieron objetivos claros, entre los que destacan: la mejora y profesionalización en la calidad de los servicios de cuidado, promoviendo y reforzando la responsabilidad de los entes involucrados.

También otros países, como, México, Brasil, Costa Rica, Cuba, Colombia, Chile, Argentina y El Salvador, al parecer han comprendido la importancia de crear una cultura institucional orientada a la atención y cuidado de la vejez. Motivo por el cual están creando observatorios e instituciones especializadas para desarrollar investigaciones en el área. Tal es el caso de países como, México y Brasil, que concentran la mayor población de la región, con alrededor de 337 millones de habitantes, de los cuales treinta y cuatro millones son personas de la tercera edad.

En este particular, destacan los avances que durante el presente año está realizando México, país que cuenta con una población de 129 millones de personas, de las que alrededor de 14 millones son adultos mayores, estimando que debido a este proceso de envejecimiento, su composición social cambie radicalmente para los próximos treinta años, cuando se estima que su población llegue a los 164 millones de personas.

En este sentido, se han tomado una serie de medidas, entre las que destacan, la creación del Programa de Pensiones para el bienestar de los adultos mayores , que constituye, una iniciativa de carácter universal y constitucional, en la que también se incorporaron como pensionados y jubilados, a aquellas personas, que anteriormente no disfrutaban de estos beneficios.

Adicionalmente, se están desarrollando y reforzando otras organizaciones, adscritas a la secretaría de salud, tales como el Instituto Nacional de la Personas Adultas Mayores, (INAPAM), rector de la política nacional en beneficio de la vejez, que trabaja para la reducción de las inequidades de género.

También, en Ciudad de México, se inauguró el Centro de Investigación sobre el envejecimiento, que constituye el primer centro latinoamericano, conformado como una red colaborativa de exploración junto con países europeos como España y Alemania, con la finalidad de realizar diversos estudios para mejorar la atención integral de la tercera edad.

La creación de este Centro surgió por iniciativa del doctor Ricardo Félix Grijalva, con el objetivo de impulsar y fortalecer la infraestructura científica y tecnológica para el estudio del envejecimiento, además de dar continuidad a las investigaciones iniciadas por el fallecido científico mexicano y ex secretario de ciencia, e innovación y tecnología, René Drucker, mundialmente conocido por sus estudios sobre trasplantes en procesos neurodegenerativos, como el mal de Parkinson y la pérdida de la memoria.

Además, otras instituciones afines, como el Consejo Nacional de Ciencia y tecnología, y el Centro de Investigación y Estudios Avanzados, (CINVESTAR), trabajan en la misma dirección, con objetivos claros y definidos, en relación con el estudio de las bases biológicas, celulares y moleculares para mejorar la salud y calidad de vida de esta población, garantizando su bienestar a través del desarrollo de diversas áreas de investigación, cuales son:

  • Microscopía avanzada, a nivel celular y molecular.
  • Proteo genómica, para estudios metabólicos y bioquímicos.
  • Biología celular, para el estudio de células madre, y el
  • Banco de cerebros, para investigar diversas patologías asociadas al envejecimiento.

Después de observar este conglomerado de iniciativas enlazadas con una visión sistémica, se espera que la experiencia mexicana, sirva de modelo y marque la pauta, para que otros países se animen a desarrollar las capacidades necesarias, que les permitan aliviar sus condiciones de vulnerabilidad y enfrentar los desafíos por venir, ya que de no cambiar las circunstancias actuales, el panorama luce desolador y poco esperanzador.

Por último, pero no menos importante, hay que considerar que más allá de ganarle la batalla a la edad, se trata de disfrutar de esta etapa, en la que aún se tiene tanto para dar y aportar al aparato productivo de la sociedad, y así convertir los años dorados, en oportunidades para la innovación, el emprendimiento, la inclusión y la expansión de la llamada «economía plateada«.

«Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres», Eduardo Galeano. Uruguay. (1940–2015).

Nancy América Pérez Barreiro

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